Castlevania Requiem – Análisis PlayStation 4

Con el reciente estreno de la 2ª temporada del anime de Castlevania en Netflix parece que Konami quiere aprovechar el tirón y revivir en cierto modo una de sus licencias más famosa y veterana con el lanzamiento digital de Castlevania Requiem para PlayStation 4. Un recopilatorio que incluye las versiones porteadas de Castlevania: Rondo of Blood y Castlevania: Symphony of the Night, dos auténticas joyas dentro de la saga.

[dropcap]C[/dropcap]omo casi siempre, antes de comenzar el análisis, un par de cosas a tener en cuenta. Hablamos de dos títulos con más de 20 años y cuyas versiones actuales son ports, respetando al máximo posible sus versiones originales. En estas versiones sigue manteniéndose la relación de aspecto 4:3, con posibilidades de pantalla completa, escoger fondos o dejarlo en negro. Se ha añadido también la opción de habilitar suavizado para los que no les guste el pixel puro junto a las scanlines, así como voces en inglés o japonés y configuración de botones para Castlevania: Rondo of Blood. El principal añadido y más importante realmente, se podría decir que son los puntos de control en Rondo of Blood junto a los guardados rápidos en ambos títulos. Así, en resumen, es lo que trae Castlevania Requiem.

Castlevania: Rondo of Blood, el inicio de un gran cambio

Comencemos con Rondo of Blood, un título que permanece en la línea habitual de lo que era Castlevania antes de Symphony of the Night pero que ya venía introduciendo pequeños cambios respecto a los anteriores.

En este título un grupo de humanos malvados han resucitado a Drácula y secuestrado a la prometida de nuestro protagonista, Richter Belmont. A lo largo del título lucharemos con nuestro látigo y habilidades contra las fuerzas de Drácula para salvarla, junto a las demás humanas capturadas.

A través de los 8 niveles que hacen falta para llegar a Drácula enfrentaremos bastantes desafíos, de hecho, se podría considerar un juego bastante difícil pero no imposible. A veces obligándonos a utilizar el método de ensayo y error para superar algunas fases y jefes finales. Eso sí, tranquilos que con un poco de paciencia lo acabareis pasando y, hacedme caso, merece la pena hacerlo.

Una de las cosas que más me ha gustado ha sido ir descubriendo la alta cantidad de secretos que esconde, pues tiene una ruta alternativa con jefes y niveles diferentes, buscar a las chicas para rescatarlas o incluso volver a pasar el juego con el personaje de María. Esto último ha sido casi lo que realmente más me ha convencido ya que deja de lado el “tosco” control de Richter, que a día de hoy se hace algo duro de llevar, por una grácil María que facilita enormemente todo el juego, tanto por su movimiento como ataque.

No importa el tiempo pasado, siguen siendo destacables

Pese al tiempo que ha pasado, no es que haya envejecido mal más allá de que los controles igual resultan algo duros para la época actual, donde muchos de estos juegos casi se basan en ir rápido. Sigue siendo igual de recomendable jugarlo, tanto antes, como ahora.

Pero, sin embargo, pasemos a lo que es la joya de la corona, Castlevania: Symphony of the Nigth. Este juego llegó para marcar un nuevo rumbo junto al ligero inicio que ya estaba dando la saga Metroid por parte de Nintendo, estableciendo así el género “Metroidvania”.

Symphony of the Night es una secuela directa a Rondo of Blood. Aquí controlaremos a Alucard, el hijo de Drácula, que quiere acabar con todo el mal que está generando el regreso de su padre y del mago Shaft. Esta vez tenemos libertad de explorar por completo con sus correspondientes salas de guardado, por lo que podemos ir a nuestro ritmo.

Otra de las grandes novedades que incorporaría a la saga este título, aparte de la libre exploración, es el toque RPG. Alucard subirá de nivel, podrá usar objetos varios y encontrará diferentes piezas de equipamiento que ir intercambiando a lo largo de la aventura. Los controles del juego son algo más ágiles que sus predecesores por lo que tendremos mejor sensación al jugar.

Diseño y banda sonora, las piezas clave para la obra

El diseño del castillo no es que sea el mejor de todos, es bastante bueno, pero el punto está en que en su momento era algo increíble de ver (visualmente es una pasada) y explorarlo al 200,6% es de lo mejor que se puede hacer. Una vez que completamos la primera partida de manera satisfactoria, de la manera en que se debe, desbloquearemos el castillo invertido. Literalmente, es el mismo castillo, pero invertido, aprovechándolo de nuevo para continuar la historia con nuevos jefes, enemigos y objetos. Los jefes además son combates exquisitos que ponen a prueba paciencia y habilidad a partes iguales.

Y, por otro lado, la banda sonora. De por sí en los anteriores juegos encontrábamos muy buenos temas que acompañaban fenomenal pero cada fase tenía su tema al ser pocas acababa repitiendo rápidamente. En Symphony of the Night contamos con 34 temas que acompañan nuestra aventura distribuidos por las zonas del castillo e incluso uno de ellos forma parte de un easter egg.

Pero esto no queda aquí, una vez terminas el juego con el final real desbloqueamos dos modos extras de juego. Podemos jugar como Richter con todo su set de habilidades y su látigo o como Maria con sus magias, aunque en este último tengo una pega. SOTN es un juego que tuvo varias versiones, entre ellas la de Sega Saturn la cual incluía un poco de contenido extra y el auténtico set de movimientos de María, haciendo que en esta versión sea algo cutre jugar con ella.

En resumen, que si no habéis jugado a Symphony of the Night os estáis perdiendo un juegazo con una importancia más que relevante para la industria del videojuego.

Conclusiones

Castlevania Requiem es una recopilación de las versiones originales de ambos títulos, que, si bien no aporta nada a mayores, creo que tampoco era necesario añadírselo. Ambos juegos están bien como están, tanto en su momento como a día de hoy y se pueden disfrutar como aquel entonces. Sobre todo, un dato importante, es que si no jugaste en su día te pueden dar muy buenas horas de juego. Así que sinceramente, si os pica la curiosidad, hacedle caso y jugadlos.

Hay que tener en cuenta, además, que tal y como se están poniendo las cosas en el mundo de la emulación, estos métodos siguen siendo una buena manera de preservar los juegos con el paso de los años así como la historia de los mismos.