Crash Bandicoot N. Sane Trilogy – Análisis

La vuelta de Crash Bandicoot

[dropcap]Y[/dropcap]a está aquí. Muchos, entre los que me incluyo, han esperado con ansias que este momento llegase. No obstante, me ha hecho falta tomármelo con mucha calma, pues el título que teníamos en nuestras manos lo valía. Crash Bandicoot está de regreso con más fuerza que nunca. Después de una buena temporada sin disfrutar de las aventuras de nuestro amigo, le damos un repaso en profundidad a este divertido videojuego que está cargado de nostalgia pura.

¿Estamos ante un remaster o un remake?

Esta, es una de las preguntas que más nos hemos hecho durante los últimos meses. Desde que pudimos ver el primer avance del título, nos dimos cuenta de que el trabajo realizado por Vicarious Visions, era algo más que un simple lavado de cara. Una cuestión que a ellos mismos les cuesta saber. Es sabido, que el equipo que ha desarrollado este título no poseía el código nativo del juego en su totalidad. Recordemos, que en su origen el juego fue creado íntegramente por el estudio californiano Naughty Dog.

Sabiendo esto y habiendo vivido la experiencia con unas pocas de horas, servidor puede decir que audiovisualmente es un remake en toda regla. Se nota que el estudio ha vuelto a hacer desde cero muchos detalles tanto visuales como sonoros. No podría decir que es mejor o peor que el título original. Lo que si tengo claro, es que estamos ante una verdadera puesta a punto en esta faceta del juego de 1996. Tiene mucho mérito lo que han conseguido, pues no hay muchos remasters con tan buen acabado, ni siquiera técnico. Notaremos desde el principio lo bien que lucen los nuevos modelados, tanto de personajes principales, como de los enemigos y jefes finales. Este esfuerzo, también destaca mucho en las escenas de animación. Con todo esto, podremos decir que parecerá que estamos ante el juego original tal como se hubiera desarrollado hoy día.

Algunos dirán que jugablemente ha envejecido mal

Este, es uno de los puntos más polémicos que he oído. Cuando vemos que un juego clásico vuelve, empieza a oírse ese run run que tanto nos suena. Muchos son los que a un título de estas características les piden los 60 FPS (Frames por Segundo) obligados, o bien que jugablemente tenga una puesta al día conforme a lo que se está habituado actualmente. Puedo decir que en la faceta jugable el título no ha variado demasiado. No por ello significa que haya envejecido mal, sino todo lo contrario. Es sabido que el juego está siendo un éxito en todos los campos. Tanto público como crítica, se ha alabado el buen acabado y lo pulido que está el título.

Lo que ocurre, es que veremos unas imprecisiones que no son típicas en plataformas actuales. Personalmente, pienso que algo que si deberían haberse currado en este aspecto es en la sombra del personaje. Un detalle bastante importante, teniendo en cuenta que estamos en un juego que incentiva el uso de los saltos difíciles, largos y constantes. Es algo en lo que el reciente «Yooka-Laylee» si hizo muy bien. Diría que es un factor bastante importante y básico en muchos niveles, sobretodo en los más difíciles de conseguir superar.

Otra característica, aunque la considero menos relevante, es que el título funciona a 30 FPS. No diría que este dato es realmente malo. Simplemente lo veo como algo meramente anecdótico. Funciona igual de bien que el título original, y lo más importante, muy solido durante todo el transcurso.

Un plataformas un poco irregular

A todo aquel que esté dispuesto a jugar a este plataformas debe de saber a lo que se enfrenta. La primera entrega de esta franquicia, la primera serie por así decirlo fue de menos a más. Debemos de estar dispuestos a encontrarnos con un juego en el que nos topamos con niveles realmente adictivos, y otros en los que nos llevaremos algunos ratos grandes, no tan agradables para nuestra memoria. Sin ir más lejos, diría que la esencia, los mejores niveles de este divertido título son los que deberemos correr mientras nos persigue una roca, o también los que tendremos que andar sin parar apenas hacia delante. No os engañéis, tenemos ante nosotros a un pilar de lo que acabó siendo con la tercera entrega, solo que aquí estaba aún por pulir.

También hay que decir que nos encontraremos con algunos jefes finales. Aquí, también nos encontraremos con algunos más o menos sencillos, y otros realmente más difíciles. Que decir que sería mucho más costoso si no se hubiera cambiado el sistema de guardado. Pienso que esto ha sido todo un acierto. En el juego original, teníamos que avanzar hasta un lugar en el mapeado para así poder guardar. En esta ocasión, podremos hacerlo desde el mapa cuando queramos.

Completarlo, una quimera

Una de las razones en las que hemos tardado tanto en traeros el análisis ha sido esta. Quien quiera lograr en su totalidad todos los trofeos del juego, deberá de pasar por una auténtica odisea. Merece la pena decir que hará falta mucha paciencia para conseguir la reliquia de oro en niveles como Road to Nowhere o High Road. Todo el que quiera un reto, lo tiene en este juego. Aunque también hay que decir que así es como se amortiza más el título. No solo están las reliquias como coleccionables, sino las gemas. Las de colores, tendremos que superar un nivel sin morir para obtenerla.

Imposible obviar el factor nostálgico

Desde que vimos el primer adelanto hasta que nos completamos el juego, es imposible obviar el importante factor nostálgico que recae sobre él. Muchos preferirán el juego original, con sus sonidos nativos, y otros este gran trabajo. No les culpo ni a unos ni a otros. Ambos títulos poseen muchas y buenas aptitudes. Fue un título creado por un estudio en ese tiempo no muy conocido (Naughty Dog), con el que empezó a coger fama y a hacer las cosas muy bien. El de ahora es un gran lavado de cara, ambos sirven para antiguos seguidores y también para captar nuevos claro está. Una cosa os garantizo, los seguidores del juego original quedarán satisfechos al encontrarse este regalo. Al menos es como yo lo pienso claro, pocas veces hay unanimidad en estos casos.

No menos importante es su mítica banda sonora. A lo largo de todo el juego, nos acompañarán unas melodías muy pegadizas. Posee un mítico tema principal que nos acompañará desde el principio, pasando por otros que son bastantes menos llamativos, pero que igualmente cumple su función. Sin duda, es uno de las características donde el juego más destaca. Personalmente, pienso que es algo indispensable. Este juego no sería lo mismo sin esta música, de eso estoy seguro.

Coco, una interesante alternativa

Originalmente, la hermana de Crash, Coco no podía ser usada en el juego en su totalidad. Solo estaba la excepción obligada de algunos niveles. Podríamos decir, que al jugar con este personaje iremos un poco más rápidos. Lo más justo, sería decir que parece un poco más ágil. Realmente no hay mucha diferencia jugable entre ambos personajes. Más bien es una alternativa por si se nos apetece cambiar de personaje.

Más y mejor en la próxima entrega

Como estamos ante una trilogía, pienso que al ser tres juegos se merecen cada uno sus respectivos análisis para poder hacerle justicia a tan emblemática serie. El primer Crash Bandicoot fue una buena piedra de toque. Un título con algunos fallos, pero que asentó unas buenas bases para lo que nos deparaba. Aquí nos encontraremos con una puesta a punto muy pulida del juego audiovisualmente. Es cierto que la jugabilidad se mantiene casi intacta, pero no es necesariamente malo. Podremos guardar cuando queramos, todo un acierto. Todo el recorrido, iremos acompañado de una genuina banda sonora. Acompañemos a Crash o Coco en este plataformas que a día de hoy, está más vivo que nunca. ¡Crash ha vuelto para quedarse, y con mucha fuerza!