KUNAI – Análisis PC (Steam)

KUNAI: la rebelión de los robots

Hoy vengo a hablaros de Kunai, un metroidvania bastante simpático en todos sus aspectos, desarrollado por TurtleBlaze y publicado por The Arcade Crew. Kunai nos sitúa en un ficticio planeta Tierra donde solo quedan robots, ya que la humanidad ha ido siendo «reemplazada», sometidos todos bajo la tiranía de Lemonkus. Nosotros somos Tabby, una Tablet asesina que ayudará a los miembros de la resistencia a acabar con Lemonkus para que vuelva la paz.

Un argumento simple pero suficiente

Lemonkus era una ingeniera con una idea muy clara: dejar un mundo mejor: Perfeccionarlo. Sin embargo, en su lucha para conseguirlo se vio consumida por este pensamiento, hasta el punto en que llegó a la conclusión de que los humanos no eran necesarios y que, al final, lo mejor sería hacer otro planeta. Nosotros somos la última creación de esta ingeniera, en su último momento, decidió que alguien tendría que traer esperanza.

Y hasta ahí el argumento del título, la verdad. Nos uniremos a la resistencia e iremos a derrotar a Lemonkus. Entre medias no es que pase nada excepcional o haya algún giro en la historia ni nada. Absolutamente, nada. Una simple excusa para poder matar todos los robots rebeldes que encontremos. Y no le culpo, de hecho, por tal y como se desarrolla el juego, es prácticamente innecesario que la historia se desarrolle más de estos puntos.

Entre medias tendremos algunos enfrentamientos contra jefes, desbloquearemos algo de equipo, y nos reiremos de vez en cuando con los toques de humor que tiene el juego, ya que muchos NPCs son prácticamente memes andantes. Además, el propio juego es una referencia a otros títulos del género, especialmente a la saga Metroid.

Una delicia jugable

Ahora bien, si la historia no es el punto más fuerte de este título, sí que lo es su aspecto jugable. Kunai es en resumen un plataformas clásico 2D con controles actuales y una fluidez increíble, que pone el punto clave en todo esto. Los movimientos de Tabby son ágiles, muy fluidos, y gracias al arsenal del que dispone, esto va mejorando con nuestro progreso. Además, en cuanto al salto, este funciona por presión en el botón, a más, más alto.

Dentro de que el movimiento es lo que más me ha gustado, tengo que decir que el combate por su parte es bastante sencillo. De inicio tenemos una katana que absorbe la energía de los enemigos al derrotarlos, la ventaja es que se puede atacar continuamente e incluso si atacamos desde arriba rebotar y continuar con el ataque.

Esto facilita bastante el inicio, de hecho, en cuanto a dificultad en combates, quitando los jefes finales, el título es bastante sencillo. Donde tendremos más dificultades es en las partes plataformeras, que es cuando más exigente puede volverse el juego, ya que podemos morir fácilmente por culpa de trampas o caídas al vacío. Aclaro que el título recurre mucho a estas áreas de plataformeo puro, y en parte es normal, ya que nuestro principal extra son los Kunais.

Salta, engánchate y ataca

Nuestra herramienta principal para el desplazamiento, aparte de poder correr y el doble salto (se consigue pronto), son los 2 kunais que encontraremos al poco de comenzar nuestra aventura. Esta no es una herramienta ofensiva como podría pensar uno, sino que se trata de una herramienta puramente de desplazamiento.

Estos kunais quedan asignados a los gatillos del mando, cada uno en una dirección, izquierda y derecha, y siempre hacia arriba en diagonal. De igual manera que solo podemos atacar y movernos en 4 direcciones, los kunais solo permiten este desplazamiento en diagonal en dos direcciones, izquierda y derecha. Este se enganchará en casi todas las superficies, permitiendo un rápido movimiento cual ninja asesino.

De hecho, es la herramienta principal de Tabby, ya que se usará de principio a fin y es la que nos permitirá llegar a prácticamente cualquier parte. El movimiento enganchado en superficies es muy fluido y hace la jugabilidad bastante dinámica. Más adelante, en nuestra aventura, tendremos disponibles unos shurikens eléctricos, una ametralladora y un lanzacohetes. Esto terminará de facilitar la aventura bastante, ya que una vez tengamos el lanzacohetes lo tendremos «todo hecho» y nos dedicaremos a matar o bien explorar.

Mejoras de Tabby

Como todo metroidvania, nuestro personaje podrá mejorar según avancemos, y no solo mediante la adquisición de nuevas herramientas o armas. Tabby puede adquirir nuevas habilidades desde la Tabby Store, solo disponible cuando estamos cerca de… un router… y nos conectamos vía wifi para recibir estás «actualizaciones».

Para conseguir estas mejoras simplemente tenemos que ir consiguiendo la moneda del juego, Tabos, eliminando enemigos por doquier y explorando en busca de cofres u objetos rompibles. No es muy necesario pararse a farmear, ni mucho menos. Es más, he acabado el título con todas las mejoras sin necesidad de invertir tiempo en ello. Cosa que incluso se agradece, ya que para mejorar la Katana sí hará falta parar un poco a conseguir monedas, pero… no hace mucha falta mejorarla.

Por otra parte, tenemos los fragmentos de salud escondidos por el mundo. Como de costumbre no es que estén muy visibles, escondidos siempre detrás de una pared oculta en el lugar menos esperado. Cuando tengamos 4 se añadirá un pequeño fragmento a nuestra salud.

Un mundo a explorar

Y si bien todo metroidvania hoy día tiene un sistema de mejora de personaje, no puede faltar el componente de exploración y/o back tracking. El mundo de Kunai si bien no es que sea muy grande, se puede completar el título entre 4-5 horas sin problemas, sí que me ha resultado un mundo interesante de explorar. Su desarrollo es casi lineal, siendo el back tracking no tan abusivo como en otros títulos.

Un pequeño detalle que no hace aburrida la exploración, y aunque parezca simple, es que cada zona del juego hace uso de una paleta de colores diferente y algún enemigo nuevo. Uno de los problemas más básicos es la sensación de repetición, y Kunai lo evita de esta manera tan sencilla.

También entra en juego más factores para que su mundo sea agradable. Mientras viajamos por ahí, podemos encontrarnos con NPCs que nos harán más amena la visita, encontrar nuevas recompensas como corazones de vida o monedas, un nuevo atajo a alguna zona o incluso sombreros. Y sí, he dicho bien, SOMBREROS.

El coleccionable maestro del juego, aquel que nos alimentará las ganas de explorar en cada área, acercarnos a cada pared para ver si es falsa, se trata de sombreros. Podemos personalizar a Tabby con diferentes sombreros, y… ¡Es que queda más mona a cada uno que encontramos!

Ahora volviendo un poco a la seriedad, es un mundo algo «complejo», vivo y muerto, se puede ver como las altas esferas viven como quieren (tienen hasta pizzerías y un maid café) y los demás están condenados a morir obsoletos. Se puede apreciar mucha tecnología humana que los robots incluso desconocen lo que es, y otra que para ser un juego «futurista», recuerda más bien a civilizaciones antiguas. Es muy curioso ver como se desenvuelve la vida en esta peculiar versión de la tierra hablando con cada robot que nos encontramos.

Conclusiones

Kunai es un metroidvania casi pacífico, muy sencillo y sin excesiva dificultad, disfrutable para todos los públicos. Y aunque no es a lo que estoy acostumbrado a jugar por su dificultad, reconozco que ha sido una muy buena experiencia, aunque corta. Jugabilidad muy fluida y dinámica, una aventura que se hace muy amena y una buena cantidad de sentido del humor en sus diálogos, ayudados de una magnifica localización a nuestro idioma. 

En definitiva, Kunai es un título que me ha encantado y recomiendo jugar. Aunque Tabby no es que hable, siempre la recordaré como la tableta más simpática, letal y expresiva.

Nota: 8/10

* De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Cosmocover.