Lovecraft’s Untold Stories 2 – Análisis PC

Lovecraft's Untold Stories 2

Lovecraft no estaría orgulloso de esta secuela.

Lovecraft es, sin duda, uno de los escritores más importantes de la historia, especialmente si nos centramos en el terror. Sus obras han conseguido asustar a varias generaciones, llegando incluso al punto de que obras en otros medios han sido basadas en sus relatos. Un gran ejemplo, que probablemente todo el mundo conocerá, es Bloodborne, el genial título de From Software que llegó hace ya varios años en exclusiva para PS4, y el cual basaba su ambientación y diseño de enemigos en las criaturas descritas por H.P. Lovecraft. Aunque lo parezca, debido a que los demás no son tan conocidos, existen otros títulos que basan su ambientación y demás en las obras de este autor, y hoy vamos a hablar de uno de estos videojuegos.

Probablemente uno de los dichos más repetidos, ya no solo en la industria del videojuego, sino también en la del cine y la televisión, es que las secuelas nunca son buenas. Sí, naturalmente todos tenemos en mente videojuegos que tuvieron secuelas mucho mejores que los originales, y probablemente esta sea la norma general, pero el dicho es ese. Lo curioso es que esto tiene su sentido, no por el hecho de que todas las secuelas sean malas, sino porque desarrollar una secuela es, de hecho, más complicado que hacer un nuevo videojuego. Sí, las bases las tienes, y si el primer título fue aclamado probablemente esta secuela consiga vender bien, pero la presión de estar a la altura del original podría ser demasiado para el equipo desarrollador.

En este caso vamos a hablar de Lovecraft’s Untold Stories 2, una secuela de un videojuego que llegó en el año 2019, y que gustó a los usuarios, y recibió críticas relativamente favorables por parte de los medios especializados. Esto llevó a muchos a pensar que nos encontraríamos ante un buen título, pero debo deciros que esta secuela falla en la mayoría de aspectos, pero a continuación os explicaré por qué.

Gameplay ortopédico y aburrido

Vamos a empezar por la que es la piedra angular de la mayoría de los videojuegos, y la que es la mayor piedra en el zapato de este título (que no la única). Para empezar, el gameplay de este título es, para que nos entendamos, algo del estilo de Diablo, principalmente por la situación de la cámara y la forma de controlar al personaje, pero que a la hora de la verdad se acerca más a una mezcla de elementos de otros títulos.

Para empezar, el control del personaje es bastante tosco, da igual si lo juegas con mando o con el teclado directamente, el personaje se siente lento e incómodo de usar, pero este no es el mayor de los problemas. Lo malo viene cuando hablamos de lo que es el combate, y es que la tosquedad del movimiento del personaje se queda en nada en el momento que probamos a disparar a un enemigo.

Acertar a los enemigos es una completa odisea, principalmente porque cuesta bastante ver a donde estás apuntando, así mismo las armas no sientan bien al ser usadas, porque precisamente no resultan para nada efectivas contra los enemigos, los cuales no parecen regirse por nunca inteligencia artificial realmente inteligente, dedicándose únicamente a realizar movimientos ridículos que consiguen colmar la paciencia al poco momento. A todo esto hay que añadirle el tema de la recarga de armas, siendo esta automática y muy lenta, además de que se cancela al hacer algún esquive, a lo que se le une las hordas de enemigos para hacer de la dificultad de este videojuego una nada bien medida, y que consigue desesperar más que otra cosa.

Una ambientación interesante, pero que no lleva a ninguna parte

Sinceramente este es el único punto a favor que he podido sacar a esta secuela y es que sí, es posible negar que la ambientación de este título, y lo que intenta hacer con ella es tremendamente interesante, algo que era natural viniendo de donde viene, pero que sin duda es necesario señalar.

Sí, probablemente el primer título, en cuanto a ambientación y demás era mejor, y es que lo era, además de que el resto de apartados acompañaban, por lo que también hacía que se viera con mejores ojos, pero en esta secuela hemos visto una mejora en el apartado gráfico, lo que ha ayudado bastante. El diseño puramente visual de los escenarios y los enemigos que nos encontraremos son francamente buenos, aunque siempre hay un pero. En este caso el problema lo vamos a poner en la monotonía de los escenarios, y es que muchas veces parecen iguales, con pequeñas variaciones pero prácticamente iguales, lo que no ayuda nada a la sensación de inmersión.

Una de las piezas que normalmente suele acompañar a la ambientación, para conseguir engrandecerla, o para simplemente acompañar a esta, es la banda sonora. En este caso no podemos decir esto, y es que esta no resulta en absoluto memorable, tanto así que antes de escribir este texto tuve que comprobar que hubiera banda sonora, porque no era capaz de recordar ni una sola canción de esta.

Bugs, muchos bugs

En este caso tenemos que hablar de los problemas encontrados en este título, pero no solo quiero centrarme en los errores técnicos de este título (que los tiene, y bastantes), sino que también es necesario hablar de los problemas mecánicos de esta aventura, y es que en muchas ocasiones me ha costado bastante discernir si se trataba de una cosa o de la otra.

Para empezar, el problema de quedarse atrapado entre objetos o entre enemigos es muy común, precisamente por la cantidad de enemigos que suele haber en pantalla. Este es otra forma en la que el título consigue estresar, ya que la mayoría de estas veces acabaremos muriendo, ya sea porque un enemigo nos mate sin que podamos movernos, o porque simplemente el juego nos mata por alguna razón que sigo sin entender.

A esto se le pueden añadir múltiples errores más técnicos, como diversas texturas que funciona de forma irregular, armas que nunca recargan, o el que más denota la falta de cariño en este título: los diálogos que se salen de los bocadillos.

Conclusión

Lovecraft’s Untold Stories 2 es un juego que falla en la mayoría de los apartados, convirtiéndose en una secuela a medio cocer, con buenas ideas, pero una ejecución que hace que no merezca la pena. No creo que sea totalmente descartable una historia de redención, con los desarrolladores trabajando para traer un producto a la altura de la entrega original, y que deje el nombre de Lovecraft en un buen lugar, pero por ahora, al momento del lanzamiento, no podemos decir esto ni mucho menos.

Probablemente sus mayores problemas tengan que ver con la jugabilidad, la cual se siente tosca, aburrida y sin ninguna gracia, recordando incluso a los controles tipo tanque de los Resident Evil original. El problema es que lo malo no se queda ahí, porque diversos de problemas, tanto de diseño como técnicos, consiguen empañar aún más la experiencia, dejando como únicas bazas un apartado gráfico que no sorprende, aunque si lo hace bien, y una banda sonora que pasa totalmente inadvertida durante la aventura.

4

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Fulqrum Publishing vía Terminals.io.