Odallus: The Dark Call – Análisis PS4

Odallus: The Dark Call – Los olvidados

De vez en cuando entre tanto juego triple A y con apartados gráficos mucho más modernos, toca hacer un descanso. Los juegos clásicos que han llevado a los videojuegos a donde están siguen teniendo su sitio, haciéndose todavía muchos dentro de este estilo. Este es el caso de Odallus: The Dark Call, un juego que no esconde su gran inspiración, Castlevania, pero que adopta una profundidad mucho mayor en muchos de sus aspectos.

El equipo brasileño de JoyMasher realizó una campaña de financiación mediante Indiegogo donde recaudaron 6771 euros, siendo la recaudación un total del 150%. Esto permitió al equipo hacer el juego y publicarlo en 2015. Ahora 5 años más tarde, ha llegado a consolas, y os contamos que tal nuestra experiencia.

Una tierra olvidada por los dioses

Odallus: The Dark Call recae un poco en el clásico de las deidades que han dejado de lado a la humanidad, dejando que esta se consuma por la oscuridad. Los humanos se han convertido en monstruos, corrompidos por un misterioso poder y están acabando con todo.

Nuestro protagonista Haggis, un antiguo soldado que perdió todo menos a su hijo. Mientras estaba cazando fuera del pueblo, se vio atrapado por el calor de una hoguera, hasta que escuchó un extraño sonido proveniente de su aldea. Al llegar descubre que está en llamas y lleno de peligros. Según progresamos en nuestra corta historia descubriremos que todo es obra de seres superiores, reclamando lo que «es suyo».

Por nuestra parte, iremos enfrentándonos a lo largo de 8 niveles a los diferentes enemigos y ganando nuevos poderes con los que enfrentar a todo este mal y encontrar a nuestro hijo. Quizá sea algo cliché en este tipo de juegos, pero lo cierto es que su desarrollo es bastante bueno. Si prestas atención acabas enganchado en este universo, que es más rico de lo que parece.

Aventura clásica ligeramente modernizada

Voy a comenzar hablando por una cosa que me ha parecido bien llevada es la mezcla de Castlevania clásico, pero con un toque de metroidvania más moderno, algo similar a lo que los fans de Castlevania pudimos ver en Castlevania: Rondo of Blood. Según avanzamos en la historia podemos seleccionar niveles y desbloquear rutas alternativas, teniendo la opción de regresar en todo momento con las mejoras obtenidas.

Esto como es costumbre en un Metroidvania nos servirá para terminar de encontrar todos los secretos y desbloquear alguna que otra cosilla extra que nos hará la vida mucho más fácil. Aunque eso sí, confieso que los secretos no es que estén excesivamente ocultos o sean difíciles de descubrir, algo que le resta un poco de gracia al explorar. Aunque si tenemos el 100% del juego veremos una secuencia final mucho más interesante.

Los niveles por su parte, son bastante buenos, con muchas rutas y enemigos propios de cada nivel. Algunos se repiten, pero no es algo excesivo. Los jefes finales e intermedios de algunos la verdad que, por norma general, si has pillado las mecánicas, no son muy complicados. Aunque como de costumbre existen un par de ellos que tendrás que enfrentarlos repetidas ocasiones hasta que te quedes con sus patrones, convirtiéndose en todo un desafío.

Jugando a lo básico, pero con mejoras

Para terminar de mantener esa esencia de juego retro de la época de los 8 bits, el juego acude también una jugabilidad sencilla, clásica y reconocible. Saltar, atacar y el arma secundaria. Más adelante tendremos diferentes habilidades como el doble salto o la posibilidad de «dashear» que aportan un extra en la jugabilidad, haciendo de lo retro algo más dinámico.

En cuanto a las armas secundarias vemos un diseño algo diferente, esta vez las almacenaremos en unidades, pudiendo comprárselas a un mercader en mitad de los niveles. Ya no hace falta coleccionar un objeto extra por el nivel, y además se puede ampliar el total almacenables mediante las mochilas «escondidas» por los niveles. Aparte de esto, también podemos comprar salud y talismanes de resurrección, por si morimos, volver a un punto de control.

Algo que he notado un poco raro han sido los controles, que en alguna ocasión no han respondido como quería, o bien todo lo contrario, sobre respondiendo a lo que pulsaba. No sé si esto es cosa mía, que juego a «bastante velocidad» por lo general en cuanto a pulsar botones, o es más cosa del título, pero ahí está presente.

En general tenemos un buen título jugable, que trae ese toque de clásico puro, pero que detrás de su apartado visual, se esconde algo más moderno. Y los que busquen un desafío superior, les aguarda el modo veterano, que cambia enemigos y localización de los secretos.

Arte y banda sonora

Por último, hablar un poco de este apartado. El juego tiene una estética pixel art de 8-bit pero sin las limitaciones que había en su momento, con bastante detalle en el escenario y unos fondos que siempre terminan de aportar el punto extra. Los enemigos por su parte, aparte de ser bastantes, también cuentan con buenos diseños y sprites, así como unas animaciones correspondientes a la época. Los más fans del aspecto retro también podrán disfrutar del título con un filtro de monitor CRT.

En su apartado sonoro tenemos una banda sonora de Tiago Santos, que también se mantiene en esa música tan reconocible de la época de Nintendo, os la dejo integrada para que podáis escuchar las diferentes pistas.

Conclusiones

Si te gustan los juegos retro, en especialmente Castlevania, este juego es todo un homenaje en su propio universo y que deberías jugar. Por mucho que use elementos, Odallus: The Dark Call se mantiene en si mismo sin problemas. Con una buena historia, jugabilidad y dificultad, recuerda perfectamente a esos juegos de la NES que tanto se echan en falta hoy día, además de un buen acompañamiento musical, que nunca está de más.

Y aunque el juego te pueda durar la primera vez unas 3-4 horas, siempre puedes intentar conseguir el 100% y todos sus trofeos, que ya os aseguro hace falta mucha habilidad para obtenerlo todo.

Nota: 9/10

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Digerati.