Por qué no dejar pasar Bloodborne

Bienvenidos a Yharnam

[dropcap]D[/dropcap]esde principios de este mes, Bloodborne está disponible para descargar de forma gratuita para aquellos que estén suscritos al servicio PS Plus. Desde entonces, un gran número de usuarios ha estado probando este título generando todo tipo de opiniones, dado que se trata de una obra cuyas mecánicas, narrativa e historia se diferencia del resto de videojuegos.

En el principio del juego, tras una infusión de sangre despertarás en la clínica de Iosefka, en ella enfrentarás rápidamente al primer enemigo, un gran lobo con altas probabilidades de que te mate en dicho primer encuentro. A partir de entonces da inicio a una gran cacería de bestias que no tiene fin, con el fin de sobrevivir la larga noche que asola a Yharnam. Si te preguntas –¿De qué se trata la infusión de sangre del principio? ¿que son esas bestias?- Bloodborne no responderá a estas dudas convencionalmente, de hecho, podrías pasarte el juego y no enterarte de nada.

Por ello, la primera impresión que pueden tener aquellos que se inicien con Bloodborne (entre todos los juegos con el espíritu de la saga Souls) es que más allá de la dificultad, se trata de un juego en el que mucho se lucha y poco te cuentan que está pasando. Sin embargo, a través de este artículo quiero ofrecer una perspectiva distinta a quien no se sintió convencido y también a quien aún no ha probado al que considero como uno de los mejores juegos de la actual generación.

Bloodborne

A cuentagotas

La forma en que Bloodborne cuenta su historia es prueba de que From Software entiende a la perfección (o casi) cómo funciona el lenguaje del videojuego. No habrá un NPC que nos hable de manera interminable intentando explicarnos las cosas, ni un montón cinemáticas enlatadas. Esto se justifica de manera simple pero magistral dentro de la historia: Nuestro personaje será un extranjero (tal como el jugador lo es dentro de un nuevo videojuego) y pocas personas quedan en la ciudad que puedan contarnos demasiado. Además, quienes algo saben, guardan celosamente sus secretos, porque si algo es valioso en Yharnam, es el conocimiento.

Entonces, ¿donde encuentro la información acerca de lo que está pasando o lo que ya ocurrió? Pues, el título hace uso de cada elemento que lo conforma, desde sus locaciones, edificios, armas, trajes y sobretodo en sus objetos. Pequeñas pinceladas y miles de detalles que en principio pueden pasar desapercibidos por el jugador. Y vaya, me olvidaba del jugador, él mismo forma parte de estos elementos, como parte activa de la narrativa y su interpretación. Porque Bloodborne es tan abierto en cuanto a interpretaciones que su densidad la define el mismo jugador.

La superación es personal

Aunque tengo muy claro que este no es un juego para todo el mundo, no me canso de recomendarlo a quien busca un autentico desafío y tenga la paciencia suficiente. Porque el reto y la sensación de peligro es constante, el juego se toma la libertad de presionar constantemente al jugador y restarle parte del progreso conseguido ante cualquier descuido a un ritmo que choca directamente con lo que acostumbra el medio actualmente. Desde el principio, Bloodborne te declara sus intenciones, desde que el lobo de la clínica de Losefka acaba con nosotros, dándonos luego las herramientas suficientes como para volver y conseguir vencerlo.

Tan solo unos pocos minutos de juego, en los que se describe el que creo que es el mayor acierto de este juego y de sus hermanos espirituales. En esta mecánica de superar la frustración y permitirle al jugador ver y afrontar los desafíos de una forma diferente. En la que lejos de rendirse y tumbarse por una derrota aparentemente imposible de superar, nos incita a seguir intentado y cada vez hacerlo mejor. Porque la recompensa es más valiosa que cualquier ítem, es personal.

Bloodborne