Werewolf: The Apocalypse – Earthblood – Análisis PS5

Werewolf: the apocalypse

Werewolf: The Apocalypse – Earthblood – Desata tu rabia

Werewolf: The Apocalypse – Earthblood es un título que, para los que no lo supiesen como yo, pertenece a algo más grande, el universo de «World of Darkness«, una serie de juegos de rol de tablero de la década de los 90s. Pero como yo soy un caso perdido, y acababa de nacer de aquellas, me he enterado recientemente, y puede ser un dato tonto, pero es importante para comprender su mundo, porque aquí los hombres lobo son reales, así como otras misteriosas fuerzas o el mundo espiritual. De hecho, nosotros mismos encarnaremos a Cahal, un Garou (hombre lobo), que lucha por acabar con la corporación Endron, quienes están destruyendo por completo a Gaia, la madre tierra, mediante la explotación de sus recursos. Sin embargo, como todas las corporaciones de videojuegos, también esconden secretos…

Nosotros hemos tenido la oportunidad gracias a Nacon de jugarlo antes de su lanzamiento, y por eso os traemos este análisis de Werewolf: The Apocalypse – Earthblood, el cual te invitamos a leer.

Redención y salvación

La historia de Werewolf: The Apocalypse – Earthblood no es tan sencilla como la he descrito en la introducción del análisis, pues hay bastantes más fuerzas en juego que simplemente una manada de Garous contra Endron. En el universo de este juego hay más fuerzas, como dije, principalmente en este título enfrentaremos al «Wyrm», una fuerza cuyo cometido es destruir lo viejo para dar paso a lo nuevo, pero siempre de manera equilibrada junto a Gaia.

Endron es una corporación al servicio del Wyrm, que ha ido descontrolándose más y más debido a la acción humana, hasta el punto de querer hacerse con todo y corromperlo todo. Obviamente, Endron está acabando con todo, por lo que el paso del Wyrm es sencillo, así como el poder que este puede adquirir gracias a toda la destrucción de recursos. Sin embargo, no todo el mundo está a favor de Endron, pues los defensores de Gaia y los espíritus guardianes saben lo que realmente está ocurriendo.

En nuestro caso tomaremos el papel de Cahal, un Garou veterano que junto a su túmulo trabajan para evitar la expansión de Endron, tanto en su zona, como en todo el territorio, saboteando todas las construcciones que estos hagan. Nuestra historia realmente se divide en 2 diferentes, pero que ambas acaban hilándose automáticamente y de buena manera. Tenemos la historia personal de Cahal, que, tras abandonar a su túmulo y su hija, regresa para ayudarles a combatir Endron, y a la vez toda la historia que rodea a Endron, sus experimentos y el Wyrm.

No quiero hacer spoilers de la historia, especialmente tratándose de un análisis en salida del juego, así que no cuento más detalles, pero sí decir que si algo tiene bueno es que a cada nivel se introducen nuevos elementos, haciendo que, aunque sea ligeramente predecible, te enganche y quieras continuarla.

Dialoga, investiga, explora

Para el desarrollo de la historia, sin meternos directamente en avanzar de principio a fin, el juego utiliza diferentes recursos. La historia se divide en 2 tipos de nivel: nivel de historia y fase abierta. En las fases abiertas estaremos en la base de operaciones, donde podemos hablar con algunos personajes, buscar documentos que aportan más a la historia, y completar algunas misiones secundarias de búsqueda de espíritus, que nos ayudarán también a ganar experiencia.

Por otro lado, una vez estamos en los niveles de historia, véase cuando estamos infiltrados en alguno de los edificios de Endron, las opciones son algo más limitadas en este sentido. Los documentos de los niveles solo son un par por cada uno, llegando incluso a encontrar algunos repetidos, cosa que me ha molestado un poquitín. También en estos niveles, puede haber algún objetivo secundario como encontrar un NPC y sonsacarle información, es aquí donde entra el sistema de diálogos, que nos permite tomar «decisiones» para terminar de una manera u otra, o simplemente pulsar el R1 y liarnos a palos con todo.

Este sistema de dialogo también se usa fuera, en las partes de mundo libre, cuando hablamos con alguno de los personajes importantes. Aquí lo aprovecharemos para aprender más sobre el túmulo, los Garou o el mismísimo Cahal, de manera que ampliaremos los conocimientos sobre el universo en el que se desarrolla Werewolf: The Apocalypse – Earthblood.

Las opciones de exploración, se ven recompensadas principalmente con experiencia, ya que suele haber algún espíritu que encontrar, pero realmente se limita a esto y a encontrar rutas alternativas durante nuestras infiltraciones. Me esperaba algo más en este sentido, porque los niveles se podrían haber aprovechado mucho más que para ir avanzando de sala en sala, en sigilo o matando.

Sé una bestia, o pasa desapercibido

Y ahora sí, llegó el momento clave, vamos a hablar de la jugabilidad de Werewolf: The Apocalypse – Earthblood, que lo cierto es que es bastante buena, y diría que uno de los motivos por el que comprar el título.

Nuestro Garou, Cahal, tiene hasta 3 transformaciones diferentes cuando se trata de dejar de ser humano, 2 de ellas dedicadas al combate y otra para la exploración y el sigilo. Fuera de combate podemos alternar entre humano y lobo, mientras que dentro del combate optaremos por la forma ágil y otra más pesada y resistente. Eso sí, las transiciones entre un modo u otro es un lujo, así que vamos a hablar un poco de las 2 maneras de jugar: en sigilo o a lo bestia.

Sigiloso como un lobo

Comenzando por el sigilo tenemos pequeños elementos que usar a nuestro favor, pues Cahal cuenta con una ballesta que nos servirá para diferentes cosas, aunque la munición es bastante limitada, al menos así parece en dificultad difícil. Esta ballesta, si compramos la mejora mediante las habilidades, nos servirá para inutilizar cámaras y sabotear puntos de aparición de enemigos, saliendo estos a la mitad de salud, pero también para eliminar algún enemigo en específico que esté molestando en el camino. Aunque esto ya nos pone en riesgo, porque para usarla tendremos que estar en forma humana, que se nos ve más y nos movemos más lentos.

Aquí es donde entra la forma de lobo, donde somos más pequeños, rápidos y sigilosos, especialmente con una de las mejoras disponibles. En esta forma nos centraremos en atrapar a los enemigos por la espalda para su ejecución sigilosa, colarnos por los conductos de ventilación, acceder a salas y llegar a terminales para desactivar cámaras y abrir puertas o pasar desapercibidos detrás de las cajas. Lo cierto es que la parte de sigilo está bastante bien, es entretenida y desafiante, porque según avanza el juego es más complejo en cuanto a los enemigos que hay en los niveles.

Lo único malo, es que la IA no siempre se luce como debería, y podéis juguetear de vez en cuando con algunos enemigos, algo que entorpece la experiencia, pero que por suerte no ocurre demasiado a menudo.

Destroza todo a tu paso

Como bestias que somos, tenemos también la opción de entrar y arrasar todo a nuestro paso. Sin miramientos, entrar y convertirnos en bestia. En este sentido hay que tener cuidado, porque sí, al principio los enemigos son muy sencillos y solo hay que tener cuidado con la munición de plata, que infringe daño que no se puede curar, pero de camino al final salen auténticas bestias de enemigos que estarán a nuestro nivel prácticamente, y son duros de pelar.

Aun así, hay muchas situaciones que estamos obligados a combatir, pero es que te da igual, porque el combate de este juego se disfruta muchísimo. Una vez estamos dispuestos a pelear, el movimiento es libre, tenemos fijación de objetivo, y es todo bastante frenético. Nuestro arsenal es «básico», ataque fuerte, normal, esquive y ataque con salto, acompañado por supuesto, de habilidades para atacar y una específica para curarnos. También disponemos de una «transformación especial» que une lo bueno de las dos formas, convirtiéndote en una fiera capaz de destruir todo a tu paso.

Mientras combatimos ganaremos rabia que nos permitirá ejecutar dichas habilidades, y es importante mantenerla siempre en alto para poder hacerlas, porque la de curación es esencial. Para ello, además de pegar y pegar y seguir pegando a todos los enemigos, podemos usar unas petacas que recargarán la rabia antes del combate.

En general, el sistema de combate me ha parecido excelente, rápido y desafiante, hay que estar atentos para poder reaccionar a todos los ataques y esquivarlos, así como para atacar rápidamente. Alternar entre diferentes formas para poder matar algunos enemigos, tomar mejores posiciones, diferentes habilidades, hace que además tengas que tener un poco de estrategia. Los enemigos además consiguen que sea entretenido, porque prácticamente a cada fase vamos a descubrir un nuevo tipo de enemigo, así que estamos en constante cambio y aprendiendo algo nuevo.

La evolución de Cahal

Algo que me ha resultado muy interesante del título, es que no ganamos experiencia como tal por matar enemigos, la conseguiremos principalmente conectando con los espíritus salvajes que hay por el mundo. Obviamente también conseguiremos estos puntos de experiencia al completar las misiones, especialmente las secundarias, que dan grandes cantidades. Muchos de estos los vamos a encontrar en las partes de juego libre, y otros en los edificios de Endron así que hay que usar una visión especial constantemente que nos dejará ver estos espíritus, además de los enemigos y amenazas generales.

Cada nivel nos dará un puntito de habilidad, el cual invertimos en un pequeño apartado de habilidades que se centran un poco en las diferentes formas, de manera que según nuestra manera de jugar podemos ir por un lado u otro. No son excesivamente muchas, ni nos tenemos que complicar, se explican muy bien todas, y la gran mayoría son bonificaciones pasivas, así que es todavía menos quebradero de cabeza. Y si no os convence cómo estáis evolucionando a Cahal, podéis resetear las habilidades. Eso sí, yo al menos llegué al final sin tener todas las habilidades, y en difícil, así que o exploro menos de lo que creía o simplemente la cosa va así.

 

Apartado técnico

Aclarar, antes que nada, que hemos jugado una versión del juego antes de salida, por lo que algunas cosas pueden llegar a cambiar cuando el título esté a la venta, que es la fecha de publicación de este análisis, aunque no hay muchas cosas malas que decir, la verdad.

El juego lo hemos analizado en su versión de PlayStation 5, disfrutando así de las mejoras que la consola ofrece a nivel de potencia respecto a PlayStation 4. El juego goza de buena calidad visual, sin llegar a decir que es un título de nueva generación, pues es intergeneracional, pero donde más destaca es el rendimiento. Hemos disfrutado del juego con una tasa de FPS constantes,  lo cual ya debería ser la norma general en esta generación, y junto a unos tiempos de carga mínimos, casi inexistentes.

En cuanto al sonido, no he podido observar una «gran banda sonora» en general, ya que gran parte del juego consta de ligeras melodías ambientales y los efectos de sonido, siendo lo más destacable la pista de combate, que es puro rock destructivo. Estaría bien algo más en este sentido, pero tal y como está, realmente es suficiente.

La traducción del título, en esta versión, aún contiene algún fallo que otro, pero nada importante. Y la única pega realmente, un poco por tiquismiqueo, es que las cinemáticas del juego parecen de una versión de PlayStation 3. Son las típicas pregrabadas que cargan el vídeo y rompen por completo la situación, tanto a nivel visual, como narrativo, y no sé, desencajan bastante.

Conclusiones de Werewolf: The Apocalypse – Earthblood

Werewolf: The Apocalypse – Earthblood es un título que me ha sorprendido de manera muy grata, tanto por la evolución de su historia, como por su jugabilidad, que es bestialmente disfrutable. Es un título que, quitando una breve zona, se mantiene con un buen ritmo, constantemente introduciendo nuevos elementos y que no es para nada aburrido, aunque sí hubiese disfrutado algo más de dificultad con los jefes finales, simplemente rejugabilidad o más profundización en el lore. En ocasiones se nota que es un juego intergeneracional, pero goza de un buen apartado gráfico y rendimiento, así como un buen aprovechamiento del nuevo hardware de PlayStation 5.

El equipo de Cyanide Studio ha conseguido crear un buen título, que para mí al menos, sin tener ni idea de todo lo que rodeaba a este título, me ha gustado bastante y cada hora de juego la he disfrutado. Solo espero ver, porque esto tiene pinta de continuar, una nueva entrega con el éxito que espero que coseche.

Nota: 8,5/10

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Nacon España.