Dexter Stardust: Adventures in Outer Space – Análisis Nintendo Switch

Salir de Marte nunca fue tan complicado.

Dexter Stardust: Adventures in Outer Space aterriza en Nintendo Switch con una elegancia diferente. Un juego de puzles al estilo point-and-click con una historia curiosa plagada de preguntas. ¿Encontraremos la respuesta?

¿Quieres unos tacos?

Dexter Stardust nos cuenta la historia de dos compañeros aventureros que recorren la galaxia intentando vender souvenirs. Dexter, nuestro protagonista, no es lo que llamaríamos una lumbrera y eso mismo es lo que hace que termine metido en un montón de líos. Menos mal que contamos con Aurora, la mejor amiga de Dexter y con bastantes más luces que este. Aurora consigue sacarnos de cualquier apuro, por mucho que lo compliquemos.

En uno de esos intentos por vender nuestras hawaianas bailongas acabaremos descubriendo un complicado entramado de verdades a medio contar que sin duda alguna guardan relación con nosotros y, más concretamente, con nuestra familia. Y en esas estamos, a ver si conseguimos dar con la solución al misterio.

El juego está plagado de intriga, pero también de momentos divertidos y es que los dos compañeros siempre (o casi siempre) sacan un ratito para disfrutar de unos buenos tacos mientras divagan sobre la vida. Súmale a esto la mezcla de inglés y español que hacen los personajes generando un toque de humor muy trabajado.

Misterio y piezas que no encajan

Dexter Stardust es un juego de puzles que resolvemos con la mecánica point-and-click. Tocas en un sitio eligiendo la opción que quieras hacer y vas tirando del hilo hasta dar con la solución correcta que te permite continuar con tu aventura.

El juego se desarrolla en cinco capítulos en esta primera entrega, que van desde el capítulo 0 al 4 teniendo cada uno de ellos un contenido diferente de historia y puzles indicados con carácter previo a iniciarlo.

Me recuerda en cierto modo al Yesterday Origins aunque manteniendo las distancias. Me he sentido muy cómoda jugándolo ya que con los controles de Switch es muy sencilla la elección de acciones, así como el acceso al inventario para ver qué extraños objetos hemos añadido a la colección.

Hay algo que me incomodaba y es que, aunque el 90% de las veces el movimiento era totalmente a gusto del jugador, hay en determinadas zonas en las que, si le has dado a ir a cierto lugar (a veces por error), no podrás frenar ese avance dándole a otro o realizando otra acción. El personaje irá hacia allí y te tocará esperar a que llegue, que cargue la pantalla de la nueva zona y volver al sitio de donde venías. Por suerte, esto solo me ha pasado en alguna zona muy concreta y el resto del avance ha sido impecable.

Entretenido, aunque no para todos

Sin ser un triple A, el juego es bastante entretenido, sobre todo si lo juegas sabiendo lo que es. Si esperas un juego de aventuras al estilo Uncharted, vete por donde has venido. Es un juego de puzles, de point-and-click y de un estudio pequeño. No podemos olvidar que es un juego completamente en inglés y, aunque es un inglés básico, dificultará la resolución.

Como siempre destaco, en los juegos de puzles la duración depende casi en exclusiva de la habilidad que tengamos para resolverlo, pero es un juego al que le podemos sacar un puñado de horas bastante completas sin llegar a sobrepasar las 10 horas.

Yo me topé con un par de problemillas técnicos que me negaron el avance durante unos días hasta que se solucionaron, pero quitando eso, el juego es cortito y mantiene el entretenimiento.

Los puzles son variados y harán que nos estrujemos el cerebro al máximo ya que en muchas ocasiones estaremos pasando por alto algún detalle del objeto o del entorno que es lo que resuelve todo de golpe. Sin fijarnos hasta en el blanco del ojo del NPC de turno, no avanzaremos en absoluto y esto dota de una dificultad nueva y diferente a lo que estoy acostumbrada, aunque en varias ocasiones se emborrona por los fallos del propio juego.

Estética cartoon de otra época

Algo que suele ser tendencia en estos juegos es la estética cartoon que presentan. Dibujos con la línea marcada, fondos más bien planos, una paleta de colores cálida sin destacar tonos… En general unos diseños sencillos que casan perfectamente con el juego.

De la mano viene la BSO, aunque reconozco que en algunos momentos se me hizo pesada y algo repetitiva. Destaca lo estridente y, por qué no decirlo, me recordaba a los politonos de los móviles de los 90 en más de una ocasión.

En este aspecto no es nada destacable y se suma a la larga lista de juegos que lucha por destacar sin realmente conseguirlo, aunque cumplen y consiguen el aprobado.

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Flynn’s Arcade.