Tormented Souls – Análisis PS4

Horror de supervivencia clásico con un respiro moderno.

Debo decir que hoy en día los juegos de horror de supervivencia se encuentran un poco en el olvido entre los grandes desarrolladores, que prefieren inclinarse en los juegos de acción y un suspenso superficial. Por lo que aquellos juegos míticos de horror de los 90’s y principios de los 2000 se han revalorizado, logrando pegar en la nostalgia entre aquellos que los jugaron.

Por fortuna de todos nosotros, los desarrolladores independientes llegan a nuestro rescate concentrando sus esfuerzos en traernos joyas jugables que cumplan con nuestra demanda de sentir miedo. Dual Effects, un estudio chileno independiente que durante el desarrollo del título tuvo la excelente idea de acercarse a la editora PQube para dar a conocer su apasionado trabajo a un público global. Asimismo, gracias a Meridiem Games, tenemos la posibilidad de tenerlo a un precio imbatible en territorio español.

La historia roza lo anticuado, pero, cumple en crear la expectativa de miedo

Aquí estamos en los zapatos de Caroline Walker, una mujer que de forma inesperada recibe un correo con la fotografía de unas gemelas. Con un mensaje en el que se menciona que las niñas desaparecieron en un hospital llamado Winterlake. Por razones no detalladas, Caroline se dirige al lugar de la desaparición para investigar por su cuenta el misterio.

Luego de llegar al lúgubre nosocomio, Caroline es golpeada en la cabeza por una sombra desconocida, lo que la hace caer inconsciente a nuestra protagonista. Tiempo después, despierta en una bañera totalmente desnuda sumergida en agua. Inmediatamente se percata que le hace falta un ojo, desconcertada y totalmente confundida empieza a navegar el lugar en búsqueda de una salida, no sin antes averiguar lo que sucedió con las pequeñas infantas.

En nuestro recorrido por el tétrico inmueble nos encontraremos con un sacerdote (que de forma inexplicable jamás corre peligro y él mismo menciona que el poder de la Biblia lo protege) que nos ofrece consejos y la valiosa pistola de clavos que será nuestra primera línea de defensa contra las malévolas criaturas que nos asechan en el abandonado hospital.

Debo decir que la narrativa se percibe anticuada y nos hace girar los ojos de incredulidad por las decisiones que toma nuestra protagonista al mismo nivel de los juegos noventeros como Resident Evil y Silent Hill, que rápidamente se desvanece la sensación de miedo, aunque, a su favor destaco que no tiene mucho que envidiarle a los clásicos juegos de miedo en cuanto a historia.

En su estilo de juego es muy fiel a los míticos títulos noventeros

Estamos ante un juego de horror de supervivencia 3D, el título nos ofrece la posibilidad de jugar con el mando estilo tanque que están en armonía con la cámara fija y un mando libre para aquellos que no se sientan familiarizados con el estilo tanque. Sinceramente, Tormented Souls bebe mucha inspiración de las primeras entregas de Resident Evil a un grado tan alto que se podría considerar un MOD del juego original.

Exploraremos salas bloqueadas con candados o de mantenimiento en donde por medio de acertijos sencillo deberemos restaurar la luz eléctrica del lugar. Para beneplácito o disgusto de algunos, Tormented Souls solamente nos permite guardar nuestro progreso a través de cintas de uso muy limitado, lo cual causa una angustia para aquellos obsesivos que constantemente salvamos el avance.

Como horror de supervivencia, el título cumple bien en crear esa atmósfera de miedo y misterio. A pesar de ir ‘armados’ las criaturas que nos asechan no son sencillas de detener y constantemente tendremos que huir buscando la salida fácil o rodear el lugar para salir de la vista de estos seres que sin importar las veces que salgamos o entremos a una habitación, estos no reinician su posición y nos toca cuidar la distancia.

El juego le da un gran protagonismo a la investigación, así que debemos poner atención a todo documento o pista visual que veamos, ya que nos servirá para encontrar la solución al obstáculo que nos impide el avance. Nuestra vitalidad está reflejada por un gráfico de latidos del corazón que pasará de BIEN a PRECAUCIÓN y PELIGRO, para diferenciar nuestra condición de salud. Podremos recuperar vida inyectándonos morfina, constantemente tenemos que andar curioseando en búsqueda de tornillos para poder tener munición de defensa.

También podemos golpear cuerpo a cuerpo a los enemigos, lo que conlleva un riesgo en nuestra seguridad, los enemigos serán derivados con pocos golpes, mas, en mi opinión es mejor huir y pelear cuando es la última opción. En razón que los enemigos reaparecerán para hacernos la vida imposible.

Algunos acertijos son complejos y engañosos. Siendo necesario que inspeccionemos todos los ítems a detalle para encontrar pistas que nos guíen a la solución, algo que en juegos modernos es difícil de ver replicado. El mapa aquí no es muy amigable, ya que no tenemos un acceso directo a este y constantemente tendremos que buscar en el menú el mapa respectivo del área, tampoco se nos muestra el progreso que llevemos, así que toca tirar de una buena memoria como lo hacíamos en la vieja escuela.

La campaña nos requerirá alrededor de 9 a 12 horas, dependiendo qué tanto nos tome solucionar los acertijos, así como estar regresando en nuestros pasos en búsqueda de una pista que dejamos olvidada. Estrictamente hablando no hay mucha rejugabilidad, más allá de ir a por el trofeo platino que no significa una enorme dificultad su obtención.

Gráficamente sorprende lo mucho que se logró con tan poco

Debo decir que me ha parecido muy bueno el diseño del hospital, que tiene una curiosa vibra que combina el manicomio que vimos en The Evil Within con la mansión Spencer de Resident Evil. Tenemos una perspectiva a cámara fija que no podemos modificar, en determinados momentos con nuestro avance la cámara de mueve para darnos una visión distinta, verbigracia: Caroline camina directamente hacía la cámara en algunos segmentos, aunque, sin dejar de ser fija. Los pasillos están muy bien trabajados con un nivel de iluminación y un juego con las sombras que da gusto de recorrer.

En sus visuales, me ha volado la cabeza lo bien que se ha trabajado en los detalles, mientras que los modelados de personajes no tienen tanta atención al detalle y lucen como si fueran muñecas de Barbie o de plástico. Incluso al mirar el movimiento de los hombros se notan extrañas las coyunturas de los personajes.

El juego corre a 60 fotogramas por segundo a una resolución de 1080p en una PlayStation 4 Slim, su rendimiento es estable y no pude detectar fallos que arruinaran la experiencia. Sin embargo, sí cuenta con pequeñas pantallas de carga al abrir puertas de entre 12 y 15 segundos de duración que me recordó la mítica era de PlayStation 1.

Para nuestra alegría, Dual Effects ha dado a conocer que se encuentran trabajando en una actualización para arreglar las pantallas de carga antes mencionadas y agilizar la experiencia, que al menos a mí me ha roto tener que esperar entre transiciones en las que se me va la vida esperando.

La banda sonora cala en lo más profundo con sus tonos tétricos

En lo musical el título cuenta con melodías orquestales acordes a la ambientación de miedo que ayuda a construir la inmersión y a sentir ese temor de peligro inminente. Me ha sorprendido que incluso el cuarto donde salvamos nuestro progreso cuenta con una melodía relajada muy similar al primer Resident Evil.

El título cuenta con actuaciones de voz en inglés, las cuales cumplen muy bien. Asimismo, cuenta con textos y subtítulos en perfecto castellano, de todos modos, aun en nuestro idioma es complicado entender la solución de algunos acertijos y tendremos que ir con cabeza porque los recursos de supervivencia son limitados. El tamaño de los textos es excelente y se puede leer sin ningún problema.

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Meridiem Games. Se jugó la versión 1.00