Una nueva y arriesgada apuesta de Bethesda que nos deja con ganas de más.
Ghostwire: Tokyo se trata de la nueva propuesta de Bethesda diseñada por Shinji Mikami y Tango Gameworks. Una aventura inspirada en las fantasmagóricas criaturas del folclore japonés que se desarrolla en la ciudad de Tokyo. Durante sus apariciones, Ghostwire: Tokyo siempre tuvo su punto de misterio, apenas sabíamos nada sobre su trama y solo pudimos ver algunas de sus características jugables, así como su potencial gráfico usado para crear los siniestros entornos que esperan ser descubiertos en esta aventura. Después de jugar a sus dos primeros capítulos, y contaros nuestra experiencia en nuestras primeras impresiones, ha llegado la hora de continuar con la aventura de Akito en su periplo por descubrir el oscuro misterio que hay tras las desapariciones en el distrito de Shibuya.
Tal y como comenté en nuestra preview, en Ghostwire: Tokyo nos pondremos en la piel de Akito, un joven estudiante de 22 años que fallece en un trágico accidente de tráfico en Shibuya. En el momento de su muerte, nuestro protagonista es poseído por un entidad paranormal, mientras la ciudad está siendo invadida por una misteriosa niebla que atrae a espíritus alentados por un peligroso ocultista enmascarado, provocando la desaparición de prácticamente todos habitantes la región. Todos menos nosotros mismos.Ante tales sucesos, Akito, va conociendo a KK, la entidad que lo posee, el cual tiene la necesidad de residir en un cuerpo para cumplir una difícil misión a cambio de mantenerlo con vida y ayudarlo a encontrar a su hermana ingresada en el hospital de la ciudad. En su periplo, ambos en el mismo cuerpo, tendrán que abrirse paso entre multitud de criaturas del Inframundo que ahora ocupan la ciudad haciendo uso de habilidades sobrenaturales, para resolver el misterio de las desapariciones y salvar a la ciudad.
La verdad es que no me quiero extender demasiado en explicar la trama y aun menos spoilear, ya que le restaría bastante interés a la aventura, de la que tengo que reconocer que en su desarrollo me atrajo bastante, captando mi atención y manteniéndome en vilo en todo momento. Sin embargo, la misión principal se me hizo bastante corta, probablemente a muchos también, sobre todo por su resolución, bastante mas espontánea de lo que me hubiera gustado.
Una jugabilidad in crescendo
La propuesta de Ghostwire: Tokyo es cuanto más interesante, se trata de un videojuego de aventuras y exploración en primera persona, en donde el jugador tendrá que ir abriéndose paso una ciudad plagada de criaturas fantasmagóricas inspiradas en las historias de yōkai, relatos sobre fantasmas y leyendas urbanas del folclore japonés, que han aparecido de repente en la región tokiota de Shibuya. De primeras, el gameplay me pareció demasiado simple con pocas mecánicas pero, a medida que íbamos avanzando se convirtió en todo lo contrario; Ghostwire: Tokyo poco a poco iba ganando fuerza, añadiendo nuevas mecánicas de combate, como la de purificar o nuevos ataques, que le añadían dinamismo al asunto, además de habilidades de movilidad que mejoraban bastante la exploración tanto en el plano horizontal, como en el vertical.
Nuestro protagonista podrá hacer uso una serie de poderes sobrenaturales basados en los elementos; viento, fuego y agua, lanzando devastadores ataques sobrehumanos y purgando enemigo para extraerles su núcleo, o destruyéndolo para derrotarlos. Pero también contará con algunas armas y equipamiento; la verdad que no demasiadas, como un arco al que se le pueden ir añadiendo algunas mejoras de capacidad, daño… y una serie de talismanes, que se pueden encontrar en templos, que mejoran ciertos atributos y habilidades de Akito. Por nombrar algunas tenemos mejoras de los distintos ataques, o de la cantidad de PH que recuperan los consumibles.
Asimismo, los poderes de nuestro protagonista se podrán mejorar mediante puntos de habilidad, adaptándolos a nuestro estilo de juego; más directo o sigiloso, para combatir todo tipo de criaturas sobrenaturales que en muy contadas ocasiones no nos lo pondrán demasiado fácil. Estos puntos de habilidad se pueden repartir en tres árboles de habilidades; destrezas, tejido etéreo y equipamiento, que explicamos por encima a continuación.
Las destrezas determinarán los movimientos que nuestro protagonista podrá realizar, como por ejemplo habilidades de visión espectral, planear o habilidades de sigilo. Luego, en las de tejido etéreo podemos mejorar las habilidades de ataques elementales. Finalmente en las de equipamiento, se pueden mejorar las habilidades de armas o equipamiento de Akito.
Si que tengo que decir que, en el nivel de dificultad normal, noté que la curva de dificultad no está demasiado ajustada, haciéndose el desarrollo bastante fácil a medida que vamos consiguiendo nuevas habilidades. En el caso de los jefes me ocurrió lo mismo, se me hicieron bastante fáciles, ni tan siquiera el jefe final, que me sacó un ¿y esto es todo? y todo esto habiendo desarrollado al personaje prácticamente a la mitad. Habrá que darle una oportunidad en el nivel de dificultad alto.
Un mundo abierto lleno de actividades
Todas estas características hacen que Ghostwire: Tokyo se conviertan en una suculenta aventura de mundo abierto con cantidad de actividades y secretos explorándolos, tanto el subsuelo como los tejados de la ciudad, o descubriendo caminos secretos que ocultan los Nurikabe, unos yokai que ocultan o bloquean puertas. También tenemos los Tengus, unos yokais voladores que se encuentran en los tejados y a los que podemos engancharnos para subir hasta ellos. El jugador podrá explorar Shibuya de arriba a abajo con total libertad, teniendo en cuenta que tenemos una misión principal que cumplir y un buen puñado de secundarias con las que conseguir Meikas, la moneda del juego, y experiencia, aunque siempre limitadas por la niebla que envuelve la ciudad y que tendremos que despejar purificando las entradas (Toriis) a unos santuarios.
También podremos ir recuperando almas con los katashiros, enviándolas fuera de la zona a través de unas cabinas de teléfono a cambio de monedas y experiencia. Podemos comprar katashiros para mejorar la cantidad de almas que podemos portar hasta llevarlas al punto de extracción. Existen mas de 200.000 almas en la ciudad, así que tenemos para invertir un buen puñado de horas en esta actividad para conseguirlas todas. Para haceros una idea del total de horas que podemos invertirle a este juego, en alrededor de 18 horas de juego que he invertido, sólamente he conseguido recuperar unas 60.000.
A la altura de PlayStation 5 pero sin dejarnos pasmados
Gráficamente, Ghostwire: Tokyo no termina exprimir todo el potencial de PlayStation 5, pero se nota que el equipo de desarrollo ha trabajado bastante para traernos en este título todo tipo de tecnologías, animaciones y rendimientos para todos los gustos. A pesar de no encontrarnos con un apartado que nos deje boquiabiertos, si que es verdad que han conseguido una ambientación siniestra que nos incomode a través de sus paisajes urbanos ultramodernos, callejones oscuros, y hermosos templos antiguos, sin olvidarnos de ciertos detalles de gran calidad, como las escenas cinematográficas, animaciones de la lluvia, los reflejos en el suelo y los efectos de partículas, haciendo que en ciertos momentos hagamos un parón en nuestra misión y disfrutar haciendo instantáneas en el modo foto.
En cuando a las opciones de rendimiento, en el menú de opciones contamos con tres modos de gráficos; modo calidad para los más exigentes, con renderizado de alta fidelidad con trazado de rayos, pero limitado a 30 FPS, o un modo rendimiento centrado en mantener un número alto de fotogramas limitado a 60 FPS. Finalmente podemos elegir un modo HFR (Hight frame rate), un modo sin límite de fotogramas y retoques en la calidad gráfica que ofrecen una experiencia más fluida. Hay que reconocer que experimentamos pequeños fallos en los modos más exigentes, pero nada que no se pudiera arreglar de aquí a su lanzamiento.
Tampoco podia faltar la puesta en escena de la tecnología del DualSense, con los gatillos adaptativos proporcionan una sensación de inmersión excelente, variando la dureza cuando tensamos el arco o el traqueteo cuando purgamos el núcleo de las criaturas. La vibración háptica también hace de las suyas transmitiendo las sensaciones que experimenta el protagonista, golpes, caídas… o el touchpad, que se reserva para las acciones de liberar almas que están atrapadas por una especie de bloqueo o entrar en el menú de juego.
Conclusión
Ghostwire: Tokyo se trata del típico juego que cuando lo descubres, te hace pensar que, si no le hubieras dado una oportunidad te hubieras perdido una gran experiencia. Una aventura paranormal que se sale de lo tradicional, con un sistema de combate interesante y una formula del mundo abierto que casa perfectamente con su apartado argumental.
Sin embargo, tiene varios detalles que hacen que le hacen patinar como, su curva de dificultad, la escasez de sus jefes, así como su prematura resolución que, si no fuera por su cantidad de misiones secundarias y actividades, que por suerte pueden realizarse una vez finalizada la historia principal, quedaría una aventura demasiado breve.
8
*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Prensa Ziran.