Por mucho que brilles, hasta el Sol sufre eclipses.
Imp of the Sun. Así se llama el nuevo juego tipo metroidvania en 2D que dará que hablar, aunque tengo mis dudas sobre si lo hará para bien o para mal.
Se nos hizo de noche
Debemos saber que Imp of the Sun es un juego peruano y que, gracias a eso, encontraremos cultura peruana por todos lados. Y esto es una de las partes que más me gustó del título.La historia no es nada del otro mundo: El Sol se apaga por culpa de la locura que han sufrido los cuatro Guardianes, pero antes de darse por vencido, crea a Nin. Nin es un pequeño diablillo (como lo llaman en el juego) que deberá recuperar el poder del Sol y evitar así el Eclipse Eterno que sumirá al mundo en tinieblas.
Es más, si nos da por jugar esperando que mediante video nos cuenten algo, vamos mal. Los pocos comentarios sobre la historia nos llegan a través de diálogos con personajes del pueblo.
Así, con una historia bastante mediocre, nos ponemos en la ¿piel? de Nin. Que a base de matar a toda una serie de enemigos de lo más variopintos y de viajar a través de zonas muy llamativas, conseguirá experiencia para fortalecerse.
No es oro todo lo que reluce
Cuando tenemos ante nosotros un metroidvania nuevo no podemos evitar notar las similitudes que en muchas ocasiones guarda con los grandes títulos del género. En este caso, mientras lo jugaba no paraba de pensar en Ori and the Blind Forest o en Hollow Knight, maravillosos juegos que no han dejado indiferente a nadie.
Al surgir las comparaciones podemos obtener dos resultados, el bueno y el malo. En esta ocasión, Imp of the Sun sale escaldado (aunque no en todo).
Personalmente creo que el juego, siendo bastante aceptable, peca en muchos aspectos.
En primer lugar, la falta de precisión en el movimiento. Mientras disfrutamos un juego de plataformas, necesitamos que el personaje responda con exactitud y con un timing perfecto y aquí no se da. En más de una ocasión el movimiento es errático y da lugar a caídas y muertes totalmente innecesarias, generadas como digo por la falta de precisión en este aspecto.
En segundo lugar, si por algo se me asemejaba a Ori era por el movimiento del personaje ya que acabaremos haciéndonos con habilidades que recuerdan en gran medida al pequeño rayo de luz. No hay un gran abanico de habilidades, pero acaban por darnos igual porque son prácticamente innecesarias para avanzar.
Esto sin duda alguna, ennegrece la experiencia y relega el juego a un segundo piso en nuestra torre de preferencias.
Relativamente accesible
A pesar de estos fallos, el juego es bastante simple en todo su desarrollo y creo que, por eso mismo, puede llegar a ser uno de los títulos que sirvan para iniciar a cualquier persona en este mundo.
Pero debemos advertirle de una serie de cosas (sumadas a las ya mencionadas) sobre el combate. Empezamos sabiendo que habrá que derrotar a cuatro Guardianes, lo que nadie nos dice es que son lo más pesado que hay por la zona.
Los combates no son complicados ya que apenas tienen ataques, son fáciles de esquivar y tienden a la repetición hasta la saciedad. El problema llega cuando debemos dar en el píxel exacto de la pantalla para golpearles con nuestros dos ataques (no hay más) para quitarles un buen trozo de vida. Si no aciertas, no pasa nada, acabarás matándolo, aunque sea de aburrimiento.
Por otro lado, sí que noté que según qué zona está hecha para que vayas a ella primero y luego, tras conseguir lo que esconde, a las demás. O así lo quise entender yo porque esto hacía que existiese cierta curva de dificultad, aunque venía a parecer más Huascarán: lleno de picos. Cierto es que esto lo descubres por inercia.
El mapa es una de esas cosas que no logro entender qué finalidad tiene. No es nada claro, no indica nada y para rematar no puedes agrandarlo para ver nada en él. Está, existe, pero nadie sabe para qué.
No es oro, pero se ve bien lindo
Lo más llamativo del juego es la estética. Me encanta cómo han creado los paisajes, los enemigos, los personajes NPC y al pequeño Nin. Es realmente reconfortante pasar el rato entre plataformas acompañados en todo momento de una BSO que de nuevo es de lo más destacable.
Creo que es muy importante dar a conocer nuestra cultura si tenemos ocasión y aquí lo han hecho de manera excelente. Incluso quita hierro a los fallos de ejecución.
Esto hace que pueda pasarte lo que a mí. Cuando terminé el juego, quería pasar un rato más consiguiendo coleccionables, investigando zonas y demás. Conseguir el tan ansiado 100% (que desbloquea un final diferente al parecer). El propio Imp of the Sun te invita a rejugarlo con una nueva dificultad y si no, a hacer lo que hice yo. Y así descubrí que esconde algún que otro tesoro y, aunque os dejo una foto de lo que encontré os animo a buscarlo.
Conclusión
Imp of the Sun es un juego que, si no lo encasillásemos en el género metroidvania, conseguiría mejores resultados. Un juego realmente bonito y cuidado, lastrado por los fallos técnicos que nos acompañan durante toda la aventura y empañan la experiencia.
Invito a que lo disfrutéis sin dejarse desquiciar por estos problemas y descubriréis que no es un mal juego y que puede darnos algunas horas de entretenimiento.
6
*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de JESÚS FABRE.