¿Quieres ser tu propio jefe?
En la época de los criptobros y las mentalidades de tiburón, ¿qué hay más llamativo que construir tu propio imperio del crimen? ¡Exacto! Nada. Volition lo vuelve a hacer y con esta nueva entrega de Saints Row reiniciamos el negocio. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.
¿Qué podía salir mal?
Si metemos en un mismo piso a cuatro mindundis y cada uno perteneciente a una banda rival de las demás, creo que solo falta una chispa para que todo arda. Y así sucede. Lo bueno es que el poder de la amistad siempre es ultra poderoso por lo que, en vez de salir a palos entre nosotros, los que salen a palos contra nosotros son nuestras respectivas bandas… (esto no me lo veía venir).En busca y captura y con un alquiler que pagar, decidimos que por qué no íbamos a formar nosotros nuestra propia banda. Más poderosa, más influyente y obviamente, más molona.
Sabemos que en Saints Row la historia no es el punto fuerte, aunque a pesar de eso sabe hacer que destaquen los personajes y sus interacciones. No esperéis una historia de amor y conflicto que obligará a decidir a una madre entre sus dos hijos y uno morirá inevitablemente y bla bla bla… no. Aquí hay tiros. Tiros, persecuciones y cosas locas. Pero no amor ni moñadas. ¡Céntrate, estás en una pelea de bandas a gran nivel!
Para ser un jefazo hay que molar como un jefazo
Algo que siempre me gusta de Saints Row es la amplitud de posibilidades que ofrece a la hora de crear tu personaje. Si hay que romper con los esquemas de señor tatuado ex-presidiario o señor trajeado que va a la oficina, este es tu juego.
Yo siempre opto por crear lo más ridículo, raro y horroroso que pueda imaginar, dando lugar a escenas del juego de lo más hilarantes. En esta ocasión, podemos elegir entre muchísimas cosas incluyendo el tamaño de nuestros genitales (sí, no es broma) entre cosas como si se marcan más o menos las venas y músculos o cortes peculiares de pelo.
Sumado a esto podemos modificar nuestros coches porque todo buen jefe, lleva un buen carro. La variedad de coches que podemos encontrar es enorme, además, contamos con nuestro propio taller por lo que podremos hacerles modificaciones curiosas.
Y como no podía ser de otra forma, nuestra guarida también puede recibir actualizaciones según las desbloqueamos en el juego. Una delicia para todos aquellos a los que estos pequeños detalles les dan la vida.
Hay que molar por dentro y por fuera
Una vez que ya tenemos claro que somos los reyes del Flow hay que demostrar que lo somos. Esto se consigue a base de partir caras con estilo y para ello, Saints Row nos ofrece un sistema sencillo de habilidades.
Por un lado, tenemos las habilidades activas que son aquellas que iremos desbloqueando con experiencia y nos harán hacer cosas molonas como lanzar a gente por los aires, tirar granadas de humo, mejorar nuestra salud, etc.
Por otro lado, tenemos las habilidades pasivas que las conseguiremos al completar desafíos. Para poder equiparlas y que nos otorguen diferentes mejoras, deberemos pasar por caja.
Conviene tener todo esto en cuenta a la hora de lanzarnos al combate pues habrá ocasiones en las que nos resulten de gran ayuda si las hemos combinado correctamente.
Los combates resultarán en el grueso del juego de la mano de la conducción (ya sea persecución, ir de un punto a otro o por qué no, combate en la baca del coche) así que es importante ir bien preparado para ellos.
Pero ¿qué hay de las armas? Bueno, pues siento que o no he dado con la correcta o no son tan extrañas como en entregas anteriores (creo que todos recordamos aquel “tentáculo” o la dubsteadora). Sí que hay bastante variedad y ofrecen muchísima versatilidad a la acción, pero siento que por aquí me falta algo.
El mundo abierto del crimen
Saints Row mantiene la esencia de los anteriores en cuanto a la jugabilidad. No ha dejado de ser un mundo abierto con misiones y coleccionables repartidos por todo el mapa.
Algo que siempre me gusta de Saints Row es que, a pesar de crear mapas grandes, no resultan tediosos en ningún momento. Esto se debe en gran parte a la variedad de escenarios que incluyen en él y bueno, a que vamos en coche a todos lados (si fuésemos andando sería otra historia). El mapa tiene partes de ciudad, desérticas, zonas más rurales… un compendio completo para disfrutar.
Por su parte, los NPCs no son nada del otro mundo ni nos ofrecerán interacciones que destaquen, pero bueno, siempre está bien moverse por una ciudad que no parezca fantasma.
Si hablamos de las misiones, encontramos en ellas ese toque loco propio del título y es que podemos hacer una misión tan sencilla como criticar un restaurante o pedir un menú de comida rápida o bien tener que rescatar a uno de nuestros colegas del corazón de la facción contraria. Sea como sea el resultado viene a ser el mismo: matar.
Los coleccionables por su parte son variados y añaden ese extra que siempre viene bien: recoger cosas, hacer fotos o rebuscar en la basura serán nuestros principales pasatiempos entre misión y misión.
No olvidemos que estamos creando un imperio del crimen por lo que tenemos que instaurar y mantener nuestros negocios para poder seguir creciendo. Así se abre la opción de comprar y construir solares para poder asentarnos en ellos.
Primero dispara y luego pregunta
Lo mejor del juego, sin duda alguna, es el gameplay.
En cuanto a la parte de shooter, sí es cierto que hay otros mejores o con mejor respuesta por parte del arma cuando disparamos o realizamos ciertas acciones, pero Saints Row salva esas deficiencias ofreciéndonos más opciones dentro del propio combate ya sea con las armas o con las habilidades que ya he mencionado.
Si hablamos de la conducción, aquí es donde de verdad luce bien. El coche responde muy bien, pero no solo eso, es que las partes en las que debemos disparar al volante son frenéticas sin hacer que perdamos en ningún momento el control. Un equilibrio muy acertado. Además, no todo es conducir y disparar, podremos chocar contra otros coches, arrastrar objetos o utilizar alguna de las rampas colocadas por el mapa para hacer un salto espectacular en nuestra huida.
¿Tiene Santo Ileso todo lo que promete?
Gráficamente sigue siendo aceptable sin convertirse en un gran título a nivel visual. Siguen viéndose expresiones forzadas, escenarios que no terminan de cargar, acabados grotescos y poco pulidos… nada que impresione. La BSO (en la radio del coche) por su parte es actual y tiene variedad para todos los gustos.
Si a algo se enfrentaba la saga era al rechazo de los más fieles y creo que han sabido mantenerse. A pesar de que pudiera parecer un renacer del título, no me lo parece. Siento más un lavado de cara para quitar todo aquello que le lastraba.
Creo que han sido bastante conservadores sin arriesgar. Han optado por mantener los puntos fuertes que tenían y no terminan de potenciarlos. En pocas palabras: Saints Row es un Saints Row.
Conclusión
Saints Row me ha gustado. Sigue teniendo ese toque de humor loco sin llegar a sobrepasar el límite como sí hacía en ocasiones anteriores. Han aprendido cómo y cuándo hacer el chiste y han dado en el clavo.
Es un juego muy divertido que cumple lo que promete sin grandes excesos. No es una historia profunda, pero tampoco de esas que no ofrecen nada. Consiguen mantenerte activo y atento durante un buen puñado de horas.
8
*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de PLAION España.