Ser un demonio siempre suena bien.
El mal gusto tiene demonio propio, Nate, nuestro protagonista. Nate trabaja en una oficina de lo más aburrida hasta que recibe la llama del jefe (alias Satán) bastante cabreado con un encargo diferente. ¿Acabaremos despedidos?
Satán quiere su tarta (ya sabemos dónde se va a sentar)
El jefe llama para pedirnos sin demasiada amabilidad que vayamos a ver qué pasa con su tarta. Al parecer el chef, al que conoceremos igual que conocimos a Ricardo Milos, se ha olvidado de hacer la tarta del jefazo y bueno, se va a liar buena.Pero ya que hemos ido a avisarle, ¿por qué no encargarnos nosotros de todo? Así nos cuenta que hay una serie de ingredientes repartidos por distintas zonas que debemos conseguir. Aunque lo primero es lo primero, así que vamos al supermercado a por un par de cosillas.
En el super conseguimos a nuestro querubín, que iba a ser parte del pastel, pero se ve que tiene demasiada grasa y al final se convierte en nuestro compi de aventuras. Nos lo encadenamos al cuerno y tiramos millas con él.
El chef, medio contento con nuestra compra (y eso que no le devolvemos las vueltas) nos abre camino al mundo a través del ascensor para así conseguir el resto de los ingredientes.
Endiabladamente divertido
Una vez que usamos el ascensor, vemos que estamos ante un mundo completamente diferente. Hell Pie es un juego muy colorido, pero que eso no te lleve a engaño, no es un juego para todas las edades. Recordemos que somos un diablo por lo que lo grosero, violento y hasta desagradable está a la orden del día.
A través de un sencillo sistema de plataformeo que recuerda a los juegos más clásicos de infancia (claro que mi infancia no fue tan +18) vamos explorando distintas zonas.
Tenemos total libertad a la hora de explorar. Para ayudar a la exploración, contamos con diferentes habilidades que iremos consiguiendo y que harán que no se nos resista ninguna zona. Aunque sí que tenemos un impedimento (al menos en la versión de Nintendo Switch) y es que está bastante mal porteado y pega tirones, congelaciones… sumamos que el control tampoco es demasiado preciso… al final se queda en lo que pudo ser y no fue.
A pesar de eso, las plataformas en 3D siempre funcionan bien si están bien hechas (y aquí lo están) y dan entretenimiento para un rato así que, una vez que solucionen los fallos, será un juego bastante recomendable.
Plataformas y coleccionables
Mientras exploramos los mundos veremos que en ellos están repartidos diversos ingredientes, pero no solo en la parte principal. En los niveles encontramos pequeños túneles o puertas o misiones locas que nos hacen ir a una zona diferente (subnivel) para conseguir alguno de ellos.
Esto siempre es un extra disfrutable en estos juegos, pero sí que he notado más esfuerzo en los submundos que en los mundos externos. Un desafío mayor concentrado en un menor espacio, aunque lineales y con sus fallos.
Obviamente mientras recorremos las zonas, vamos cogiendo unas gemas moradas que harán las veces de dinero con el que conseguir vestir a Nate y a Nugget con todo tipo de prendas (todas ellas muy molonas).
Como no podía ser de otro modo, Hell Pie cuenta con diferentes coleccionables repartidos tanto por la oficina como por los diferentes mundos. Tenemos latas con las que alimentar al querubín y que aprenda nuevas habilidades; unas unicabras bastante adorables a las que sacrificamos sin piedad a cambio de unos cuernos nuevos que hagan cosas molonas y unos gatitos dorados que usaremos para camelarnos a uno de los principales pecados capitales. Por último, pero no menos importante también tenemos toda un armario repartido en maletas que nos darán ese toque de demonio del mal gusto que nos encanta.
A todo color
Si algo me gusta de Hell Pie es la potente paleta de colores que usa. Aparece toda la gama de colores habida y por haber y encaja a la perfección en unos escenarios de lo más gratificantes. Este aspecto es lo mejor del juego que queda estropeado por los tirones, bajadas de frames sin sentido y demás problemas técnicos que presenta el port.
Por su parte, la BSO tiene los mismos problemas y a veces no se oye o se congela. Aunque no termina de gustarme la selección de temas y su colocación en ciertas zonas del juego.
Algo también agradable es que el juego está completamente en castellano con una traducción que en lo que he podido ver, no presenta fallos estridentes como otros. Sí chirría que, en un juego de plataformas y control del personaje, los diálogos son mediante texto y que el pequeño querubín no calle tapando la pantalla, no hace bien a nadie.
Me esperaba más complicado lo de ser demonio
Hell Pie peca de algo y es que es bastante sencillo (si obviamos los fallos técnicos). Los enemigos no representan ninguna amenaza y las plataformas tampoco. Los coleccionables están algo escondidos, pero tampoco supone una molestia conseguirlos.
Por su parte, solo he podido enfrentarme a un jefe final que recuerde y no me costó demasiado entender la mecánica y darle una buena. El combate es excesivamente sencillo y eso que incluso añaden algún arma para darle emoción, pero no terminan de dar con el equilibrio.
Además el juego cuenta con muchísimos puntos de control y nuestro diablillo no tiene un límite de vidas por lo que podemos repetir una y otra vez con la única molestia de que cada vez que morimos perdemos unas 20 gemas… mira qué ruina.
Lo realmente complicado aparece cuando avanzas por una zona en la que has tenido que llevar a cabo cierta mecánica (eliminar obstáculos), avanzas, se guarda y mueres. Reapareces en el último punto de control, pero también reaparecen los obstáculos que habías eliminado y avanzar ahí sí que es complicado. En muchas ocasiones o rompes el juego y haces un poco el cabra o intentas volver por donde has venido para deshacer el camino. Una verdadera atrocidad…
El gran problema
El juego se ve bonito, se escucha regular y se juega depende del momento. Sin duda alguna y lo que más rabia me da, es que apenas he podido disfrutar del juego ya que, en Nintendo Switch, a veces aparece un bonito fallo y cuando llevaba un 30% del juego, apareció.
Sencillamente el juego se cierra debido a un error. No hay manera de seguir jugando en esa partida. Contacté con el equipo para saber cómo iba la solución y “están en ello”, pero hasta ahora la única solución es reiniciar partida y no sé si al cambiar de zona no me volverá a pasar.
Es una pena que un juego que estaba disfrutando a pesar de los fallos técnicos termine así a las pocas horas de juego ya que visto lo visto, estimo que el juego no pasa las 6 horas de duración.
Espero que acaben arreglando ese fallo y pueda comentaros qué me ha parecido habiéndolo disfrutado un poco más.
Conclusión
Hell Pie es un juego que parece súper divertido y que combina perfectamente las plataformas con el desarrollo de habilidades. Además mezcla perfectamente los colores creando escenarios de lo más coloridos. Espero que pronto lo solucionen y podamos disfrutarlo como se merece.
*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Plan of Attack.