Dynasty Warriors: Origins – Análisis

Un muy esperado y necesitado soplo de aire fresco lleno de acción

Si tenemos que hablar de los juegos tipo “Musou”, el ejemplo por excelencia es sin dudas la saga de Dynasty Warriors, la saga de Koei y Omega Force que remonta sus orígenes en el año 1997 para la primera PlayStation. Este género se caracteriza por traernos un protagonista o personajes exageradamente fuertes, que luchan contra hordas de cientos o miles de enemigos al mismo tiempo, es decir 1 contra 1000.

Siendo un género bastante de nicho, supo capturar la atención de miles de jugadores en sus casi dos décadas, con ya más de 40 lanzamientos en un amplio abanico de consolas. Ahora, nos traen Dynasty Warriors: Origins, una nueva y apasionante propuesta de acción que nos lleva de vuelta a combatir en los Tres Reinos, mientras busca renovarse y superar a sus predecesores.

Su narrativa es una apasionada y más intima adaptación de la novela histórica del siglo XIV

Dynasty Warriors es una saga que nos lleva al período de la dinastía Han, la segunda dinastía imperial china, y una edad dorada con un legado cultural invaluable. Pero los conflictos también eran moneda corriente, por lo que la saga se centra en los eventos de los Tres Reinos, un periodo de eventos complejos que duró desde el año 220 hasta el 280.

Como nos podemos dar una idea por su nombre, su historia funciona como precuela a los eventos, específicamente de la icónica batalla de Chibi (también conocida como la batalla de los acantilados rojos), vista mayormente en Dynasty Warriors 8. De esta manera, le da mayor enfoque al inicio de la época como tal, en vez de los mayores conflictos, a la vez que nos muestra el trasfondo de muchos personajes conocidos.

Tomando un enfoque más narrativo, nos pone en la piel de un nuevo protagonista, un joven errante, pero maestro en las artes marciales y lucha con armas, que pierde la memoria. Por azares del destino, cruza su camino en combate y se alía con Guan Yu, un poderoso general y viejo conocido de entregas anteriores.

Forjando nuestro destino, y en un camino por recuperar su memoria, nuestro protagonista deberá unirse a uno de los tres bandos en los Tres Reinos, una decisión vital que decidirá el destino de toda la historia. Es una crónica apasionante, con un desarrollo bien diseñado creado a partir de la historia real.

También contamos con opciones para responder con diálogos distintos, pero no son demasiado influyentes. Si bien, se divide en tres historias distintas, el título nos permite volver directamente a capítulos anteriores manteniendo nuestro progreso, para disfrutar de cada una sin problemas y que me moló mucho.

Su jugabilidad es el pináculo de la evolución de la franquicia

Dynasty Warriors: Origins es un título de acción en tercera persona tipo hack and slash del género Musou, característico por sus luchas contra miles de enemigos al mismo tiempo, con elementos de exploración y rol estratégico, en donde seguiremos una historia con un sistema de misiones principales y secundarias.

Lo primero a mencionar, es que su combate se siente más fresco que nunca, con controles intuitivos y combinaciones espectaculares que no hacen sentir poderoso mientras luchamos contra cientos de enemigos al mismo tiempo. Podemos bloquear, desviar y esquivar (una novedad), mientras nos movemos con agilidad por el campo de batalla.

Uno de los cambios que me parecen más interesantes es que descarta las tradicionales etapas o misiones que seleccionamos en un menú: en cambio, adopta un sistema más dinámico con un mapa de mundo que podemos explorar libremente. Esto es una modificación radical, ya que nos permite explorar su mundo, interaccionar con personajes no jugables (PNJ), y participar en combates inesperados.

Es un título que se nota que buscar mejorar a la vez que innovar: todos los ataques y movimientos se sienten mucho más dinámico y fluidos, y tenemos combates más estratégicos contra oficiales enemigos que funcionan a modo de jefe final, con desvíos y bloqueos más precisos, que nos hacen pensar mejor como atacar.

Probablemente el mayor pecado de los juegos musou es la repetitividad, ya que llega un punto en el que somos tan fuertes que el combate pierde estrategia, y nos dedicamos a repartir estopa como panes. Para romper un poco la monotonía, el juego adopta un sistema de armas que podemos mejorar, para desbloquear nuevos ataques, habilidades, y naturalmente volvernos más fuertes, logrando así una buena variedad que nos motiva a probar que estilo nos gusta más, o se nos haga más cómodo.

Una pequeña pega que le noto es en la variedad de personajes que resulta ser algo menor al compararlo con juegos anteriores, ya que se enfoca mayormente en nuestro protagonista, aunque podremos controlar a aliados en combate. Tenemos tres niveles de dificultad: historiador, viajero, y héroe (fácil, normal, y difícil), adaptándose al nivel de desafío que busque cada jugador. A parte, podemos modificar el nivel de ayudas, o eliminarlas, y curarnos o no de forma automática.

Si bien, es un juego que se destaca por su sencillez jugable, logra una profundidad muy disfrutable, con combates y jefes variados que siempre nos mantendrán enganchados. Mis combates favoritos son sin dudas las batallas a gran escala, en donde podemos desplegar todas nuestras habilidades y lucirnos mientras peleamos contra tantos enemigos.

Gráficamente es espectacular

Además de las obvias mejoras gracias al salto a la actual generación, este nuevo lanzamiento también funciona como un lavado de cara completo para la saga, ya que adopta un estilo mucho más realista que aprovecha la potencia de la PlayStation 5 para verse mejor que nunca. Este cambio le queda de maravilla, y creo que era necesario hace años, haciendo los combates mucho más realistas e inmersivos.

Logra una calidad gráfica hermosa, y es disfrutable ver una adaptación de un periodo tan antiguo y de un país tan lejano, de lo que prácticamente no tenemos conocimiento. Poder explorar las zonas libremente también potencia esta sensación de exploración y descubrimiento, haciendo que sea más importante un buen apartado de arte y una adaptación visual correcta.

Es genial ver cómo aprovecha la potencia para lograr combates súper fluidos, algo vital en el género, y ver cómo podemos luchar contra miles de enemigos sin tener ralentizaciones de ningún tipo. Los efectos especiales se ven de maravilla, y hace que todos los combates sean muy disfrutables.

Su rendimiento es una gozada: en una PlayStation 5 fat, en modo gráfico corre a 60 fotogramas por segundo en una resolución de 3840×2160, y en modo rendimiento a 120 fotogramas por segundo en una resolución de 1920×1080. No tuve ningún bug o error en mi experiencia, y su rendimiento es perfecto, no perdemos ni un cuadro por segundo incluso en los combates de mayor escala. Es una locura, y me dejó flipando.

Cuenta con muchas opciones de configuración, mayormente relacionadas a la información que podemos ver en pantalla, pistas y ayudas, y tamaño de subtítulos grandes, con un buen tamaño legible.

Su banda sonora es frenetismo puro

Respecto a lo sonoro, nos atrae con una musicalización llena de melodías intensas y frenéticas, algo que podemos ver desde la primera misión con una melodía rápida que nos mete de lleno en su mundo llena de acción desenfrenada. Nunca sentí que se vuelva pesada o repetitiva, todo lo contrario, me motiva a seguir luchando y realizar combos espectaculares.

Nos llega completamente localizado al castellano en todos sus textos y subtítulos, con voces en inglés y japonés. Como siempre, me decanto por las voces originales en japonés, que son excelentes.

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Plaion España. Se jugó actualizado a la versión 1.002.000 en PlayStation 5.

Dynasty Warriors: Origins
Un fresco regreso a los Three Kingdoms
Luego de unos muy largos 7 años desde el último lanzamiento de la saga, Dynasty Warriors regresa a lo grande con Dynasty Warriors: Origins que no sólo buscar traernos todo lo que hizo tan grande al mayor exponente del género, sino que también innovar y mejorar todo lo posible aprovechando las posibilidades de la actual generación. Lo disfruté desde el primer momento, Omega Force ha sabido clavarla. Su jugabilidad se siente mucho más fresca y es más adictiva que nunca, y visualmente es un deleite, me encanta explorar sus escenarios, y luchar de forma espectacular contra tantos enemigos. Estamos ante un juego perfecto para los que quieren iniciarse en la franquicia, mientras que los más veteranos del género notarán que sigue intacto en los fundamentos que dieron forma a la franquicia junto con una gran evolución que trae de vuelta la gloria que caracteriza a la saga.
9.5
Épico