Solo sois cuatro, y os enfrentáis a titanes
[dropcap]N[/dropcap]acidas de la Noche, las furias, creadas a partir de la sangre de Cronos, enemigas de sus enemigos y protectoras del equilibrio en las puertas de lo oscuro, constituidas en muchas culturas pero sustraídas de la época clásica, exactamente de Grecia. En esta aventura abandonan su concepción para convertirse en la última esperanza de un mundo que se consume en el caos, un mundo en el que los mortales demostraron hace siglos no ser dignos pero al fin y al cabo, un mundo nuestro.Una aventura arriesgada en un género arriesgado
Cuesta encontrar hoy en día propuestas como la que hoy vamos a analizar, de manos de Cellar Door Games, creadores de Rogue Legacy (Cellar Door Games,2013), nos llega una propuesta del ya olvidado genero de los «yo contra el barrio» donde encarnaremos a un grupo de 4 heroínas en la batalla final de la humanidad, la lucha contra los titanes. A lo largo de niveles con estructura 2.5D combatiremos contra huestes de humanos y seres mitológicos ayudándonos de un sistema refinado de combos para, uno a uno, acabar con todos los que quieren gobernar en un mundo en caos.
Donde confluyen los estilos
La estética pixelada, seña de identidad del estudio, se mezcla con escenarios vectoriales para crear una sensación de volumen a lo largo de sus numerosos niveles que consiguen captar nuestra atención desde el primer momento. Una apuesta arriesgada que consigue cohesionar a la perfección con las mecánicas, produciendo un efecto visual perfecto para el tipo de acción que se da en este género. Recorriendo escenarios de lo más variopinto, podremos disfrutar de selvas, llanuras, desiertos y hasta del espacio exterior en una ambientación que logra sustraer de las epopeyas clásicas lo mejor del imaginario en cuanto a ambientes y entornos.
La evolución constante como formula mecánica
Pudiendo elegir jugar solos o en compañía de 3 amigos, tanto offline como online, el título de los de Ontario gana enteros en la partida en solitario, una elección que tiene repercusión en las mecánicas jugables, ya que al inteligente sistemas de combos, se añade una capa más de estrategia ofreciéndonos enlazar combinaciones cambiando entre los 2 personajes que elijamos para cada nivel. Con este sistema, nuestra habilidad mecánica será el centro de la dificultad, ya que dependiendo del conocimiento de las habilidades y del tipo de personajes que elijamos, podremos fluir en el combate para derrotar a los enemigos de la manera más rápida y eficaz.
Pero no solo de combos vive Full Metal Furies, a lo largo de nuestro recorrido se nos presentarán enemigos con escudos de un determinado color, que solo podrán ser dañados por la integrante correcta. Un sistema que determina nuestra lectura de las situaciones estableciendo un combate en forma de puzle, ya que de nuestro análisis del enemigo y la situación depende el jerarquizar el grado de peligrosidad de cada uno de nuestros contrincantes, obteniendo así, una diversión inteligente que le sienta tan bien a este género en desuso. Aunque esto no es lo único que dificulta nuestro avance, conforme adquiramos experiencia y mejoras, iremos viendo a la vez que sufriendo, un sistema de cambios o más bien dicho una evolución en las mecánicas que exigirán de nosotros la mayor de las concentraciones.
Sonidos un tanto conocido
Si algo se puede reprochar quizás a Cellar Door Games, es el componente sonoro, que no la banda sonora. Para los amantes de Rogue Legacy, no les será raro reconocer algunos clips de sonido como gritos y golpes, un elemento que si bien no incomoda, pero produce una sensación de mezcla entre ambos que hace que por segundos perdamos esa concentración tan necesaria para entrar «en la zona». En cuanto a las canciones, nuestros oídos disfrutarán de melodías pegadizas y rítmicas que invitan a continuar asestando golpes y combos para sentir toda la fuerza de una furia.
Nuestro avance en la aventura se verá gratamente establecido por una trama que a la par que divierte, enseña, adentrándonos en la cultura griega en forma de nombres y situaciones de la misma. Una historia que si bien se centra en el pasado, que no pierde la oportunidad de dibujar pinceladas del realismo más actual en forma de menosprecios raciales, políticos y temas de genero, pero sin perder su intención primigenia, el disfrute jugando.
Un destello en la oscuridad
Puede que para muchos pase desapercibido, pero no se me caen los anillos al afirmar que estamos ante una de las obras del año. Full Metal Furies demuestra nivel a nivel un conocimiento excelso de las formulas del disfrute, sacando todo lo mejor de un género casi extinto, una reinvención de la formula que innova y mejora tomando lo mejor de cada casa para ofrecernos un título que gustará a todos, tanto en solitario como en compañía. Puede que como las furias, esta obra esté condenada a luchar una batalla imposible, la de ser reconocida por todos como el mejor «yo contra el barrio» que se ha hecho nunca. Gracias Cellar Door Games por crear aquello que no sabíamos que necesitábamos.