AWAY: Journey to the Unexpected – Análisis PlayStation 4

 

Hoy vengo a hablaros de AWAY: Journey to the Unexpected, un pequeño título creado por solamente 2 personas principalmente:  Aurélien Regard (The Next Penelope) y Jean-Matthieu Gennisson (diseñador de niveles de Rayman). El juego desde el primer momento ya nos deja caer que vamos a tener una trama llena de cosas sin sentido, absurdeces y unos personajes un tanto particulares. Y antes de comenzar, una cinemática al más puro estilo de animación para introducirnos al mundo.

Una divertida y loca aventura

Despertamos en mitad de un misterioso terremoto, nuestros padres no están y estamos al cuidado de los abuelos, lo primero que veo en el juego es una rana en el inodoro que habla. UNA RANA QUE ME HABLA, EN UN INODORO, Y ME DICE QUE SE ESTÁ TOMANDO UN BAÑO. Pero no se queda ahí la cosa, ya que nos entrega una piedra que mejorará nuestros críticos. Desde este momento nos dan a entender que toda criatura podría sernos de ayuda en nuestra aventura.

Tras hablar con nuestros abuelos nos dirigimos al garaje, donde nos espera… *redoble de tambor* NUESTRO PERRO, QUE NOS HABLA Y NOS DA UN PALO PARA DEFENDERNOS COMO SI FUESE UNA ESPADA. Creo que con estos dos eventos nada más empezar, se sabe de sobra el tono desenfadado que tiene el juego para prácticamente todo.

Pero bueno, AWAY: Journey to the Unexpected es un rogue-lite muy descafeinado, prácticamente hecho para ser disfrutado en una tarde, sin muchas cosas complicadas. Armados con nuestro palo saldremos en la búsqueda de nuestros padres e intentaremos descubrir que está pasando, eso sí, recibiremos ayuda de unos compañeros muy útiles y, que, de hecho, nos dan una lección de que cuantos más, mejor.

El rogue-lite más descafeinado 

En lo que respecta a sus elementos rogue-lite, principalmente es el hecho de que, tras morir, empezaremos de nuevo en la habitación pero subiremos de nivel, desbloqueando una serie de mejoras y atajos para llegar a las diferentes zonas lo más rápido posible. No nos penaliza por morir en ningún momento.

El juego está dividido en zonas, principales y algunas secundarias, con un jefe al final de cada zona principal, habiendo un total de «4» jefes. Los pongo entre comillas porque el último se enfrenta de una manera un tanto especial. A lo largo de estas zonas tenemos siempre una tienda, una serie de NPCs que podrán unirse a nosotros y monedas, muchas monedas que recoger. Estas monedas se usan para conseguir una serie de objetos como Fuegos artificiales (bombas) o «Cubos de la Amistad», con los que podremos hacer que los NPCs entablen una conversación con nosotros. En parte incluso me ha recordado a aquellos juegos de aventuras de PS1 como Croc o Spyro, por el tema de ir por el nivel recogiendo moneditas, con sus pequeñas partes de plataformas

Al principio comentaba que el juego tiene un toque de humor, que está lleno de cosas sin sentido y personajes particulares, aquí es donde entran en acción los compañeros. Con un cubo de amistad en nuestro poder (máximo 3), como digo podemos entablar conversaciones con cada uno y conseguir que se unan a nosotros. Siempre mediante la negociación y el dialogo, aunque tendrás que decirles lo que quieren escuchar o tendremos que intentarlo en nuestra próxima vida. Desde un árbol o un hechicero, pasamos a cosas como un «murciélago» con agujero donde debería tener su corazón o un helado.

Os aviso eso sí, que el juego trae consigo una fuerte base sobre la violencia y el dialogo, sin entrar en spoilers de la historia, os aseguro que os sorprenderá en más de un sentido de lo que trabajan los padres de este muchacho. Ideal en este sentido para jugar con nuestros peques.

Una vez forman parte de nuestro equipo, podemos alternar entre nuestro personaje y ellos. Cada uno tiene una habilidad diferente y usan una barra de energía, diferente a la salud. De hecho , mientras los usemos a ellos, no perderemos vitalidad, la perderá el aliado en cuestión. Aviso que son una parte importante en nuestra aventura, no solo porque además conseguiremos una estrella por cada uno, sino que son nuestro recurso principal contra los jefes.

Que, por cierto, hablando de estrellas, son el sistema de progresión del juego. En nuestra casa hay diferentes puertas cerradas que necesitarán de estas estrellas, así como en alguna que otra zona. El máximo son 8, por lo que si queremos acabar la aventura tendremos que hacernos amigo de cada uno de estos NPCs recalcando que, sin ellos, no podremos descubrir que pasa ni encontrar a nuestros padres. También descubriremos que nuestra casa… no es tan normal…

Nuestra historia

De los aspectos más destacables que tiene el título, es el apartado gráfico, con este rollo cel shading cartoon, siendo muchos de los enemigos sprites 2D que siempre estarán mirando hacia a nosotros. Pero otro y no menos importante, es acabar haciendo de AWAY: Journey to the Unexpected nuestra historia.

Después de las 3 horas de juego, cuando terminas la aventura, la sensación es que TU, como persona, es quien ha salvado el mundo. Acabas dejando a un lado el hecho de que es un videojuego y es cómo si vivieras una aventura fantástica mientras duermes, después de que tus padres te hayan contado un cuento. Y quizá es incluso la intención del desarrollador que esto parezca una historia de las que te cuentan cuando eres pequeño, llena de fantasías donde se mezclan todo tipo de elementos, porque tú eres quien decide que pasa en esa historia.

Conclusiones

AWAY: Journey to the Unexpected es un buen título, corto, intenso y directo. Su historia como comento es una historia de fantasía sacada de la cabeza de cualquier niño que quiere ser aventurero mezclando todo lo que se le pasa por la cabeza. Monstruos, robots o alienígenas, no importa. Es un juego apto para todo el mundo y, pese a que nos pasamos todo el juego dando palos a los enemigos, nos enseña una valiosa lección final: El dialogo es la mejor arma cuando de buscar la paz se trata, y a veces el ping-pong.