Baobabs Mausoleum Grindhouse Edition – Análisis PS4 (PS5)

Baobabs Mausoleum Grindhouse Edition – Los delirios de Celery Emblem

Baobabs ha sido un desarrollo bastante lento, ya que yo recuerdo perfectamente cuando el juego se presentó en las charlas de los eventos de Zero Uno, cuando todavía se podía reunir la gente en sitios cerrados, que tiempos aquellos. Su primer lanzamiento, el episodio 1º, fue en 2017, y el último episodio, el 3º ha sido en noviembre de 2019. Esta loca aventura se ha tomado su tiempo para llegar, finalmente, a consolas, que es la versión que hemos disfrutado nosotros. Esta versión llega al completo con los 3 capítulos, disfrutables en el orden que queramos aunque como siempre, recomendado hacerlo en orden. Baobabs Mausoleum es un juego totalmente loco, de estos que te planteas ¿Qué drogas tomaban mientras lo hacían?, así que si queréis saber que nos ha parecido, os recomendamos quedaros a leer este análisis de Baobabs Mausoleum Grindhouse Edition.

El bizarro pueblo de Flamingo’s Creek

Baobabs Mausoleum nos cuenta la historia de Watracio Walpurgis, un agente del FBI que se ve metido de lleno en el misterioso, y un poco fantasma, pueblo de Falming’s Creek. Este misterioso pueblo, solo aparece cada 25 años, pero vaya por dios, a Watracio le ha tocado. Según entra al pueblo sufre un accidente que le deja atrapado, sin vehículo y sin teléfono, y por supuesto, en el pueblo tampoco tienen teléfono.

Esto es según comienza el episodio 1, Ovnifagos Don´t Eat Flamingos, con el que da comienzo todo esta bizarra aventura con muchos toques a lo Twin Peaks, referencias culturales, personales y a muchos títulos clásicos de Nintendo. En cuanto a historia como tal, simplemente vamos a comentar a manera de resumen todo el embrollo en el que Watracio se ve metido como buen agente del FBI. Su objetivo en el juego es, primeramente, salvar a Daphne de sus secuestradores, y de manera secundaria, aunque no menos importante, descubrir quién es el habitante nº64 de Flamingo’s Creek.

El desarrollo de todo esto es bastante peculiar, ya que en Flamingo’s Creek nada es lo que parece, sus habitantes son de lo más extraño y variopintos, hay buenos momentos de diálogos cargados con mucho humor y, sobre todo, todos saben que forman parte de un videojuego, incluido Watracio, lo que a veces hace que se rompa la cuarta pared y de lugar a situaciones muy curiosas.

Sin embargo, aunque la historia y su desarrollo, aunque a veces caótica pero al menos entretenida, no llega a estar del todo mal, el problema lo encontramos en su apartado jugable. Baobabs Mausoleum es pura experimentación, y eso es lo que más le acaba restando al juego.

Experimentando con el juego, y el jugador

Baobabs Mausoleum es un juego que apuesta de manera muy fuerte y exagerada por la experimentación, tanto a nivel narrativo como jugable, y realmente es en esta última donde se encuentran algunos de los problemas, aunque algunos simplemente son problemas técnicos.

Si tengo que encasillar de alguna forma a Baobabs Mausoleum, lo haría dentro de un clásico juego 2D con vista desde arriba, ya que es en mayor cantidad lo que tendremos en pantalla. Sin embargo, se juguetea un poco el 3D y alguna otra perspectiva más, y en este sentido no lo hace mal tampoco, aporta un poco de variedad y, aunque suene a chiste, otra forma de ver el mundo de Flamingo’s Creek.

El principal problema viene cuando el juego no se define en ningún, más allá de unos cuantos toques de aventura gráfica, es una mezcla un poco extraña. Espero explicarme bien, ya que últimamente me está costando hacerlo con prácticamente todo.

Generalmente, el juego consistirá en ir del punto A al punto B, y conseguir un objeto que nos permitirá avanzar. Al final de cada capítulo, un combate contra un jefe, y ya está. Entre medias de estos caminos, tendremos la opción de recoger unas moneditas y unas estatuillas, así como hablar con diferentes NPCs del juego. Pero claro, es que el juego tiene 3 capítulos, y realmente se nota un poco el tiempo de desarrollo entre ellos, así como lo que se ha querido experimentar en cada uno. Sin ir más lejos, el capitulo 2 es quizá el más largo e interesante, mientras que el 1 es una buena entrada y directa, y el capitulo 3 acaba flojeando bastante.

Cuando el juego necesita hacer algo más clave, experimenta. Nos cambia al 3D, nos propone minijuegos que, en alguna ocasión son un sinsentido, nos mete en situaciones muy absurdas, o de repente nos cuela un absurdo puzle que se resuelve brevemente. Si bien hay algún puzle o «secretillo» que está interesante, como el de la contraseña del cine, no es la norma general, esta experimentación parece más un popurrí de ideas que se han ido metiendo al juego y, claro, como todo es una ida de pinza ¿quién va a decir algo? No me parece mal que se arriesgue y se busque otras formas de enfrentar al jugador, pero no siempre experimentar da buenos resultados, y aquí puede ser algo que frustre al jugador.

A esto se le suma, que en infinitas ocasiones, no queda claro por dónde ir, no saber que hacer o simplemente que no sabemos por dónde se puede pasar y por dónde no. Las colisiones de muchos elementos son muy exageradas y chocan constantemente con Watracio, aunque obviamente puedas pasar. También he tenido algún que otro cuelgue, cosa que no me ha resultado agradable, ya que 2 fueron casi de seguido. Quizá un poquito más de guía al jugador, un mejor mapa, o explicaciones no estarían de más.

Es más, que desaprovechado queda el disparo de hielo de los cigarros, el inventario y muchas otras zonas del juego, que parecen algo interesante pero se quedan en poca cosa. Es una mezcla de cosas que, jugablemente, por ratos está genial, y por otros la verdad que no anima demasiado.

Resumen de mi experiencia en los capítulos

En el capítulo 1 de Boababs tenemos una buena aventura que nos introduce a Flamingo’s Creek y muchos de sus personajes, así como adelantarnos que nos estamos metiendo en un berenjenal un tanto extraño. Notaremos que alguien nos observa, que el pueblo parece no fiarse de nosotros, y que sucederá todo tipo de sucesos extraños. Se desarrolla de manera muy satisfactoria y también nos introduce a que vamos a tener cambios en lo jugable, cerrando bastante bien, y dejándonos ganas de más.

Si nos vamos al capítulo 2, encontramos quizá el punto más clave del juego en muchos de sus aspectos. Aquí nos dejarán explorar de manera un poco más libre Flamingo’s Creek y conocer a sus habitantes, así como dar pie un poco más a misiones de recadero y alguna que otra sorpresilla, como que lo diferente que es el día y la noche. El jugador puede llegar a perderse un poco, y se desarrolla algo más lento y menos lineal, pero pesa bastante en cuanto a argumento.

El capítulo 3 directamente pincha un poco, siendo algo más corto y menos entretenido, por mucho que los sucesos sean el final. Avanza deprisa, y los obstáculos del camino se hacen demasiado artificiales, siendo el peor de los 3. Incluso el cómo acaba, siendo un shooter sobre railes, me ha parecido cutre para Baobabs, que ni siquiera tenía efectos de sonido. De verdad, no sé que pasó en este capítulo, pero destroza un poco lo conseguido con los anteriores dentro de lo que es en sí Baobabs.

Algo que ha ido salvando el juego en general, es que está gracioso, por momentos es divertido y sabe utilizar esa ambientación bizarra, el humor, y esos momentos tan sumamente aleatorios. También que la música acompaña generalmente bien durante toda la aventura. Es un juego que me tiene entre la espalda y la pared, porque sí, ha sido entretenido pero porque la experiencia tampoco es larga, y me atrevería a decir que quizá apuntando a algo más como una aventura gráfica, el juego ganaría algún punto.

Conclusiones de Baobabs Mausoleum

Baobabs Mausoleum es un producto que arriesga, muchísimo, quiere romper un poco con lo establecido en el medio, y en parte lo consigue pero también no. Si bien tiene momentos muy buenos, donde la experimentación de Jacob Jazz funciona, hay otros muchos más que no. Argumentalmente, es una buena vuelta caótica a una historia de «héroe salvando princesa», Watracio es igual o más particular que la gente de Flamingo’s Creek, y esa aleatoriedad en sus sucesos aportan bastante. Sin embargo, en lo jugable me cojea un poco, dando ratos dónde dan ganas de desinstalar el juego (minijuego de golf) y la mezcla de mecánicas y géneros no llega a cuadrar todo lo bien que quizá gustaría.

El que no arriesga no gana, y Jacob Jazz ha conseguido una especie de empate, con un título que, no voy a engañar, creo que dependerá bastante de quién lo juegue para ser juzgado. Personalmente, creo que merece la pena darle una oportunidad, aún a sabiendas que no va a gustar a todo el mundo.

Nota: 6.5/10

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Tesura Games.