El shoot’em up sigue vivo
Desde la llegada de las tres dimensiones al mundo de los videojuegos, el género shoot’em up dejó de tener ese tirón desafiante y divertido que nos acompañó durante generaciones tanto en los salones recreativos como en las consolas de sobremesa de 8 y 16 bits. La aparición de las nuevas tendencias dejó a este género tan querido en una posición prácticamente olvidada, pero gracias al desarrollo de videojuegos por parte de desarrolladoras independientes parece que se está rescatando del olvido, haciéndonos llegar cada vez más títulos que mantienen esa esencia del género y a su vez, con mecánicas jugables modernas e innovadoras.
Precisamente Black Paradox es uno de esos videojuegos que a pesar de mantener esa estética puramente clásica contiene ese punto contemporáneo que consigue un resultado práctico y que termina por ofrecernos horas de diversión.
[dropcap]D[/dropcap]esarrollado por Fantástico Studio, Black Paradox se trata de un shoot’em up en 2D de estética retro-pixel y que incorpora elementos de roguelite con opción de jugarlo a modo cooperativo local. En él nos pondremos en la piel de un infame caza recompensas interestelar, Black Paradox, que a priori pilota, o más bien conduce, el Star Phoenix, algo lo más parecido a un Delorean volador al más puro estilo Regreso al Futuro y cuya premisa, es darles caza a los criminales más peligrosos de la galaxia pertenecientes a la organización criminal Hellraisers junto a sus siete lugartenientes.
Así a bote pronto, no es que este videojuego tenga un trasfondo importante del que tengamos que tomar nota para el desarrollo del mismo, más bien lo que prima es que nos hagamos lo más pronto posible a los controles y que nos iniciemos esta mata-mata incesante de enemigos a través de sus siete niveles. Generalmente me parecieron algo breves, en apenas cinco minutos podemos vernos las caras con el jefe, pero el nivel de exigencia nos hará pasar un buen, o mal rato, dependiendo como se mire hasta que lleguemos a él.
Un shoot’em up puro y duro
El género shoot’em up siempre ha sido caracterizado por su alto componente de frenetismo y sobre todo por su dificultad y, con Black Paradox, no han querido salirse de esa seña de identidad. Cada uno de los niveles suele tener una duración de unos cinco minutos, confieso que algo breves, aun así, eso no es señal de que sea para nada fácil superarlos. Es más, el que no sepamos como es el nivel y por donde nos saldrán los enemigos ofrece un plus de dificultad, pero lo es más con la agresividad que nos atacan, enemigos y disparos desde todas las direcciones que nos harán esforzarnos al máximo para no sucumbir en nuestra misión, teniéndola que empezar desde el principio si esto ocurriera.
A lo largo de los niveles nos encontraremos con la posibilidad de cambiar de armas, o con dos tipos de contenedores, azul y amarillo, el primero subirá la barra de ataque especial, que se trata de pedir apoyo a un aliado durante un tiempo limitado y el segundo, recuperará nuestra barra de salud. También, al acabar con el jefe de nivel obtendremos powerups, a elegir entre dos que mejorará alguna característica o ataque del Star Phoenix durante la partida.
Además, a medida que eliminemos enemigos o superemos niveles se nos recompensará con monedas. Estas se pueden gastar en el Black Market, accediendo al garaje y comprando mejoras permanentes para nuestra nave. Se podrán equipar hasta un total de cuatro, subiendo las características de la nave divididas en cuatro apartados: vida, ataque, velocidad y cadencia de fuego. Considero que estar pendiente a este apartado es el punto clave para ir superando los niveles, ya que si no es así nos será prácticamente imposible superar uno tras otro los sectores para llegar al jefe final.
Un universo procedural
Como ya he comentado anteriormente Black Paradox incorpora mecánicas de roguelite. Antes de ponerme manos a la obra con este juego no tenía ni idea de cuales serían y para nada, me imaginaba que fuera a tener un diseño procedural de niveles, principalmente porque creo que, puede que me equivoque, es el primer shoot’em up en que el veo con este componente integrado. Cada nivel es diferente, tanto en diseño como en distribución de enemigos y eso les da un toque más dinámico, aunque como punto negativo puedo decir que se vuelven demasiado breves.
Sintetízate musicalmente
En cuanto al apartado musical tengo que decir que Black Paradox ha sido un álbum musical de la época de los 80 con melodías compuestas con sintetizadores por doquier que recordará montones de temas de la época al más puro estilo Jean Michel Jarre. Cada nivel contará con su pista musical, nunca una prefijada para cada nivel (sector) que junto al aleatorio diseño de cada uno de ellos ofrecerá una continua sensación de frescor sin dejar que caigamos en una monotonía continua. Por su parte, los sonidos FX se comportan de manera correcta, sin ofrecer nada innovador en este apartado, aunque hace su trabajo sin que le encontremos nada negativo.
Conclusión
Black Paradox ha sido un videojuego que me ha transportado a la época de las recreativas de los 80, tanto por su estética retro-pixel como por su apartado musical. Aunque con detalles a mejorar, como un diseño de niveles más extenso, que creo que ha sido la carencia más importante, ha sido un videojuego que me ha supuesto un verdadero reto en todo momento y que, con un poco paciencia, termina enganchando al jugador. Además, su modo cooperativo local, un clásico en el género le añade ese plus de diversión que tanto gusta mientras nos ayudan a plantarle cara a los Hellraisers.
*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Digerati.