Curse of the Sea Rats – Análisis

Curse of the Sea Rats

Soy una persona que creció con los metroidvanias, por lo que me llena de emoción que los estudios independientes estén dándole un segundo aire de vida al género y arriesgándose a darle un giro a sus mecánicas para refrescarla a los tiempos actuales.

En esta ocasión tengo el honor de analizar Curse of the Sea Rats, desarrollado por Petoons Studio y publicado en España de la mano de Meridiem Games, el desarrollador ha denominado al juego como un ratoidvania por razones obvias que destacan a la vista, asimismo con la flipante novedad de poder jugarlo en cooperativo.

Su historia cumple de maravilla con una moderada dosis de intriga y comedia

Curse of the Sea Rats nos lleva a la época de 1777 en algún lugar del Mar de Irlanda en un navío inglés proveniente de las colonias americanas y se dirige de vuelta al Imperio Británico. Lo que parecía un viaje cualquiera se convierte en una pesadilla, la embarcación es atacada por la bruja pirata Flora Burns y convierte a toda la tripulación en ratas antropomórficas.

El barco naufraga en la costa de Irlanda junto con sus prisioneros que estaban marcados a una condena de muerte, los cuales reciben la oportunidad de su vida. El hijo del capitán del navío ha sido secuestrado y les ofrece una oportunidad de redención a los prisioneros consistente en salvar a su hijo, así como disipar la maldición.

A pesar de tener una presentación un poco oscura, la narrativa es bastante relajada al nivel de un programa de dibujos animados para chavales de sábado por la mañana. Eso sí, el humor es bastante ingenioso y me moló mucho.

Algo curioso es que los personajes se perciben un poco desaprovechados, ya que sin importar al que elijamos de los cuatro disponibles la aventura transcurre igual, algo que pudo haber alimentado a la rejugabilidad. Mas, se agradece que al menos se nos ofrece un pequeño trasfondo del origen de nuestros protagonistas.

Su jugabilidad le hace falta ajustes, pero cumple muy bien

Curse of the Sea Rats parte de la fórmula metroidvania, quiero decir ratoidvania de acción 2D en desplazamiento lateral. De inicio la exploración es sencilla de izquierda a derecha, mas, conforme vayamos progresando iremos viendo bifurcaciones y desvíos que incentivan la exploración regresando en nuestros pasos.

Entre nuestros protagonistas tenemos cuatro personajes variopintos entre apariencias y propios arboles de habilidades que hacen que la experiencia se sienta más variada, sin embargo, de inicio nos toca probar, en caso de no agradarnos el personaje lo podremos cambiar al llegar al punto de salvado.

David Douglas utiliza una espada con un estilo de combate de alcance medio o cercano. Mientras que Buffalo Calf hace uso de cuchillos arrojadizos para ataques a larga distancia. También está Bussa que utiliza ataques de puño de corta distancia y por último Akane Yamakawa que viene equipada de su fiel utiliza una Nanigata para atacar a distancia media o larga y especializada en la velocidad.

El juego no nos lleva de la mano, más allá de indicarnos las mecánicas y el mando de una forma bastante sencilla; con un botón de ataque, otro para defensa/esquivo, inmediatamente somos lanzados a explorar con plena libertad en búsqueda de piratas, tesoros, misiones secundarias y secretos.

Me ha sorprendido que no hay una linealidad en el progreso, nosotros marcamos el ritmo. Desde luego que algunas áreas no serán accesibles hasta que tengamos alguna habilidad en específico, y lo que más me ha encantado es que por lo regular nos ofrece más de un camino opcional, así que la libertad está más que clara y no estamos obligados a seguir un camino e específico.

El mapa es de fácil acceso y nos ayudará manteniendo un registro de las zonas exploradas, incluso destacando si nos hemos olvidado algún cofre del tesoro, facilitando el repaso al momento de volver a nuestros pasos con la habilidad necesaria.

Aunque por alguna extraña razón el mapa no nos apoya con el seguimiento de las misiones secundarias y la ubicación de los PNJs, a pesar de tener una vaga pista en los ítems importantes del menú opciones, se vuelve requisito tener buena memoria.

La curva de dificultad es bastante marcada, los enemigos son manejables, mas todo se desborda cuando llegamos con los jefes en donde es necesario sí o sí tener un buen nivel y las habilidades mejoradas, ya que de lo contrario limpiarán el suelo con nosotros, así que el leveleo (grindeo) se vuelve indispensable. Asimismo, que el control de personaje se siente burdo y poco preciso.

Es importante mencionar que todos los enemigos nos hacen daño con tocarlos, y es un poco desalentador que no nos ofrezca niveles de dificultad para sopesar un poco la frustración o hacer más asequible el reto para el novado poco acostumbrado al fracaso.

El juego nos ofrece multijugador de hasta cuatro jugadores en local cooperativo, por desgracia el título no permite repetir personajes ni hay juego en línea. Algo que le habría venido bien al juego, ya que es muy común que algunos personajes no se ajusten a cualquier jugador, imagino que la finalidad es dar cierto equilibrio.

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Su estilo de arte es una pasada

Curse of the Sea Rats enamora a través de la vista con sus animaciones, diseños de personajes y escenarios hechos a mano con ese estilo que rápidamente nos rememora a los clásicos dibujos animados. Todos y cada uno de los protagonistas tienen su propio en canto y personalidad que se traslada a lo jugable.

Los escenarios que exploramos nos ofrecen una buena variedad en los biomas que a momentos me hacían flipar en cómo todo está interconectado. De igual modo es de destacarse los fondos que tienen mucho cariño y ayudan a la inmersión.

El juego corre a 60 fotogramas por segundo a una resolución de 2160p en PlayStation 5, todo el tiempo estable y no detecté fallos. Incluso jugando en cooperativo el juego logra mantenerse bien con tanta acción en pantalla y traseros pateados.

En lo musical cumple de maravilla al ofrecernos tonos distintivos a cada bioma, así como melodías agradables para mantenernos al loro de la aventura. Con gran alegría puedo decir que el juego cuenta con textos en castellano, con un tamaño fenomenal para la lectura, haciendo accesible los textos para la vista sin que corramos riesgo de perdernos de algo.

Conclusión

Curse of the Sea Rats es un formidable ratoidvania que logra tomar las bases del género y ejecutarlas a su particular estilo enganchando de maravilla. Su narrativa es sencilla y cumple con darnos un objetivo sin ir más allá.

En lo jugable se luce por la variedad de personajes que se destacan en sus habilidades que nos obligan a levelear para poder hacerle frente a los enemigos, asimismo, cuenta con picos de dificultad que me hacen difícil recomendar el juego a un jugón casual, mas, ideal para el jugón que disfruta de un elevado reto y que explora su potencial gracias a su modo cooperativo en donde la acción explota.

El diseño de personajes y de niveles, así como la animación es fenomenal haciendo de este juego una joya oculta por lo bien cuidado que ha sido su presentación y que nos llega con una buena localización al castellano.

8,5

De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Meridiem Games. Se jugó actualizado a la versión 1.000.001 de PlayStation 5