Ghostrunner, la última esperanza
El equipo de desarrollo de One More Level junto a Slipgate Ironworks nos traen Ghostrunner, un título que se propone poner nuestros reflejos al límite mientras recorremos la torre de Dharma en la piel, precisamente, de un Ghostrunner. Un soldado modificado mediante implantes en busca de conocimiento sobre quién es, dónde está y porqué está haciéndole caso a una voz que hay en su cabeza. Aunque eso sí, aunque haya una historia detrás, estamos ante otro título que no busca que le prestemos atención, si no que disfrutemos jugando, así que vamos a ver qué es lo que nos encontraremos en este análisis de Ghostrunner.
Una humanidad confinada
Cualquiera diría que es una obra de ciencia ficción, pero nuestro título transcurre en un momento clave de la humanidad en el que el mundo se ha visto arrasado por un cataclismo. Los pocos humanos que quedan viven en la denominada torre de Dharma, una especie de rascacielos donde como de costumbre… la sociedad vuelve a fallar. Como no todo podía estar en paz, nos encontramos justo en un momento clave, un golpe de estado que deja el control de todo en Mara, una señora que no parece importarle la vida humana con tal de conseguir su objetivo.
Y no quiero contaros mucho más, porque no quiero entrar mucho en spoilers, ya que cuenta con varios detalles y giros que son mejor descubrirlos por tu cuenta al jugarlo. Solo añadir que nuestro objetivo inicial es acabar con Mara con la ayuda del Arquitecto, una IA que está dentro de nosotros y nos ayudará a recuperar nuestras habilidades. Para ello iremos ascendiendo por los diferentes pisos de Dharma, que parece una ciudad en sí misma, y eliminando a todo aquel que se oponga a nuestro objetivo.
El punto más débil de la historia que nos presenta el juego es básicamente que parece que no quiere que la sigas. Estamos ante un juego que rara vez estaremos parados y claro, el 90% del contenido sucede mediante diálogos en pleno juego con voces en inglés, por lo que hay que leer los subtítulos. Y al menos en mi caso, me es un poco complicado estar leyendo subtítulos mientras haces parkour, esquivas a 3 soldados disparando y, además, tienes que estar pendiente de cuando entrar para matarlos. Aunque también diré a su favor, que si vas prestando atención, verás que la historia profundiza bastante más en Zoe, de la resistencia, y en el propio Ghostrunner, quién se va cuestionando de manera continua todo lo que le dice el arquitecto, incluso quién es él.
Nuestro Ghostrunner va bien equipado
Desde el momento en el que tenemos el control del Ghostrunner nos dejan una cosa clara, y es que vamos a correr como si no hubiese mañana, que, de hecho, podría no haberlo. Aunque también vamos a tener que enfrentarnos al ejército de Mara, dispuesto a acabar con nosotros. La cosa no va a ser fácil, pero podemos hacer uso de nuestras capacidades para hacer que sí lo sea.
La torre de Dharma, la verdad, es que parece más una ciudad cochambrosa que cualquier otra cosa bonita que podáis imaginar. Es todo estructuras de hormigón, edificios, tuberías y acero, mucho acero. Hay un par de áreas que merecen verse, sí, pero por lo general lo veremos como un sitio oscuro, de hecho ¿Quién diría que hay humanos? Es difícil de creer, pero gracias a como está construida esta estructura podremos aprovecharla al máximo.
Dentro de nuestro arsenal de habilidades, que no solo será matar con la espada, el Ghostrunner puede correr por paredes, deslizarse, dar increíbles saltos e incluso tiene un módulo de le permite ralentizar el tiempo, esquivar y avanzar en una dirección rápidamente, aunque no mucha distancia. También un gancho, que últimamente no falta en ningún juego. Es lo que podríamos decir todo un ninja cyberpunk, y es que al final su cuerpo está compuesto de diferentes implantes que se pueden mejorar, y es donde comienza lo bueno.
Según progresemos en la torre de Dharma nos conectaremos al Cibervacío, un lugar en el que desbloquearemos nuestras auténticas capacidades como Ghostrunner. En total contaremos con un total de 4 habilidades, todas preparadas para matar y hacernos el camino más fácil, pero también ganaremos una serie de módulos que permiten modificar nuestro personaje. Muchos de ellos están centrados en potenciar las habilidades que conseguimos, y otros más centrados en usar a Ghostrunner al más puro estilo ninja sádico que va a por todos los enemigos.
Escalando por Dharma
Como bien dije antes, la torre de Dharma es más bien un lugar lleno de acero y hormigón, muchas de sus plantas incluso todavía en construcción, por lo que para llegar de una zona a otra hará falta algo más que andar. La jugabilidad de Ghostrunner es muy frenética, como si fuese un nivel de Mirror’s Edge de los más intensos y en velocidad x2, vamos a tener que estar constantemente atentos y actuando rápidamente a la mínima.
No quiero decir que sea un juego exigente, ni siquiera difícil, ya que se basa mucho en aprovechar el entorno y nuestras habilidades. Sin embargo, con el ritmo que tiene el juego, vamos a enfrentarnos mucho a la muerte, muchísimo. Pero es quizá donde le he encontrado la gracia al juego, y es que no está hecho para todo el mundo en este sentido, está muy orientado a los jugadores que les gusta ir rápido, actuar, y no descansar: speedrunners. Aunque también lo va a disfrutar cualquier otra persona, así que preocuparse.
Ghostrunner emplea la fórmula «1-hit», motivo por el que moriremos rápidamente si no prestamos atención, pero por el que también morirán los enemigos. Algunos requerirán de algún pasito más debido a que tienen un escudo o porque tendremos que atacar en el momento justo. Al principio igual nos cuesta enfrentarnos a nuevos enemigos, pero no os preocupéis por que se le coge rápido el truco.
Pero lo más importante, y sin duda, es el parkour. Matar enemigos está bien, pero está mejor vacilarles en el aire. La movilidad del Ghostrunner es simplemente excepcional, pudiéndose hacer incluso algún que otro truco avanzado que permite estar constantemente por las paredes, y además, ganando altura. Correr por la pared, saltar a y engancharte en un sitio, continuar en una pared para luego «dashear» y saltar a otra, para acabar con un enemigo desde el aire, es muy placentero. Especialmente si tenemos en cuenta que, si morimos, al instante volveremos a la carga.
Otra ventaja que tiene el juego es que se siente fresco, algo diferente a casi todo lo que vemos generalmente, tanto en los juegos de primera persona como en la fórmula 1-hit. Es rápido, fluido, buena mezcla de acción y «parkour», buenos niveles, libertad para moverte por ellos, rapidez para volver a intentarlo… Es una fórmula que es bastante adictiva, al menos para mi.
Explora cada esquina
Los más completistas, además de hacerse los niveles sin morir y en el menor tiempo posible, lo más seguro es que quieran conseguir todos los coleccionables que existen. Para esto el juego te informa de qué tipo de coleccionables hay en cada nivel y su cantidad, aunque será decisión del jugador buscar y encontrarlos.
Entre todos estos coleccionables se encuentran «reliquias» de la antigua humanidad, grabaciones de voz y nuevos diseños de katanas para no ir siempre con la misma. Os aviso ya que algunos de estos coleccionables están bastante bien ocultos y requieren usar técnicas avanzadas, pero tampoco os compliquéis, el juego deja escoger cualquiera de los 17 niveles para rejugarlo después.
Rendimiento de Ghostrunner
La versión que hemos jugado ha sido la de ordenador, exactamente la de Steam. Y ya de primeras veremos que tampoco es que pida unos requisitos muy exagerados, de hecho, un ordenador de gama media-baja podría jugarlo sin problemas. En nuestro caso hemos usado una GTX 1060 de 6gb, 16GB de ram, Ryzen 1600x y un SSD NVME y confirmamos que está muy bien optimizado.
Hemos estado constantemente en calidades épica excepto sombras, en resolución 1080p con unos 60 fps muy constantes. Solo hemos tenido alguna pequeña caída al entrar en una zona nueva o similar, pero nunca en pleno combate o desplazamientos. La calidad visual del juego además está muy bien, incluso bajando un poco las calidades, lo cual es toda una sorpresa. Tampoco hemos encontrado fallos más allá de atravesar un edificio 2 veces y quedarnos dentro, algo muy puntual y principalmente por hacer el burro con los saltos.
Conclusiones de Ghostrunner
Ghostrunnner es un muy buen juego, quizá no apto para todo el mundo por su jugabilidad frenética y que requiere de cierta destreza, pero que para jugadores como yo, pues me ha encantado. La jugabilidad sin duda es el punto más fuerte, acompañado de una muy buena banda sonora, y la estética cybperunk del título le da el toque extra que necesita. Un juego sumamente disfrutable que hará delicias de los más aficionados al género 1-hit y la velocidad, perfecto para engancharte algo en estos días que nos esperan.
Nota: 8.5/10
De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de 505 Games España.