killing floor III

Killing Floor 3 – Análisis PS5

Un esperado baño de sangre que llega con tropiezos

En los últimos años, un género que se volvió rápidamente uno de mis favoritas es el de hordas, títulos cooperativos que ponen a pruebas nuestras habilidades contra todo tipo de enemigos. De estos, uno de los que más tiempo les dediqué fue Killing Floor 2, el excelente y reconocido título de disparos en primera persona que nos enfrenta a una amenaza de enemigos mutantes conocidos como Zeds.

Luego de un importante anuncio, varias sesiones de beta cerrada en las que aquí compartí mis impresiones, y un retraso de cuatro meses, finalmente nos llega la esperada tercera entrega del título de disparos y terror cooperativo de hordas en primera persona.

Su historia no se complica y nos arroja rápidamente a su acción brutal desenfrenada

Como ya sabemos, la saga de Killing Floor nunca le dio demasiado enfoque a contar una historia muy compleja, metiéndonos de lleno en una supervivencia mortal en la lucha contra Zeds, criaturas mutantes y armas biológicas que azotan al mundo entero desde el primer brote en el año 2013.

4 años luego de los eventos de Killing Floor 2, y 14 luego del brote original en el primer Killing Floor, la invasión de los Zeds continúa en el año 2027, escalando a un nivel incluso superior, invadiendo parte de África y el resto de Europa. América y Oceanía se convierten en el último batallón y fuerza de resistencia global, quedando tan solo pequeños grupos de civiles armados, restos de gobiernos, insurgentes, y compañías militares privadas.

Nos pondremos en la piel de uno de los especialistas de Nightfall, una de las últimas fuerzas de resistencias del mundo, en incursiones en distintas zonas por intentar limpiar, o al menos frenar, el avance la invasión Zed. Es una historia realmente simple, que mantiene una continuidad lógica, pero no tiene mucho más desarrollo: lo importante es crear un buen baño de sangre.

En su jugabilidad da un buen giro de tuerca

Killing Floor 3 es un título de disparos en primera persona cooperativo en línea de hordas, en un sistema de escenarios con oleadas dificultad creciente, y un eventual jefe final. Renueva su jugabilidad por completo, introduciendo movimientos modernos: ahora podemos deslizarnos, esquivar rápidamente hacia un lado, usar tirolesas, y habilidades especiales con tiempo recargable.

Mantiene su misma estructura base, en donde jugaremos partidas en distintos mapas de varias oleadas de enemigos que sueltan dinero para comprar equipamiento entre estas, hasta un eventual jefe final. Además de sobrevivir partidas, el objetivo es obtener recursos y experiencia para mejorar a nuestro personaje y equipamiento, y afrontar dificultades más difíciles.

Recibe muchos cambios jugables en comparación con Killing Floor 2, siendo en mi opinión el peor el de cambiar las jeringas curativas recargables a un máximo de 3 por oleada, debiéndose comprar adicionales en la tienda. Esto cambia por completo el ritmo de juego, haciendo que debamos jugar de una manera muchísimo más defensiva, lo que lo hace menos frenético y, para colmo, ya no podemos curar a nuestros compañeros.

El sistema de personajes y clases también ha sido rehecho, haciendo que ahora cada personaje tenga su propia clase única, un cambio sin sentido que romper por completo la personalización de cada personaje: tendremos que decidir si nos gusta más un personaje en específico, o una clase. Ahora tenemos un árbol de habilidades más complejo, que nos permite tener combinaciones más interesantes, pero se echan en falta algunas clases y habilidades.

El dinero “Dosh” ahora es mucho más escaso, y ya no tenemos armas, munición o armadura dispersas por el mapa, lo que hace que ya no tenga sentido crear un recorrido, sino que ahora nos obliga a atrincherarnos en una zona en la que podamos correr en círculos.

Lo antes mencionado hace que el dinero sea ahora incluso más escaso, y la tienda se siente mucho más limitada. Ya no podemos compartir armas a nuestros compañeros, ni soltarlas a morir, así que cada uno depende de sí mismo.

Buenos cambios, aunque otros innecesariamente elevan el desafío

Mi cambio favorito es que ahora podemos fabricar modificaciones y mejoras para cada arma, con materiales que no sueltan los enemigos o se nos otorgan de diversas maneras. Esto abre un enorme y muy necesitado abanico de posibilidades, permitiéndonos personalizar cada clase al máximo. Nos llevará mucho tiempo mejorar cada arma, pero también alarga mucho la rejugabilidad.

Pero esto tampoco es perfecto, ya que mejorar cada arma aumenta el costo de estas durante la partida, lo que hace que sea casi imposible comprar un arma mejorada al máximo antes de llegar al jefe final, y claro, nos obliga a sobrevivir con armas mediocres a duras penas. Sumado a la escasez de dinero, la necesidad de recargar armadura, jeringas, arrojadizas, y desplegables entre oleadas, se vuelve un problema demasiado grabe, y ni hablar en dificultad más altas.

Al momento de su lanzamiento, tenemos 6 especialistas, 7 mapas jugables, 3 jefes finales, 3 dificultades, y 30 niveles para cada especialista. Solo tenemos partidas de 5 oleadas con jefe final, y no medianas de 7 oleadas y largas de 10 oleadas. Naturalmente, es una cantidad muy inferior a la enorme cantidad de contenido que tenemos en Killing Floor 2, pero esto es normal, ya que tuvo casi 10 años de actualizaciones constantes. Esperamos que este nuevo título reciba el mismo tratamiento.

Con todo esto, su jugabilidad se siente que intenta renovarse, pero también va muchos pasos hacia atrás, con cosas que se cambia o directamente no tiene, que realmente no tiene mucho sentido. No soy entusiasta de su nueva modalidad de juego como servicio implementada, con pases de pago, misiones diarias y semanales, y cosas del estilo. Supongo que está bien, para los que deseen dedicarle una cantidad seria de horas.

Gráficamente da un paso adelante

Naturalmente, el cambio gráfico es más que notable, disfrutando de unos excelentes gráficos de nueva generación como nos tiene acostumbrados el moderno motor gráfico Unreal Engine 5, llevando el terrorífico y oscuro mundo de Killing Floor a un nuevo nivel.

Siempre me gustó la ambientación que crea la saga, aunque sinceramente, no soy demasiado fanático del nuevo estilo tan futurista en los escenarios: nuevamente, espero una enorme variedad de escenarios con todo tipo de estilos.

Al igual que en la beta, siento que la sensación de “gunplay” y las animaciones cuando disparamos o manejamos las armas siguen siendo algo flojas, sintiéndose un poco más arcade y menos intenso. Esto afecta mayormente la sensación de juego, y siento que pueden mejorarlo si quisieran, ya que Killing Floor 2 nos ofrecía cientos y cientos de animaciones con la inmensa cantidad de armas que tiene.

En su versión de PlayStation 5, su rendimiento es generalmente bueno, logrando 60 fotogramas por segundo en una resolución de 4K 3840×2160, aunque con bajones puntuales notables en momentos puntuales, mayormente al jugar en línea. Sus opciones son algo flojas, no cuenta con modos de rendimiento y resolución, tan solo compatibilidad con HDR.

No tuve errores o bugs en mi experiencia, y la experiencia en línea también es buena, aunque ahora no podemos buscar salas, y deberemos usar el incómodo emparejamiento automático. Cuenta con juego cruzado entre plataformas, por lo que no tendremos problemas en encontrar gente o jugar con amigos. Por desgracia no aprovecha las funciones del mando DualSense de PlayStation 5.

Su banda sonora se queda corta y no iguala el nivel de adrenalina

Probablemente el apartado en el que más me duele esa sensación de retroceso es en el de su banda sonora, que me encantaba con pasión gracias al uso de intensas melodías de puro metal pesado, acordes a la perfección con el estilo del juego. Esta nueva entrega busca traernos un estilo similar, aunque no logra llegar al mismo nivel.

No están para nada mal, y vuelven a elevar la emoción al máximo en cada nivel, con ritmos rápidos y pesados para hacer masacres con el volumen al máximo. Una vez más, soy optimista en que mejorará con el tiempo, con la introducción de nuevos niveles que nos traigan música incluso más intensa.

Nos llega traducido al castellano en todos sus textos, voces y subtítulos. Aquí nos ofrece buena accesibilidad para daltonismo, aunque los subtítulos no tienen posibilidad de cambiar su tamaño y en mi opinión apenas son aceptables para la lectura, por fortuna al tener voces en español no es muy necesario el uso de los subtítulos.

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Plaion España. Se jugó actualizado a la versión 2.002.000 en PlayStation 5.

killing floor III
Killing Floor 3
Una emocionante entrega a medio cocer
Luego de haber jugado una gran cantidad de horas a Killing Floor 2, y completarlo al 100% en PlayStation 4, Killing Floor 3 es una entrega que esperaba con ansias, pero me deja con sentimientos mixtos: por un lado, es una excelente propuesta de supervivencia de hordas cooperativas, pero, por el otro, se siente muchos pasos atrás sobre lo que fue el excelente Killing Floor 2. Dejando de lado la obvia cantidad inferior de contenido, siento que añade nuevas mecánicas muy buenas y super necesarias como la mejora de equipo y habilidades, pero a cambio se siente un título más genérico, infectado por la modalidad moderna de “juego como servicio”, aunque no sea necesario comprar nada adicional para disfrutarlo. Siento que sufre de lo mismo que le ocurrió a PayDay 3, pero soy optimista aún puede corregir sus errores y agregar una buena cantidad de contenido de calidad, llegando a ser un título de calidad que nos vuelva a ofrecer potencialmente cientos e incluso miles de horas de pura adrenalina. En su estado actual, puedo recomendarlo sin problemas, especialmente para jugar en grupo con amigos, donde la experiencia es excelente.
7.5
Muy bueno