Minabo: A Walk Through Life – Análisis

Minabo: A Walk Through Life

A estas alturas quien más y quien menos conoce Minabo, DevilishGames no lo ha hecho nada mal con la campaña publicitaria y a todos nos ha llegado algo de información sobre este título. Aviso desde ya que no van a ser pocos los juegos de palabras que encontraréis en el texto.

Vive la vida de Minabo

El juego básicamente consiste en vivir. Minabo: A Walk Through Life es un simulador muy peculiar del desarrollo de la vida. Empezamos naciendo en mitad de un campito (como en el siglo XV) y debemos echarnos a andar en un mundo desconocido con nuestras necesidades sin cubrir.

Así es Minabo, curioso, divertido y hostil a partes iguales.

Seguramente todos hemos jugado o visto jugar u oído hablar a alguien de Los Sims. Los Sims era y es el simulador de vida por excelencia (olvidando sus expansiones ultra locas) y Minabo ha llegado para crear competencia a su manera.

La dinámica, como he dicho, es súper sencilla: estás plantado y brotas. Cuando brotas, apareces junto a otros nabos que serán progenitores, hermanos o simplemente nabos ajenos, desconocidos. Como si de la vida misma se tratase, debemos avanzar en línea recta desarrollando (o no) diversas relaciones con los otros nabos. Así, hemos brotado y ahora nos desarrollamos.

En este desarrollo, si prestabais un mínimo de atención en clase, sabréis que llega el momento (aunque no para todos) en el que Minabo tiene la opción de reproducirse. Y finalmente, tras un paseo de duración diversa, volverás a la tierra de la que brotaste.

Lo que viene siendo una “simplificación” de la vida en la que no lloras por quien te rompe el corazón o por no entender qué es eso del IRPF.

Más duro de lo que parece

Pero Minabo siempre que puede, va mas allá. Las interacciones con otros nabos serán realmente interesantes en nuestra vida llegando a afectar a nuestras necesidades de contacto físico, intimidad y pertenencia y estas a su vez, a nuestra esperanza de vida.

Mientras jugaba, constantemente me decía a mí misma: manda narices lo poco que te gusta relacionarte en la vida y el ratito que llevas haciéndolo aquí.

Porque así es, Minabo te obliga a relacionarte con otros nabos. A que ese desconocido se convierta en tu mejor amigo, en tu pareja o incluso en tu compi progenitor de los pequeños nabitos que plantéis juntos. De igual modo, al contar con unas misiones básicas en cada nivel, nos vemos forzados de algún modo a planear nuestra vida para poder cumplirlas, aunque siempre podemos ignorarlas sin más y dedicarnos a lo nuestro.

Es importante avanzar en la vida, pero lo mejor es volver a la tierra rodeado de todos esos nabos que encontraste por el camino y te conocieron de un modo u otro.

En nuestra vida, todo depende de nosotros y de cómo queramos avanzar. Así, Minabo nos deja a nosotros decidir eso. Si queremos ir corriendo o despacio, disfrutando de los años. Si preferimos saludar a todo lo que nos crucemos o preferimos avanzar en solitario… todo depende de nosotros. El juego en ningún momento nos obliga a nada. Nosotros somos los que decidimos sobre nuestra propia vida.

¿Dónde está la gracia?

En primer lugar, lo divertido del juego reside en el nombre. Una maravilla elegida no sé si con una premeditación extrema o todo lo contrario, pero que desde luego ha hecho que mucha gente lo conozca.

En segundo lugar (y poniéndome ya seria), aunque el juego nos deja elegir cómo avanzar los niveles, es cierto que hay ciertas misiones que cumplir que condicionan ese juego. Desde hacer un millón de amigos a morir sin haber conocido a un solo nabo, pasando por tener una mascota o matar a un nabo. Hay un puñado de niveles que conforman el grueso del juego y le dan ese toquecillo de reto tan necesario para algunos (me incluyo). Estas misiones en más de una ocasión serán más complicadas de lo que podríamos pensar en un primer momento y desde luego que nos dejarán pensativos en más de una ocasión.

En tercer lugar, si lo tuyo es más ir a tu bola y vivir la vida a tu manera, Minabo tiene un modo libre en el que desarrollarte plenamente como nabo hasta que te hartes o mueras o las dos cosas.

No esperes un Souls, Minabo es muy disfrutable a su manera relajada y profunda (juro que no va con segundas esta vez).

En cuarto lugar, y para rematar lo curioso del juego, Minabo irá encontrándose con otros nabos que llevan un sombrerito que podremos conseguir si ganamos a piedra, papel o tijera. Estos sombreros nos ofrecerán ciertas ventajas en el juego como que nos afecten menos las experiencias negativas o que tengamos más éxito al interactuar con los demás.

Minabo es precioso

Si por algo llama la atención Minabo es, porque a pesar de ser sencillo, resulta realmente agradable visualmente hablando.

Cada nabo es diferente y tiene algo distintivo que lo diferencia de los demás. Además, son realmente expresivos a pesar de contar con apenas “cuatro líneas” ya que podemos ver si están enfadados, tristes o felices y ver sus reacciones a nuestras acciones.

Las acciones y reacciones sin duda me parecieron la parte fuerte. Un beso en la mejilla, agarrarse de la mano, un saludo entre amigos, un abrazo, jugar al cucú-tras… todo eso se plasma en los diferentes personajes y le da el toque perfecto.

Igual pasa con el paisaje. A lo largo de nuestra vida atravesamos las estaciones constantemente y en ellas diversos fenómenos meteorológicos que no siempre nos vendrán demasiado bien. Todas estas fases cuentan con su diseño propio: hojas que caen, flores que brotan, lluvias, nieve…

Por su parte la música no terminaba de gustarme. Aunque era sencilla (lo cual acompaña perfecto), apenas cambiaba al pasar algo negativo o positivo o entre niveles. Un poco demasiado repetitiva, aunque sin resultar pesadísima como pasa en otros casos.

Minabo: A Walk Through Life

CONCLUSIÓN

Sinceramente quería jugar a Minabo: A Walk Through Life por los ‘jajas’ y he acabado encontrándome con una reflexión profundísima de la vida y su desarrollo.

Un juego que sin darme cuenta me ha hecho replantearme relaciones y situaciones y que me ha obligado a tomar decisiones complicadas.

Minabo es uno de esos juegos que sin darte cuenta te cala hondo y no hay quien vuelva atrás.

8

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de ICO Partners. Se jugó a la versión de Nintendo Switch.