Oninaki – Análisis PlayStation 4

oninaki analisis

Oninaki, la arriesgada apuesta de Tokyo RPG Factory

Seguramente muchos conocéis a Tokyo RPG Factory, una desarrolladora japonesa subsidiaria de la prestigiosa Square Enix y conocida en el mercado por el desarrollo de I am Setsuna o LOST SPHEAR, dos RPG’s de estética y mecánicas clásicas que se hicieron con el corazón de los fans de este género tan querido. Recientemente la compañía nos deleitaba con Oninaki, su nueva apuesta para hacernos vivir una nueva experiencia rolera que gira en torno al festival japonés de Obón. Una tradición donde honran a los espíritus de los antepasados que vuelven para visitar a sus parientes.

Una aventura entre la vida y la muerte

[dropcap]L[/dropcap]a aventura de Oninaki nos pone en la piel de Kagachi, un joven Watcher cuyo trabajo guiar a las almas perdidas en el más allá, cortando los lazos que aún lo unen con el mundo de los vivos y ayudándolos en su camino hacia la reencarnación. Los Watcher tienen el poder de cruzar hacia el otro mundo y contactar con aquellas almas perdidas que aún vagan esperando seguir su camino.

Un día, años después de su primer encuentro, Kagachi se encuentra de nuevo Linne, una misteriosa chica que por alguna razón ha perdido la memoria. Sin ningún tipo de recuerdo, Kagachi le ofrece su ayuda. Ese encuentro entre ambos concluye con la aparición de un malvado ente el cual se conoce como The Night Devil, dejando fuera de combate a nuestro protagonista y atacando cruelmente a la pequeña Linne. ¿Quién es ese ente? ¿Por qué ataca  a Linnne? Esta incógnita y muchas otras nos esperan junto a otros Watchers, con los que uniremos fuerzas en una aventura cuya misión es descubrir que está ocurriendo con estas almas de los habitantes del reino.

oninaki analisis 01
Kagachi defendiendo a Linne de The Night Devil.

 

Oninaki nos sumerge en una interesante aventura cuyo argumento nos va dejando muchos cabos sueltos, pero que a medida que vayamos progresando se terminan uniendo. Si que es verdad que a veces me daba la sensación tener cambios demasiado bruscos en el desarrollo de la trama; de momento me sentía a un paso de llegar al final y de buenas a primeras parecía estar bastante lejos. Una interesante y desconcertante trama desarrollada entre dos mundos, llena de complots y con alguna que otra sorpresa inesperada, que trata temas tan delicados como la religión y el ciclo de la vida y la muerte. Un jugoso cocktail que sirve para terminar de darle forma a una aventura gira en torno a su jugabilidad y su entretenido sistema de combate.

Llamativo en su apartado gráfico

Si hay algo que hay que decir de Oninaki es lo llamativo de su apartado gráfico. La desarrolladora ha elegido un diseño de personajes de estética super deformed que encaja perfectamente con la calificación Pegi 12 en la que al título se le ha encajado. Salta a la vista el cuidado diseño de cada uno de los personajes, los Daemons y enemigos con unos diseños variados y cuidados al máximo en cada uno de sus aspectos.

Pero también hay que hablar del preciosismo de sus escenarios y entornos. Personalmente me parecieron perfectamente diseñados y sobre todo, tengo que destacar la perfecta ambientación de cada uno de ellos. Tampoco podría olvidarme del perfecto uso de las luces y las sombras, sobre todo de la diferenciación en el uso de las paletas de colores entre ambos mundos. En el mundo de los vivos, utilizando colores y tonalidades más vivas, mientras en el de los muertos predominan tonos más apagados, transmitiendo una continua sensación de soledad.

El sistema de combate, la piedra angular de Oninaki

La apuesta de Tokyo RPG Factory con Oninaki ha sido cuanto más atrevida en cuanto a su apartado jugable. Tras lanzar al mercado dos RPG con un sistema de combate por turnos, la compañía ha optado en esta ocasión por el dinamismo del combate en tiempo real con ligeros toques de hack and slash, basado en la invocación de Daemons. Estos se tratan de uno nos entes que le prestan sus habilidades y armas al protagonista al combatir. Este apartado se trata de la piedra angular del videojuego y donde reside la mayor parte de la diversión, obteniendo un resultado final bastante positivo.

Durante los combates podremos intercambiar los Daemons en tiempo real mediante el stick analógico derecho. Se pueden equipar hasta cuatro de ellos, seleccionándolos desde el menú de opciones, botón «options» del Dualshock de PS4 (versión que hemos analizado), dentro de los puntos de guardado. Dependiendo de cuál de ellos invoquemos, Kagachi podra usar sus habilidades, armas y características, adaptando su estilo de lucha a cada situación. En total contaremos con hasta nueve Daemons o más, que iremos reclutando durante la aventura, aunque seguramente a la mitad de la misma ya dispongamos del 100% de ellos.

trance oninaki

Igualmente, durante los combates se irá rellenando la barra trance a medida acabemos con enemigos. Se trata de una barra que al llegar al 100% y pulsando L1, hará que el Daemon que tengamos invocado entre en una especie de trance. Esto hace que Kagachi efectúe una mayor cantidad de daño y una recarga de los ataques especiales de manera más rápida. Además, durante el trance no se podrá cambiar de Daemon.

Sin embargo, hay detalles típicos de este sistema de combate que se echan en falta, como acciones de bloqueo o uso de items en combate. Estos última se limitan únicamente al uso de incienso con los que el protagonista recuperará  HP. Kagachi podrá portar un número determinado de ellos dependiendo de su nivel de experiencia y se obtendrán al acabar con enemigos o dentro de los cofres.

Viajando entre dos mundos

Con respecto a la mecánica de juego tengo que decir que Oninaki es bastante lineal para ser un RPG. Básicamente el juego se desarrolla de la siguiente manera: la historia principal se limita a guiarnos hacia distintas localizaciones del mapa del mundo, lugares donde tenemos que alcanzar los puntos marcados en el mapa y finalmente acabar con su boss. De esta manera da la sensación de ser algo repetitivo, aunque se salva gracias a otras mecánicas que abordo a continuación.

Una de las mecánicas más interesantes de Oninaki sin duda ha sido la posibilidad de viajar entre dos mundos. Este apartado le da bastante dinamismo al videojuego y proporciona una mayor exploración.  Podemos variar a nuestro antojo entre el mundo de los vivos y de los muertos, pero ojo, en el más allá también nos esperan hordas de enemigos dispuestos a truncar nuestra misión. Sin embargo, hay zonas en el otro mundo las cuales tenemos que liberar de la oscuridad y para ello, tenemos que eliminar a una serie de mini bosses que aparecen en el mundo de los vivos que, una vez eliminados dejan una especie de portal.

En el mundo de los muertos nos encontramos con el mismo diseño de mapa, aunque no pasa lo mismo con distribución de enemigos. También encontraremos una serie de cofres en los que contienen armas y piedras de almas (Souls stones). Estas nos servirán para mejorar el árbol de habilidades de los Daemon. Además, durante nuestro periplo tendremos que viajar a través de él con el fin de hablar con los perdidos y escuchar sus historias. En ocasiones ellos nos servirán de guías en nuestra misión, otros nos encargarán misiones secundarias que simplemente tratarán de ir, buscar o traer. Nuestro trabajo como Watcher es liberarlos del nexo que aún les une con el mundo de los vivos y que sigan su camino hacia la reencarnación.

En Oninaki también contaremos con puntos de guardado espacidos el mapeado. En realidad, hay bastantes y se trata de una especie de monolitos que generan un aura de protección, además de restaurar HP. Desde estos puntos el jugador puede acceder a un menú de selección de Daemons, además de guardar partida y el Daemon Lore, se trata de una opción donde conocer extractos de la historia de los Daemon, siendo desbloqueados desde el árbol de habilidades. Oninaki también cuenta con puntos de guardado automático en momentos puntuales de la aventura.

Pero hay otros detalles en su jugabilidad que me han chocado de una manera negativa en este nuevo trabajo de Atsushi Hashimoto. Para ser un RPG de estilo clásico el tránsito entre las zonas que se hacen mediante viajes rápidos, por lo que este detalle elimina toda posibilidad de exploración del mundo, limitándose únicamente a ir directos entre localizaciones y ,por lo tanto, disminuyendo la duración de la aventura.

Un desarrollo del personaje simple y funcional

Como ya he comentado, los ataques de Kagachi dependen directamente de poder de los Daemons. Lo mismo ocurre con sus características, que cambiarán en función del Daemon que hayamos invocado. Cada Daemon tiene su propio árbol de habilidades e irá desbloqueando sus nexos mediante el uso de las Soul o Null stones.

Estas piedras se podrán invertir en destrezas dentro del árbol de habilidades, desbloqueando nuevas y subiendo el rango del mismo Daemon, además, entre los nexos se encuentran los Daemon Lore. Se tratan de nexos que desbloquean historias sobre los Daemon y revelan detalles sobre quienes eran antes de morir. Los Daemon Lore se pueden visualizar en los puntos de guardado y, una vez vistos, abrirán nuevos nexos del árbol de habilidades, además de aumentar el vínculo con el jugador y la efectividad de sus habilidades.

Se puede acceder al árbol de habilidades pulsando directamente el botón «opciones», encontrándose como segunda opción (Skills). En ese mismo apartado también podemos cambiar el tipo de arma que porte el Daemon y configurar cuatro habilidades del mismo, repartidas entre R1, R2, triángulo y círculo. La tercera opción de este submenú se trata del árbol de habilidades en cuestión.

Por otro lado, una carencia bastante importante es que no se pueden equipar otros objetos que no sean armas, algo bastante común en el género. Tampoco se pueden comprar artículos ni ítems en tiendas, limitándonos a visitar en la forja en el Deto de la ciudad de Szaka. Allí se pueden embastar Shadestones, piedras que mejoran características de las armas, o subir de nivel mediante la unión de ellas. También se podrán transmutar piedras de alma para obtener otras más potentes. En resumidas cuentas, nos encontramos con un apartado es bastante simplón en lo que respecta el armamento y equipo el cual se limita a la obtención de recompensas en los combates y cofres.

Correcto en su apartado sonoro

Llegando al apartado sonoro tengo que decir que Oninaki me ha mantenido entre dos aguas en todo momento. Ni que decir tengo que la banda sonora es bastante buena. Los temas ambientan perfectamente la situación que se desarrolla, sobre todo cuando nos enfrentamos a un boss, o para momentos trascendentales del argumento con melodías adaptadas a la situación. Tampoco es que haya mucha variedad musical, pero tanto los instrumentos como los temas están cuidadosamente seleccionados; pianos, gaitas, violines… Sin embargo, existen momentos de ausencia sonora en la aventura. En determinados momentos deja de sonar, algo que dejaba momentáneamente vacía la ambientación y rompiendo el ritmo de juego.

Lo mismo tengo que decir con las voces, todas en japonés y solamente suenan en algunos momentos de la aventura. Sobre todo en escenas trascendentales, dejando las expresiones y alguna que otra palabra suelta para las conversaciones habituales. Por otro lado, los sonidos FX, como golpes, explosiones, gritos, sonidos ambientales, se comportan bastante bien, son variados y adaptados a cada momento, aderezando de una manera correcta este apartado.

Conclusión

Oninaki se trata de un RPG que quiere mostrarnos la cara más clásica de los RPG’s de acción. Con un consistente y entretenido sistema de combate, el jugador se sumerge en una oscura aventura con pequeños altibajos en su desarrollo y un desenlace algo descafeinado. Sin embargo, el videojuego termina por engancharnos lo suficiente como para que sigamos jugando y descubramos su desenlace final. 

Sin embargo, Oninaki tiene detalles negativos que para muchos puede ser determinante a la hora de hacerse con el, como la ausencia de traducción al castellano o su duración. Aun así, se trata de un videojuego con un fuerte componente clásico de los años 90 en el que verdaderamente merece la pena dedicarle sus veinte horas de duración,  finalizando su aventura principal o descubriendo algo más las historias de cada uno de los Daemon y de los caídos.

Nota: 7/10

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Koch Media.