PACER – Análisis PS4

PACER analisis

Los clásicos F-Zero y Wipeout ya tienen sucesor, al menos de momento

Desarrollado por el estudio inglés R8 Games nos llega PACER, un híbrido entre la franquicia de Nintendo, F-Zero y Wipeout de Psygnosis, que llega con la intención de abrirse paso en el terreno del género de las carreras futuristas con altas dosis de velocidad y acción. ¿Queréis saber más? Pues no os perdáis lo que os cuento a continuación.

El pasado jueves R8 Games nos presentaba PACER, su videojuego de carreras y combate antigravedad que, tras cinco años de desarrollo a sus espaldas, se estrenaba en PlayStation 4, Xbox One y PC, a través de Steam, con una fórmula ya explotada en su momento por los reyes del género, pero que vuelve con fuerza tras unos años en un plano olvidado. Un título frenético, con carreras a gran velocidad de un gran nivel de exigencia y una ambientación futurista pensada para los que, en los años 90, ya disfrutaban conduciendo prototipos anti gravitacionales a velocidades supersónicas.

Las carreras de un futuro remoto

Nos situamos en el año 2075: El Campeonato Mundial PACER se ha convertido en la nueva culminación de las carreras antigravedad, proporcionando competiciones de alta velocidad en los circuitos más peligrosos y desafiantes del mundo. Empresas y pilotos de todo el mundo compiten entre sí en una batalla de destreza técnica con el objetivo de ganar el campeonato y lograr la victoria final.

Como os podéis imaginar PACER no dispone de un argumento propiamente dicho. Nos encontramos en un futuro remoto donde las carreras futuristas con prototipos anti gravedad se han convertido en el deporte más popular, poniéndonos en la piel de uno de sus pilotos. Por lo tanto, nuestra premisa será coronarnos como campeón de esta competición superando, en la mejor posición posible, todas las campañas que componen el modo carrera.

A priori, el videojuego cuenta con tres modos de juego; juego rápido, carrera y en línea. Tres modos que se complementan el uno al otro con carreras que varían en sus objetivos, porque en PACER no solo se trata de llegar primero a la meta, habrán otras formas de ganarlas y precisamente no es usando el FairPlay.

En primer lugar, tenemos el modo “juego rápido”, desde este modo se puede experimentar una primera toma de contacto las carreras y sus mecánicas. Se tratan de vuelta más rápida, destrucción (consigue el límite de puntos antes), eliminatoria (el último es eliminado al fin del tiempo), resistencia (viaja más rápido y tas la primera vuelta todos sufren daños), tormenta (un battle royale en donde tenemos que mantenernos dentro de la tormenta para no sufrir daños) y flowmentum (llega lo más lejos que puedas en un período de tiempo).

Por otro lado, tenemos el modo carrera, se trata del modo de juego con más profundidad del videojuego y donde reside la mayor cantidad de diversión. En él tendremos que superar una serie de competiciones divididas en categorías; F3000, F2000 y F1000. Después de superar cada promoción nos ofrecerán firmar contratos con otras escuderías, hasta diez en total, y si conseguimos los objetivos que nos establecen.

Finalmente, sobre el modo en línea poco tengo que decir, tras intentarlo varias veces apenas he conseguido conectarme a alguna partida y ha tenido que ser desde servidores, por lo tanto, no puedo ofrecer una valoración completa, quizás dentro de un tiempo cuando existan más jugadores en este modo. En general este modo funciona bien, se pueden personalizar las carreras con todos los circuitos y sus objetivos, pudiendo medirse con jugadores de todo el mundo. Además, lo poco que pude jugar no experimenté ningún tipo de lag, por lo tanto si llegado el caso lleguen más jugadores, sería un apartado a tener en cuenta.

Gráficamente a la altura

En lo referente al apartado gráfico PACER se encuentra a un excelente nivel. El videojuego se comporta excepcionalmente y cuenta con un buen número de efectos visuales que llaman la atención del jugador tales como las luces y sombras, reflejos, explosiones, partículas, coloridos… Sinceramente, en este aspecto, el trabajo de R8 Studios me ha sorprendido bastante.

También he observado un buen texturizado de los entornos y vehículos, aunque se nota que los escenarios pasan a un segundo plano con un acabado menos elaborado como podría exigírsele a un videojuego de una generación de consolas a punto de terminar. A pesar de esto y, a las altas velocidades con la que rodamos en los circuitos, tampoco es que tengamos demasiado tiempo de fijarnos demasiado en ellos.

Por otro lado, tenemos el diseño de las naves, lo suficientemente variados como para decantarnos en algunos en concreto. Algunos de ellos sí que me recordaron muchísimo a los de las franquicias en el que está inspirado, sobre todo a los de Wipeout.  Además, estos y otros aspectos se podrán personalizar tanto en el apartado estético como en su rendimiento desde el “Taller” del menú principal.

Una jugabilidad exigente

PACER ofrece al jugador una experiencia jugable muy completa. Con unos controles bastante fáciles de asimilar y una buena respuesta respuesta, el jugador será capaz de controlar los prototipos a velocidades vertiginosas consiguiendo una sensación de velocidad bastante realista. El jugador no solo tendrá que estar atento al trazado del circuito, sino que también a los ataques de los contrincantes, una mezcla, como ya dije, de los grandes clásicos Wipeout y F-Zero que se ensamblan perfectamente en este título aportando carreras realmente emocionantes.

Aun tras parecerme que su dificultad no es demasiado alta, más bien está tirando a la baja, PACER es bastante exigente con el jugador. Parte de esto tiene que ver la curva de dificultad, que permite que vayamos asimilando las mecánicas a medida que avancemos en las categorías del modo Carrera. Los trazados de los circuitos son muy variados y exigentes, haciendo que mantengamos en todo momento la mirada en la pantalla, tanto, que no podamos perder el tiempo ni en observar detalles del HUD como la velocidad, la distancia al objetivo más cercano o la cantidad de salud y defensa del prototipo.

Pero el fallo de este apartado creo que reside en la IA, aquí es donde sentí que nos pone las cosas demasiado fáciles. A pesar de ir dándome trompazos con los laterales del circuito, en pocos segundos conseguía situarme de nuevo entre los primeros puestos de la carrera. Esto es algo que no corresponde con la dificultad de los circuitos que, nos pondrá al límite, con trazados realmente exigentes que pondrán a prueba nuestros reflejos una y otra vez.

Personalizaciones á gogó

A medida que vayamos avanzando en la campaña, en las que se encuentran las distintas divisiones, iremos desbloqueando modelos para nuestro prototipo. Además de esto, obtendremos créditos -la moneda del juego- que se pueden invertir para desbloquear las mejoras. En este apartado tenemos un amplio abanico de posibilidades, a veces algo complicado de entender, ya que existen muchas características que mejorar.

Desde el Taller, en menú principal, se puede mejorar la estética, el rendimiento y el armamento del prototipo. En cuanto la estética, podemos elegir entre los diseños que se irán añadiendo a medida que avanzamos en el modo carrera. Además, también podemos crearlos a nuestro antojo creando una nueva categoría. En la opción de rendimiento se pueden mejorar o modificar las estadísticas del mismo; tenemos cinco prefijados -Motor, manejo, freno, antigravedad y defensa- más la opción de crear una a nuestro gusto. En esta opción vemos que cada categoría varía en las características de aceleración, velocidad punta, manejo, freno, antigravedad y defensa.

Finalmente, el apartado de armas es uno de los más divertidos del juego y que más dinamismo le aporta al juego. Aquí se pueden equipar o mejorando las que ya tenemos. En cuanto a las armas, cada nave dispone de dos slots para equipar armas, que se pueden mejorar con dos características extras cada una. Además, igual que el rendimiento del prototipo, tendremos cuatro clases definidas más las que nosotros queramos crear. Cada prototipo puede equiparse con 2 armas y dos mejoras. Sin embargo, tengo que decir que le he echado en falta algo más de espectacularidad a este apartado, sobre todo armas más mortíferas, con más explosiones y variedad.

Un invitado de lujo para el apartado musical

Las similitudes de PACER con el clásico Wipeout son tantas que, el estudio R8 Studios ha tenido el detalle de contar con el conocido artista CoLD SToRAGE para la composición de la banda sonora, de la que tengo que decir que está a un nivel altísimo. Nos encontramos con una gran variedad de pistas, tanto del compositor en cuestión, como con trabajos de otros artistas de la música electrónica como son MethLab, Dub FX, Ed Harrison entre otros aportando un total de 80 temas diferentes que aderezan la acción de cada una de las carreras. Un apartado que brilla con luz propia en un videojuego en el que se han cuidado todos y cada uno de los detalles y que, recomiendo, encarecidamente, disfrutarlo con unos auriculares para sentir la inmersión de este apartado en su totalidad.

Conclusión

En resumen, PACER se trata de un videojuego frenético y lleno acción, el cual pondrá el corazón a mil a todo aquel que quiera enfrentarse a la sensación de velocidad que ofrece. Un videojuego variado, divertido, en donde no se sigue el formato tradicional del género de carreras, sino que ofrece mecánicas jugables variadas junto con un llamativo apartado audiovisual y un trazado de los circuitos de infarto. Sin embargo, lo lastran su modo en línea, con una actividad prácticamente nula y el poco protagonismo de las armas dentro de las carreras. Por todo lo demás, PACER se convierte en un videojuego que apunta fuerte dentro del género en donde, los grandes Wipeout y F-Zero, siguen situados como los reyes.

Nota: 8/10

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de JESÚS FABRE.