La espera ha merecido la pena.
Hace 16 años Double Fine con Tim Schafer a la cabeza nos sorprendió con un peculiar juego de plataformas en 3D llamado Psychonauts. Era el primer juego del recién creado estudio pero las expectativas eran máximas. Se trataba de la mente que nos regaló joyas como Grim Fandango, Day of the Tentacle o Monkey Island 2.En una época en que los shooters estaban en pleno auge de popularidad, Psychonauts supuso un soplo de aire fresco a la industria con un derroche de creatividad inusual. Y tenía una narrativa propia de los juegos de aventura, junto a un humor que recordaba a las aventuras gráficas de los 90.
En 2021 y tras casi 6 años en desarrollo, recibimos su secuela gracias a un exitoso FIG que consiguió recaudar más de 3.8M de dólares con un total de 24.109 mecenas. Un presupuesto que sirvió para que el desarrollo siguiera adelante hasta 2019, año en el cual Double Fine fue comprada por Microsoft. Gracias a ello se pudieron añadir algunas cosas que habían sido descartadas por falta de activos.
La ironía del destino ha hecho que la compañía que en su día canceló el desarrollo del primer juego, publique su secuela en 2021 bajo el sello de Xbox Game Studios.
Una secuela directa pero generosa con los nuevos jugadores
A diferencia de la mayoría de juegos de plataformas tradicionales, Psychonauts 2 tiene una trama intrincada y bastante bien escrita, capaz de darnos más de una sorpresa. Esta secuela tiene muchas conexiones con los dos anteriores juegos. Sí, estás leyendo bien. Antes he hablado del Psychonauts original de 2005 pero hay un Psychonauts exclusivo de Realidad Virtual que todavía jugó menos gente. Hace de nexo entre Psychonauts y Psychonauts 2.
En Double Fine tenían claro que el primer juego y especialmente el de Realidad Virtual los conocían más bien poca gente, así que con Psychonauts 2 tenían que poner facilidades para el público recién llegado. Y así lo han hecho.
Lo primero que vemos es un breve resumen que nos pone en contexto. Y si lo queremos volver o nos lo hemos saltado por aquella manía de querer saltar los logos del inicio, solo tenemos que acceder a la sección de Extras.
Os puedo hacer 2 pinceladas yo mismo del contexto, aunque es imposible hacerlo con la misma chispa y gracia que lo hace Double Fine. El protagonista de Psychonauts es Razputin Aquato -Raz para los amigos y no tan amigos- que huido de sus progenitores en Rusia, se apunta a un campamento en el cual se entrenan los poderes psíquicos. Allí le enseñan a introducirse en otras mentes y resolver los problemas mentales que se encuentren. Os podéis imaginar el tipo de historia que viene a partir de aquí.
La nueva historia no pierde el brillo sino todo lo contrario
En Psychonauts 2 Raz ya se ha graduado como Psiconauta y viaja hacia la sede de la organización de los Psychonauts. Esta servirá como punto de encuentro habitual durante la aventura. Al igual que el primer título la mecánica de entrar en mentes y resolver los problemas mentales de su interior se presta poco a la monotonía. Cada mente es, efectivamente, un nivel del juego. Si ya esto es un desarrollo original, éste se complica con una extraña historia en la cual entran en juego multitud de personajes con un diseño exagerado y único.
Uno de los puntos que quiero resaltar de esta historia es que el nivel de los diálogos escritos por Schafer es simplemente brillante. Cada conversación, chiste o narración están fácilmente en la cúspide de un medio en el cual estas cosas suelen pasar desapercibidas por su escasa calidad. Los personajes de Schafer no están al servicio de la trama, si no que ellos son la misma trama. Esto hace que nos encontremos con un plantel carismático al cual pronto cogeremos cariño.
Creatividad, creatividad y creatividad
Es la palabra que mejor define a Psychonauts 2. Gracias a la mecánica de entrar en la mente de cualquier personaje, Psychonauts 2 puede hacer volar la imaginación hasta donde se le ocurra, y así lo ha hecho. Durante toda la aventura y a lo largo de los mundos el juego nos presenta nuevas ideas, nuevos estilos visuales, nuevos personajes y nuevas formas jugables constantemente. Es un no parar, hasta el punto que es difícil que pase más de una hora sin sorprendernos con otra idea muy original que nos coge desprevenidos.
Parte de la magia se puede perder si ya habéis visto cómo son los niveles en los múltiples (y demasiados) vídeos que han mostrado antes del lanzamiento, así que os recomendaría ver lo mínimo posible. La pregunta sobre con qué te va a sorprender la próxima vez es parte de lo que te mantiene enganchado al juego. Es una incertidumbre muy placentera, y más en unos tiempos en los que la originalidad y la creatividad brillan por su ausencia.
Un plataformas en el que los saltos no son lo más importante
Como decía, la creatividad y la narrativa es lo más importante y lo mejor de Psychonauts 2, pese a ser un juego de plataformas. Aquí los saltos son una excusa para todo lo demás, y sin embargo también funciona en ese aspecto. En algunos niveles tenemos que saltar más que en otros, y el control para ello es preciso y responde exactamente como uno esperaría de un buen juego de plataformas. Pero lo que le da variedad jugable son las habilidades que Raz va adquiriendo durante su aventura como Psiconauta. Tenemos sospechosos habituales como un puñetazo, un ataque de fuego, un rayo para atacar a distancia, u otros vinculados al movimiento como la levitación o moverte más rápido por los escenarios.
Así como decía que la jugabilidad de plataformas estaba bien y era divertida, el sistema de combate no es tan redondo. No está mal, pero a veces se siente excesivamente simple y hubiese agradecido alguna habilidad extra que lo hiciera más entretenido y ameno. Por suerte no hay tantos combates, así que ese problema se disuelve un poco.
Hay otras habilidades que no he mencionado pero quizá es más interesante que las descubráis por vosotros mismos, porque algunas de ellas son, como todo el juego, muy originales.
Conclusión
Psychonauts 2 es la culminación perfecta de 30 años de Tim Schafer como creador. Double Fine han conseguido firmar uno de los mejores juegos del año y también uno de los mejores plataformas 3D de tiempos recientes. Un juego que recordaremos dentro de 20 años con nostalgia y seguramente también con tristeza. Por la falta que nos hace y nos hará en una industria como esta. Es un juego que enamora, que no importa que no tenga el mayor de los presupuestos ni la jugabilidad más pulida. Porque tiene algo mucho más importante que todo eso. Una personalidad y un carisma al alcance de muy pocos. Y una aventura obligada no solo para los fans de los plataformas sino sobre todo para los amantes de la creatividad y originalidad en videojuegos.
Nota: 9/10
**De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado a través de la suscripción Xbox Game Pass.