Explora, captura, prospera… Y vuelta a empezar
Videojuegos de simulación podemos encontrarnos cientos en el mercado: de trenes, ciudades, de tiendas, gestión de equipos deportivos… pero un simulador de una granja de slimes es algo que hasta el momento nunca habíamos visto. Al menos yo. Eso lo que el estudio independiente californiano Monomi Park nos ha hecho llegar recientemente. Hablamos de Slime Rancher.
Tras un año en acceso anticipado (Early Access) en la plataforma de Valve, se presentó como la culminación de su proyecto, y que gracias a su potente componente adictivo, tuvo una magnífica acogida durante sus inicios convirtiéndose en uno de los videojuegos independientes mejor valorados de este año. Se trata de un videojuego en el que nuestro objetivo será crear nuestra propia granja de estas simpáticas criaturas llamadas slimes.
Un argumento que poco a poco va quedando en el olvido
[dropcap]S[/dropcap]lime Rancher presenta la historia de Beatrix LeBeau, una valiente y joven ranchera que se embarca en una vida a miles de años luz de distancia de la Tierra en el «Lejano, Lejano Alcance». En este colorido planeta nuestra protagonista tratará de ganarse la vida capturando, cuidando y haciendo prosperar su propia granja mientras le pone remedio a la amenaza de los lodos.A priori Slime Rancher se trata de una cautivadora experiencia de juego, aunque con argumento demasiado flojo que poco a poco se va difuminando, pasando a un lugar secundario e incluso podría decirse que ni te percatas de el. Al final, en toda esta trama, nuestra principal misión se convertirá en cuidar slimes (una especie de simpáticos limos), mejorar nuestra granja y explorar nuevos lugares donde descubrir otros especies de slimes, materiales o alimentos sin importar el qué, cómo y por qué estamos jugando. Un apartado endeble que termina por no importar al jugador en absoluto a la hora de disfrutar de la experiencia.
Mezcla de géneros
En Slime Rancher nos encontramos en un simulador algo atípico, una mezcla de géneros que como resultado genera un videojuego resultón a la vez que entretenido. De primeras, lo más chocante que descubrimos fue su punto de vista en primera persona, y casi como con un shooter exploraremos los parajes de «Lejano, lejano, alcance» a la búsqueda de slimes, plorts (hablando en plata, cacas) materiales y otros artículos que nos ayudarán a mejorar nuestra granja.
Pero ahí no queda la cosa. A medida que nuestras arcas vayan creciendo, podremos comprar nuevas mejoras, descubrir nuevos parajes o ampliar nuestra granja con nuevas construcciones, mejorarlas y un montón de opciones más. De aquí viene su componente aventuresco que tanto llama la atención, cuando se esperaba que el trabajo de Monomi Park fuera un simple simulador.
Aunque no lo parezca, nuestra protagonista cuenta con un Vacpack (lo que viene a ser una aspiradora). Aunque no lo parezca a primera vista, será un utensilio de vital importancia durante la aventura, pues nos permitirá ir atrapando, además de slimes, plorts. Este material expulsado por los propios animalitos tras comer, tienen gran cantidad de utilidades, mezclar razas de slimes, vender… Asimismo el Vacpack también nos servirá a la hora de recolectar materiales, comida, o a modo de arma para lanzar por los aires a enemigos, alejándolos de nuestra granja o simplemente para apartarlos de nuestro camino.
Pero además de las estructuras, de vender los plorts, de realizar los encargos y todas lo demás, también podremos realizar mejoras al equipo de Beatrix, como consiguiendo un Jetpack, tanques de agua, botas de carrera… En resumidas cuentas, desarrollar nuestro equipo nos permitirá acceder a nuevas zonas, transportar materiales o tener más capacidad de almacenaje.
Todas estas mejoras tienen una finalidad básica, ampliar el listado de slimes que cuidemos en nuestra granja. De un total de 23 especies base, 16 podrán capturarse. Eso sí: gracias ala ingesta de plorts, el número aumentará a 150 razas distintas.
Un fuerte componente adictivo
En cuanto al apartado técnico, no es que sea un videojuego que destaque: no va precisamente como la seda. Tiene pequeños bugs y bajadas de frames que en ocasiones restan experiencia de juego, además de un movimiento de la cámara que termina por fatigar al jugador al cabo del rato. Lo mismo pasa con su apartado sonoro: demasiado básico y con una música demasiado repetitiva. No obstante, el sonido FX cumple su cometido aunque pasa prácticamente desapercibido.
Sin embargo, estos puntos negativos quedan contrarrestados tanto por el diseño como por las animaciones y decorados. Sin duda en este apartado el estudio ha hecho un excelente trabajo mediante el uso de renderizado con Cel-Shading, proporcionándole unas pinceladas al más puro estilo Kawaii que tanto llamará la atención al jugador.
Para finalizar, en el apartado de jugabilidad nos encontramos con una curva de aprendizaje bastante asequible. Durante nuestros primeros pasos y mediante una serie de emails a modo de tutorial, recibiremos las primeras directrices con las que iniciarnos en la aventura. A partir de entonces, nos encontramos en una granja sin ningún tipo de elemento: tan solo unas parcelas vacías y un único camino que invita al jugador a explorar. Es en este momento cuando descubrimos los primeros slimes capturables con los que empezar a poblar nuestra granja.
Para los amantes del género y de lo Kawaii
En resumidas cuentas, no me cabe duda de que Slime Rancher puede llegar a ofrecer al jugador muchísimas horas de juego. El trabajo de los chicos de Monomi Park da como resultado una mezcla de géneros que, bajo el sinónimo de diversión, atrapa al jugador en un mundo lleno de parajes por explorar, de simpáticas criaturas y la gran responsabilidad de hacer prosperar nuestra granja. Sin embargo, la duración acaba por fijarla uno mismo. Mantener nuestra granja de slimes al día requiere invertir un alto número de horas, prácticamente a diario, aunque si que es verdad que con el tiempo puede acabar con el interés del usuario.
Asimismo, con unos Pros y Contras casi por igual, este videojuego está indicado para los amantes del género. Es un videojuego que pide a voces contenidos variados con los que poder mantener al jugador atrapado durante más horas. Mientras tanto seguiremos cuidando nuestra granja repleta de slimes.