La versión completa de un magnífico videojuego plataformero
Frima Studio nos trae a los usuarios de Nintendo Switch, Super Chariot, un plataformas 2D indie en su versión más completa, cuyos lanzamientos anteriores no contaban con algunos interesantes añadidos que nos facilitarán la exploración a lo largo de la aventura. Ahora, en esta versión también aprovechan la versatilidad de Nintendo Switch para ofrecernos un modo cooperativo casi imprescindible.
[dropcap]E[/dropcap]n primer lugar, ¿de qué va Super Chariot? En esta aventura somos una princesa cuyo padre ha muerto y debemos darle un digno sepulto, sin embargo, el rey incluso después de muerto, en su figura fantasmal, nos da instrucciones de que el lugar que hemos elegido es indigno y se propone a guiar a la princesa y a su feliz prometido, por un periplo a través de unas catacumbas hasta que definitivamente encontremos el lugar digno.Para llevar este planteamiento al terreno jugable, los restos del rey se encuentran en un carruaje que empujaremos a lo largo de los niveles mientras sorteamos subidas, bajadas e incluso resolvemos algunos puzles bastante interesantes. Todo esto mientras el rey hace gala de una serie de comentarios sarcásticos sobre nuestra forma de sortear los obstáculos, dotando al título con un puntillo de comedia.
El sistema de físicas y el modo cooperativo son los grandes protagonistas
Super Chariot es un plataformas que incluye algunas ideas interesantes y divertidas a la fórmula. Si ya mencionamos que la principal mecánica es la de empujar el carruaje del rey a través de los niveles, existen diversos obstáculos que podremos sortear de diversas formas y con algunas herramientas. La herramienta que más recurrentemente usaremos será una cuerda para tirar del carruaje que incluso nos permitirá ser ingeniosos y utilizarla para colgar del mismo, brindándonos una ligera libertad a la hora de avanzar por las catacumbas.
Todo esto es posible gracias a un sistema de físicas competente y un diseño de niveles sobresaliente. El primero destaca por permitirnos utilizar cada herramienta de forma muy intuitiva y con las que podremos ser ingeniosos, puesto que el entorno y nuestros movimientos son lógicos y coherentes. Por otro lado, todo esto no sería posible sin un competente diseño de niveles, y en ese apartado podemos estar tranquilos. Todo está pensado para que podamos avanzar, con una dificultad que aumenta muy ligeramente, e incluso las gemas y tesoros que debemos recolectar por los niveles están ubicados a simple vista, en algunos bastante más ocultos, pero siempre tendremos una ruta o varias formas de alcanzarlos. Por ello, explorar cada nivel y hallar cada salida tiene un punto de rejugabilidad, incluso después de completarlos habilitaremos el modo carrera y así participar en las tablas de clasificación.
Sin embargo, de vez en cuando podremos tener la sensación de repetición y cierta monotonía, más que todo si jugamos en solitario. Por esa misma razón, el modo cooperativo local me parece un apartado casi imprescindible, casi, porque si bien es cierto que en solitario se puede disfrutar de las virtudes de Super Chariot, el multijugador local ofrece una interacción emergente que suma mucho más al título. Al iniciar un segundo jugador, este toma el control del prometido de nuestra princesa y ayudar a empujar el carruaje de su queridísimo suegro, empleando las mismas mecánicas pero con la posibilidad de usar una herramienta distinta y darle aún más posibilidades a nuestro estilo de juego. Destaco también que en cada nivel hay zonas enfocadas para la resolución en multijugador, donde no será posible resolver el puzle de otra forma más que cooperando.
El acabado artístico tiene personalidad propia y es encantadora
En esta era, donde casi todos los videojuegos son competentes cuando en términos visuales nos referimos, por un lado las grandes producciones tienen cubierta las enormes cargas gráficas y resoluciones con las que soñaríamos años atrás. Por otro lado, los indie en su mayoría saben cómo retroatraernos a la época de los 8 y 16 bits con fantásticos diseños pixel art. Por ello, apartados visuales como el de Super Chariot y también algunos otros títulos, me dan un soplo de aire fresco, con animaciones y entornos coloridos y de alguna forma acorde al tono humorístico. Lo único negativo que tengo que decir al respecto, es que los escenarios a pesar de ser encantadores, pecan de ser demasiado parecidos a través de unos cuantos niveles y refuerza la sensación de repetición y de que poco hemos avanzado.
En conclusión, nos encontramos con la versión más completa y probablemente la más atractiva de este magnífico plataformas en 2D. Si en su momento lo jugaste, el mayor incentivo para volver es el componente cooperativo de Nintendo Switch. El foco de Super Chariot está en el competente sistema de físicas, el modo cooperativo local y su ingenioso diseño de niveles. Aspectos que en conjunto nos permiten jugar con el escenario y las distintas formas de avanzar interactuando con nuestro compañero. Por este motivo, la experiencia en solitario puede verse algo mermada, pero si disfrutas de un buen título plataformero con ciertos guiños a los rompecabezas, pues dadle caña. La aventura puede completarse en unas 8 horas, sin embargo, si buscas completarlo al 100% esta medida puede aumentar hasta las 15 horas y en cuanto al idioma, las voces están en ingles pero los textos están completamente en español.