Super Mario Odyssey – Análisis

Super Mario regresa con un videojuego gigantesco que se acerca mucho a la perfección

Al hablar de Super Mario Odyssey, me es casi imposible no comenzar a hacerlo por la inevitable sensación de nostalgia que tendrán aquellos que han acompañado a Mario, por su largo recorrido de más de 30 años saltando plataformas.

[dropcap]S[/dropcap]uper Mario Odyssey, un ejercicio constante que nos retrotrae al pasado, a toda la magia de una saga sin llegar a repetirse ni caer en la lagrimilla fácil. Y es que su última aventura, sabe combinarse sorprendentemente entre la nostalgia y la evolución de la saga.

Es en este punto que podría surgir la siguiente pregunta: ¿Qué sucede si recién llego a la saga de Mario? Es probable que no veas algunos matices y referencias del juego, pero lo vas a disfrutar igualmente. Pues ese es uno de los puntos positivos de Super Mario Odyssey, ofrece una experiencia para el ritmo y la forma que cada jugador decida tomar.

La gran novedad de Odyssey, Cappy

Un aspecto que se ha dejado ver desde el primer tráiler del juego publicado por Nintendo, el sombrero Cappy. Es el encargado de brindar una magia única y novedosa a Odyssey, mientas que extiende las posibilidades que Mario en su estado original no podría cubrir.

Cappy dota a Mario de la capacidad de capturar a un extenso elenco de enemigos, al mismo tiempo que adquiere sus habilidades. Gracias a él, nos será posible capturar a poco más de 50 enemigos. Y lo más sorprendente de ello, que cada uno proporciona a Mario de habilidades muy concretas y medidas, dando como resultado, la sensación de que ninguna sobra ni está de más.

Otro aspecto increíble, es que algunas capturas toman parte en la aventura una sola vez y en una parte específica del juego. Incluso nos dará algo de pena que estando tan cuidada como las más recurrentes, no aparezca más. Aunque sin duda, termina haciendo de esa situación en concreto como una experiencia única en cada partida.

Cappy es nuestro nuevo e inseparable amigo.

El diseño de mundo abierto pero más compacto

La aventura de Super Mario Odyssey está estructurada como un sandbox pero mucho más compacto. Los escenarios están divididos en varios reinos (varios más de lo que se ha visto en tráilers) con biomas y enemigos bastante diferenciados.

Este diseño de mundo abierto se concentra en la tarea de encontrar las lunas, el principal coleccionable, que además son necesarias para avanzar en la historia y pasar de escenario, dando paso a otro aspecto importante a destacar, la exploración.

Es aquí donde Super Mario Odyssey rompe con las convenciones de los niveles más lineales de anteriores entregas, donde básicamente el objetivo era llegar al final del nivel y ahí terminaba. En Odyssey puedes avanzar a tu ritmo, de la forma que quieras, e incluso no se fuerza al jugador a seguir la misión principal. Puedes buscar lunas ocultas, secretos o desviarte hacia un punto que parezca interesante.

La exploración es distinta en cada reino. Si antes mencionamos que cada uno cuenta con biomas y enemigos distintos, a eso le sumamos las capacidades de Cappy, que permiten que la forma de moverse y descubrir secretos en cada reino sea única.

Super Mario Odyssey

A nivel jugable todos los apartados convergen

Las bases de este nuevo título es la de un juego de plataformas, que evoluciona hasta un punto nunca antes visto. A pesar de mantener las mecánicas que ya conocemos de toda la vida de Mario y su excelente control, amplia las posibilidades de forma que cualquier jugador pueda sentirse a gusto.

En este sentido, todos los apartados antes mencionados convergen y además, te dan la libertad de expresarte a gusto a través de los movimientos de Mario. Todo esto es posible gracias a Cappy, que amplía las mecánicas exponencialmente con cada captura y con el excelente diseño de niveles, en el cual es posible alcanzar cada objetivo de distintas formas.

Gráficamente es un juego que luce fantástico y, su banda sonora, impresionante

A nivel gráfico no hay demasiado que decir, al igual que en The Legend of Zelda: Breath of The Wild, el departamento de arte de Nintendo ha hecho un increíble trabajo con Super Mario Odyssey. Además de una buena optimización para el hardware de Nintendo Switch, que hace que los 60 cuadros por segundo estables le sientan de maravilla al título.

En cuanto a la banda sonora, suena a las mil maravillas, contando con interpretaciones con voz durante la aventura, que conviven perfectamente con el enfoque clásico de otras aventuras de Mario.

En definitiva, Super Mario Odyssey es una carta de amor a los fans de Super Mario Bross, además de una excelente carta de presentación para aquellos que se inician en esta aventura. Sí, el videojuego inserta la nostalgia, pero no sin sentido ni forzada, lo hace como una muestra de respeto a lo que fue y que antepone a la evolución sin miedo al mirar a los ojos al futuro.

Super Mario Odyssey