Tiny Tina’s Wonderlands – Análisis PS4

Tiny Tina’s Wonderlands Analisis

Que comience la partida.

2K Games y Gearbox nos traen de vuelta la tan alocada saga Borderlands, esta vez con una base diferente de la mano de nuestra maravillosa Tiny Tina a la que no le falta imaginación. ¿Está a la altura de la saga o nos estrellamos de nuevo como con Borderlands 3? Vamos a verlo.

Haz la maldita ficha de personaje

Como algunos sabréis, Tina es de los personajes más queridos y carismáticos de Borderlands. Una niña medio zumbada a la que le pierden las explosiones, pero aquí se deja de historias para convertirse en una maravillosa máster.

En esta ocasión, Tiny Tina’s Wonderlands nos plantea una partida de rol de lo más alocada. Debemos crear nuestro personaje eligiendo clase y poniéndole los atributos que prefiramos para lanzarnos de lleno a la aventura.

Atributos del personaje

Nos alejamos del espacio para adentrarnos en Cámaras y Cabronazos, un juego de rol de temática fantástica. Aquí, el Señor de los Dragones es el boss final y para poder hacerle frente deberemos enfrentarnos a toda una serie de misiones principales y secundarias de lo más divertidas consiguiendo experiencia para fortalecernos.

Tina no es la maravilla de máster y por eso tienen lugar toda una serie de discusiones entre los jugadores y ella sobre cómo va a avanzar la partida. Incluso en un momento se debate sobre si Tina abandonó un ganchito sobre el tablero o si la magia de la partida lo llevó allí generando una nueva y ridícula misión.

Era de esperar que, cambiando totalmente de tercio, Tiny Tina’s Wonderlands siguiese siendo una aventura tronchante.

+2948487 en variedad

Cuando empecemos la partida, lo primero que debemos hacer es crear a nuestro personaje. Para ello tenemos un amplio abanico de personalizaciones (que también iremos recogiendo por el camino) físicas para el personaje.

También, como es lógico, debemos elegir la clase de nuestro muñeco, así como distribuir los puntos como mejor creamos (mejorando la suerte, la resistencia, el daño…) como si de un D&D se tratase, y ¡es que Cámaras y Cabronazos es el maldito D&D de Borderlands!

Objetos para aburrir

¿Ya tienes el personaje? ¡Pues vamos a jugar!

Estamos hablando de un Borderlands por lo que el looteo es una auténtica locura. No sé la de veces que he dicho jugando que me abrumaba la cantidad de objetos que había en pantalla y que no podía recoger por llevar el inventario lleno.

Armas, escudos, anillos, y la novedad, ¡hechizos! Mientras que en Borderlands tenemos granadas, aquí se sustituyen por hechizos (que estamos en una partida de rol basada en la fantasía…). La variedad de todo esto es impresionante. Los hechizos son una locura y si lo sumamos a las habilidades de nuestra clase… pff no veas qué masacre.

Subimos el nivel

Personalmente creo que, aunque mantiene la esencia de la saga principal en el combate, va un paso más allá. Como he dicho, aquí contamos con la clase de nuestro personaje que, al subir a cierto nivel, combinaremos con otra clase.

Así tenemos dos clases, con su propio árbol de habilidades. Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque también habrá objetos que desarrollen en mayor medida nuestra clase que otro por lo que es interesante conjugar todo esto para salir airoso del combate.

¿Te falta algo por soltar?

En total hay seis clases que cubren desde el tanque hasta el asesino, con habilidades locas todas ellas. Aquí el jugador tomará la decisión de la partida y apechugará para los restos.

Con todo esto, es obvio entender que el combate es frenético hasta decir basta. Mil cosas en pantalla, enemigos variopintos diciendo frases de lo más graciosas (al matar a un esqueleto: Muero igual que viví, muerto), armas que sueltan ayudantes al recargar, explosiones, colores al máximo… solo faltaba Semental del Culo echando purpurina.

Tiras los dados y… ¡fallaste! ¡Ahora eres un cerdo!

Lo de que la pequeña Tina está zumbada es un hecho. Y lo deja patente en la partida.

Saliéndonos ya de la historia principal (que sí, también es una locura), las misiones secundarias son más y más locas. Hay multitud de ellas dispersas por todo el mapa y mientras que algunas consistirán en dar un pequeño paseo, matar algunos enemigos y volver, otras nos harán ir de un lado para otro del mapa, destruir media ciudad pitufa y seguir como si nada.

El combate se ve increíble

La historia no llega a 20 horas y si sumamos las secundarias tampoco irá mucho más allá. Esto es una muestra más de lo rápido y frenético que es porque sin exagerar, ha habido momentos en los que llevaba 8 misiones en rueda y no sabía ni dónde tenía que ir.

Como algo llamativo, el juego se desarrolla en 3 zonas principales.

La partida como tal, donde interactúan los 3 personajes que están jugando y Tina. Esto aparece en contadas ocasiones, pero los comentarios son constantes y le da un toquecillo de humor.

El supramundo, que es la zona por donde movemos el personaje para acceder a nuevas zonas y hacer alguna que otra misión.

El supramundo

Las ciudades. Hay varias dispersas por el mapa y en ellas tendremos nuevas misiones, zonas de compras, mejoras de diversa índole…

¿Te sabe a poco?

Si todavía no te ha quedado claro que Tiny Tina tiene mil cosas que ofrecer, añádele coleccionables.

Hay dados de suerte repartidos por el mapa, pergaminos, perlas que contienen una historia…

Además, como es habitual, veremos todo tipo de cositas escondidas por el mapa, con referencias muy llamativas como el famoso Don Quijote entre otras.

Nuestro amigo hongo listo para la acción online

Es un juego que se disfruta en lo jugable y en lo visual. ¿Todavía nada? Bueno, pues juega con gente.

Tina permite jugar online (admite crossplay) o bien en local con hasta otros 3 jugadores. Y la verdad es que funciona perfecto. No pega apenas tirones y se siente bastante estable. Aunque sí recomiendo jugarlo con conocidos antes de meterte en una partida random de alguien.

Pero como todo en la vida, la perfección está complicada hoy en día y Tina arrastra algunos fallos que ya existían en las entregas anteriores.

Me encanta el modo cooperativo, pero si decides ayudar a alguien en su misión, cuando vuelves a tu partida estarás en la zona donde jugaste con la otra persona por lo que es posible que te toque desplazarte a tu sitio de nuevo. Esto me rechina muchísimo ya que entiendo que salgo de mi partida para entrar en otra y por tanto no debería alterar mi situación.

¿Mañana a la misma hora?

Bueno, pues si todavía quieres más, una vez que termines el juego se desbloquean cositas bastante curiosas que animan a darle otra vuelta. Ya no es el mero hecho de probar otra clase o centrarte en otro desarrollo, Tina ofrece un aliciente extra que dejo al lector que descubra por su propio pie.

Pantalla de inicio

Ahora, también es posible que ni te apetezca, porque, aunque es un juego muy divertido, al final las misiones (algunas) son copias unas de otras y, como pasaba en Borderlands, llevamos a cabo una serie de mandados para acabar matando al sujeto que acabamos de ayudar. Una y otra vez.

Al final es pesado y quita todo el misterio del juego, aunque compensa con misiones tan raras como conseguirle el septum a una trasgo preciosa.

Conclusión

Tiny Tina’s Wonderlands se luce que da gusto. Mantiene la esencia Borderlands dándole toques propios que lo convierten en una maravilla divertidísima que engancha por horas sin darte cuenta.

Sin embargo, abruma el looteo excesivo que hace que no sepas ni qué equiparte y, el hecho de que en cualquier momento (desde el minuto uno) pueda caerte EL ARMA DEFINITIVA, quita algo de magia e interés a seguir recogiendo objetos.

Tiene muchísimas misiones, pero que siguen pecando de ser sota, caballo y rey. Aun así no deja de ser un juego para disfrutar con gente o sin ella, ya que es inevitable reírte como si nunca lo hubieras hecho antes.

9

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de 2K España.