Convergence: A League of Legends Story – Análisis

Convergence: A League of Legends Story

Hace nada os hablaba de The Mageseeker y hoy le ha tocado el turno a Convergence cuyo protagonista es el divertido Ekko.

Érase una vez

Para quienes hayan jugado a LoL sabrán que Ekko tiene la habilidad de controlar el tiempo casi a su antojo. En esta nueva historia, el muchacho hará gala de ese control mientras investiga qué está pasando en su ciudad.

Ekko siempre se nos ha presentado como un muchacho dinámico, aventurero y sin miedo. Sumamos a esto los últimos matices dados a su personalidad que nos muestran que vive por y para su familia y amigos.

Así, según empezamos el juego, podemos ver que Ekko basa su avance en saber si todos están bien. Esto siempre tiene su lado positivo más allá del bienestar de quienes nos rodean y es que esos mismos compañeros, facilitarán la mejora de Ekko permitiéndole crear útiles, cambiar de skin e incluso crear alegres muñecos.

El juego comienza con un gran incidente en Zaun, Ekko empezará a investigar qué ha pasado acompañado de un misterioso sujeto que le indicará qué hacer y le ayudará en su periplo. Una historia que no engancha demasiado, pero que sabe servir de hilo conductor no haciendo que sea un juego más de avance sin sentido.

Zaun, lugar de vacaciones

Si algo me gusta del juego es la ambientación. La ciudad está diseñada de manera que realmente sientes estar en una zona de suburbios. Un subsuelo llevo de vida, una vida aislada de las altas esferas, pero rebosante de alegría.

Los escenarios tienen un toque de color brillante y llamativo que de verdad encaja perfectamente con lo que conocemos de Ekko y el mundo en el que se mueve. Todo ello con un toque retro con arte píxel que dota al juego de personalidad propia. Muchísimos detalles que dan a cada rincón y personaje de un encanto peculiar.

Por otro lado, el hecho de movernos en una zona así, hace que el desplazamiento sea un juego en sí mismo: plataformas, paredes por las que escalar, zonas en las que nos podemos deslizar, colgar y hacer todo tipo de virguerías. Además, según desarrollemos el personaje, éste irá adquiriendo habilidades con las que amplía nuestras posibilidades de exploración. Una maravilla para aquellas personas que disfruten explorando un mapa plagado de rincones y oportunidades.

Por su parte la BSO sintoniza muy bien con el juego en general, aunque en ocasiones es algo estridente y no termina de ajustarse a lo que hay en pantalla.

Mejor lo repetimos

En cuanto al movimiento, siento que es de lo mejor del juego, aunque en ocasiones se vuelve algo cansino.

Sin duda alguna, el punto fuerte es cómo une el combate con el movimiento. Ekko puede controlar el tiempo por un breve lapso por lo que, si vemos que necesitamos repetir una acción o simplemente llevarla a cabo porque en un primer intento no hemos sido hábiles, le damos la vuelta al reloj y repetimos.

Tenemos un pequeño abanico de habilidades que harán que Ekko juguetee con el tiempo a su antojo. Como pasaba en The Mageseeker, todas ellas las hemos podido ver en el juego principal y es una maravilla poder llevarlas a cabo en las dos dimensiones.

Esta amalgama de habilidades convierte el combate en una auténtica locura ya que sumamos a esta combinación un buen puñado de enemigos dispuestos a acabar con nosotros sin miramientos. También contamos como no, con una serie de jefes finales que tampoco es que supongan un gran reto salvo la cantidad ingente de vida que tienen.

Debemos estar muy al loro de lo que pasa en pantalla (si somos capaces) ya que nos lloverán palos por todos lados y, aunque contamos con la posibilidad de esquivarlas, no siempre es posible.

Por otro lado, Ekko tiene bastante poca vida en comparación con el daño que hace por lo que es posible que tiremos de retroceso en más de una ocasión.

Cuanto mejor, casi peor

Como he dicho, Ekko podrá ir mejorando gracias a su propia habilidad para crear objetos y a un coleguita que nos enseñará todo tipo de movimientos para el combate. No obstante, aunque esto siempre suele ser de primeras algo bueno, en esta ocasión se convierte en algo regular.

Llega un momento en el que las posibilidades de movimiento se solapan en el mismo botón por lo que no sabemos muy bien qué esperar de nuestro personaje hasta que pasa. No sabemos si esquiva o rebota el ataque o quizá le de por poner un escudo…

Esto y la asignación por defecto de algunos botones, hace algo caótico el combate al principio, aunque como todo en la vida, acaba solventándose con un poco de dedicación.

También tenemos una serie de artilugios que podemos equipar y, aunque algunos no terminan de ser del todo útiles, como en cualquier juego, todo será dar con la combinación que mejor nos resulte para así conseguir al fin una victoria en combate.

El mapa, el mapa, el mapa

Convergence es un juego que invita a la exploración.

El movimiento es muy fluido y el plataformeo es una maravilla (incluso para mí que todo el mundo sabe que se me da regular). El mapa me recuerda a Hollow Knight en cuanto a lo intrincado que es en algunas zonas (guardando las distancias). Aunque estará descubierto desde el principio, se diferenciarán las zonas no exploradas lo que siempre es un aliciente para aquellas personas exploradoras natas.

Como suele pasar en muchos juegos, tal vez la primera vez que lleguemos a una zona no podamos acceder y tendremos que esperar a conseguir la habilidad que nos lo permita (aunque esto se soluciona muy al principio del juego).

A su vez, el juego cuenta con varios tipos de coleccionable por lo que, aunque personalmente considero que no aportan gran cosa al grueso del juego, siempre son algo que suma un puñadito de horas de juego.

El toque cuqui de los coleccionables lo dan las figuritas coleccionables que encontraremos de distintos personajes de League of Legends.

Al final nos juntaremos con unas cuantas horas de entretenimiento frenético y algo caótico sin darnos cuenta.

*De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Prensa Ziran. Se jugó a la versión de Nintendo Switch.

Convergence: A League of Legends Story
Convergence: A League of Legends Story
El tiempo en nuestras manos
En línea con The Mageseeker, Convergence crea un juego bueno que desarrolla un poco más el mundo de League of Legends. Sin llegar a sobresalir en nada especialmente, crea un atractivo propio que entretiene y divierte a partes iguales. Siempre es bueno tener juegos como este al alcance para echar los ratillos muertos aunque en ocasiones puede hacerse algo cuesta arriba. Además, está completamente en castellano siendo siempre un punto a favor de cualquier juego.
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