Un juego «10»

Las valoraciones en un juego siempre son muy discutibles. En realidad, puntuar un juego es algo muy subjetivo, ya que todo ser humano tiene un gusto muy personal, y ya se sabe que lo que gusta a unos puede causar rechazo a otros y a la inversa, aunque también es cierto que hay determinados aspectos que están claros y no admiten discusión.
[dropcap]L[/dropcap]a diversión por ejemplo es un factor intrínseco, algo muy relativo que no actúa con todos por igual. A ti, lector, te puede divertir un First Person o un RPG en tiempo real de manera notable, mientras que a otro esos géneros le pueden parecer soporíferos y prefieran una buena aventura gráfica o un juego de estrategia. E incluso dentro de un mismo gusto por un género puede parecerle divertido a unos y aburridos a otros un título concreto por lo que le ofrezca a modo personal a cada cual. En cambio, cuando un juego tiene un aspecto técnico de sobresaliente se convierte en algo objetivo y ya no se limita a cuestión de gustos.

Pero dejando de lado la objetividad o la subjetividad, lo personal o lo impersonal, la diversión o los gráficos, analicemos las 14 partes de las que debería constar un videojuego para convertirse en un juego 10:

1.- Argumento:

Todo juego debe contener una historia que contar por muy insignificante que sea para poder llevarlo a cabo y situar al jugador sobre el papel que debe desempeñar. Sin duda alguna, entre más esté trabajada y elaborada dicha historia más enjundia ganará el juego y mantendrá a los jugadores frente a él con bastante más interés, por lo tanto; un argumento debe ser absorbente, de tal manera que despierte el interés del jugador, queriendo así probarlo y conocer más de él. Un juego original, innovador, diferente a los demás, y que ofrezca algo distinto en el guión.

2.- Desarrollo:

¡Y qué sería de un argumento sin un desarrollo del mismo! Mientras avanzamos en el argumento y recorremos páramos, tierras fértiles, montañas, fondos marinos, cielos, planetas… debe haber un desarrollo que precisamente haga eso, hacernos recorrer esos lugares por un motivo y un porqué para dar significado a nuestra aventura. Y no importa que sea un juego de lucha vs. o deportivo para que contengan un desarrollo que contar y que sea; ameno e interesante durante todo el recorrido, con giros y sorpresas, manteniendo al jugador expectante de lo que pueda suceder a continuación y lo mantenga atrapado en él.

La aparición de Ciber Ninja en Metal Gear Solid levantó una oleada de recelos en el desarrollo de la historia.

3.- Jugabilidad:

El aspecto más importante de un videojuego y el que diferencia a esta rama cultural de cualquier otra es la interacción que poseemos con ella. Sin jugabilidad no hay juego y se hace imposible ponerse a los mandos de uno para manejarlo y no abandonarlo en el intento. Un videojuego puede tener malos gráficos, un sonido mediocre y una historia vacía que entretenga en su justa medida, pero sin una jugabilidad decente no hay nada que hacer para evitar la apatía e inapetencia de jugarlo, así que es esencial; buena jugabilidad del o de los personajes controlables por el jugador y todo lo que conlleve a la fluidez del juego.

4.- Ambientación:

Esos decorados que se levantan alrededor de nuestro personaje hasta donde nos llega la vista, más ese ambiente que se le da al conjunto del juego son aspectos muy importantes para involucrarnos en mayor proporción a la hora de jugar y transmitirnos esa aura y ese sentimiento de credibilidad de que estamos en ese lugar y en ese momento con una misión concreta que realizar, y para ello debe haber; una atmósfera bien conseguida. Buena decoración de los escenarios dando un ambiente adecuado a la historia contada y que de un aspecto bonito y creíble.

5.- Diversión:

El propósito de todo juego que se crea es que sea divertido, si no, ¿para que se crea un videojuego? Un juego se crea para divertir a los usuarios, es el objetivo principal, si no fuera así no se vendería. De nada vale que sea un fuera de serie técnicamente, con muchísimas horas de juego y con veinte mil opciones si al jugarlo te aburres sublimemente y te duermes en el intento, por esa razón; un juego ha de ser divertido, en el que no aburra ninguno de sus apartados y no le importe al jugador repetirlo una vez fallado el intento en el transcurso de la historia, o una vez acabado.

6.- Dificultad:

Cierto hay que a muchos jugadores le gustan los juegos fáciles, a otros algo intermedio, a otros un buen reto que superar y a otros tantos los juegos “infernales”. Un juego en sí debe dar la opción de ajustar la dificultad de acuerdo a la habilidad de cada jugador. Con un nivel de dificultad demasiado fácil muchos jugadores darán de lado al juego. Por otro parte, un juego con un nivel demasiado alto da lugar a que muchos jugadores no se aventuren y se alejen de él aún llamándoles la atención su temática. Por esa razón un juego no debería limitar a una cierto núcleo de jugadores, y debería contener; una dificultad ajustada. De entrada ni muy difícil ni muy fácil, algo intermedio, independientemente de que haya más niveles de dificultad como opción seleccionable.

NI TANTO, NI TAN POCO. The Elder Scrolls Oblivion podría llevarnos unas 100 horas en terminar la campaña, mientras Journey podríamos finalizarlo en apenas dos.

7.- Duración:

En cuantas ocasiones habremos comprado un juego y en un fin de semana digamos; ¿ya está?, ¿se acabó? Y nos sintamos jodidos, ya no sólo por el hecho de que nos ha durado poco la diversión, sino de lo que hemos desembolsado económicamente, porque todo el mundo sabe bien que un videojuego no es precisamente barato. Pero cuando ocurre justamente lo contrario y tiene una durabilidad muy larga tanto el modo historia como los cuasi infinitos extras puede darse el caso de que ocurra a la inversa y que terminemos igualmente aburridos, queriendo pasar página y por lo tanto de juego, probando otro de tantos que existen en el mercado y nos esperan para ser disfrutados, y es por ello que este apartado en un juego tenga; una larga duración. Que requiera muchas horas terminarlo. Que sea largo pero sin llegar a aburrir. Que contenga extras interesantes y variados, ayudando así  a alargar el juego si el jugador así lo desea.

8.- Idioma:

Ver una película doblada en vez de subtitulada es un placer, ya que puedes seguir la trama mucho mejor, se te cansa menos la vista y no se te escapan pequeños detalles de lo que se va mostrando en pantalla. Con un videojuego ocurre justamente lo mismo, aunque en algunos casos el doblaje es tan mediocre que preferirías leer mientras escuchas las voces en otro idioma que esté más trabajado y lo disfrutas más. Por lo tanto, lo acertado es que llegue; opción de seleccionar las voces entre varios idiomas disponibles, entre los que se encuentre el idioma del país en que se distribuya. Opción como mínimo de elegir subtítulos a tu idioma en el caso de no existir doblaje al mismo.

9.- Cámaras:

La acción en pantalla hay que seguirla de forma constante, no perdiendo detalle a la vez que se muestra el entorno y los decorados del juego, y de eso se encargan precisamente las cámaras. Saber lo que enfocar, como enfocarlo y en qué momento hacerlo desde varias perspectivas y ángulos con un; buen juego de cámaras, en el que se pueda proseguir la historia y al personaje o personajes controlables por el jugador sin afectar al desarrollo del juego en ningún momento, dando enfoques ricos y vistosos.

10.- Gráficos:

Apartado sobrevalorado pero no menos importante para mantener el conjunto de un juego a un nivel sobresaliente. Cierto es que si un juego es divertido por la razón que sea y seduce a miles de jugadores con unos gráficos modestos, aparte de ser un mérito ya habría conseguido su objetivo, que es el de divertir y por lo tanto vender, pero si a eso le añades unos gráficos brutales, el resultado final es más llamativo y lo hace aún más vistoso y creíble. Por otro lado hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el poseer gráficos mediocres conduce a problemas durante un juego, dando como resultado bugs que repercuten y afectan al jugador, y eso es intolerable. Unos gráficos deben de estar; bien definidos y ser de alta resolución. Buen nivel técnico, sin fallos de texturas ni de imágenes en general. Buenos efectos visuales.

El nivel de calidad gráfica mostrado en las primeras imágenes de «For Honor», hizo subir el listón a una altura muy exigente a sus competidores.

11.- Sonido:

Tanto la música como los sonidos ambientales son relevantes en cualquier juego, al igual que ocurre con una película. ¿Qué sería de un juego sin sonido? Un jugador manejando a un personaje sin ningún sonido de fondo, absoluto silencio… vehemente aburrido.  Es importante; buena banda sonora. Efectos sonoros de calidad y que te introduzcan en la historia. Buen nivel de voces en los personajes.

12.- Vídeos:

Vídeos conductores de la historia que se esté jugando y contando se hace necesario durante el progreso de un juego, y si no que se lo pregunten a ‘Kojima’ que ha sido en muchas ocasiones criticado por excederse en este apartado. Por lo tanto, hasta un punto está bien la introducción de estos, pero alargar en demasía y dedicar excesivo tiempo a visionar vídeos, restaría y frenaría el elemento principal que marca y distingue a un videojuego de cualquier otra rama cultural; la interacción. En pocas palabras, los vídeos en un videojuego deben ser; de buena calidad y que aporten algo al desarrollo. Poder saltarse las imágenes de vídeo en el caso de que así se quisiera.

13.- Carisma:

Cuando jugamos con cualquier personaje nos gusta, es necesario sentirnos identificados, sentir que ese

Mario Bros es considerado como el personaje más carismático de todos los tiempos.

personaje somos nosotros y sentirnos los héroes principales de la aventura y los que superamos los retos que nos plantean. Entre más estrecho sea el vínculo que nos una con nuestro personaje, más nos sentiremos partícipes de esa historia, y por lo tanto más nos atrapará. Y al igual ocurre con los personajes que tratemos o los propios antagonistas, sus carismas ayudarán de sobremanera a que adquiera fuerza el hilo argumental. Es valioso sentir ese carisma; tanto de la historia como de los personajes. Qué te sientas identificado o sientas algún tipo de emoción o empatía  hacia el personaje principal.

14.- Opciones:

Las opciones en un juego pueden ir desde una característica configuración de mando y un ajuste básico del brillo en pantalla a la elección o visión de barras durante el juego o modos online, entre muchas más. Entre más posibilidades de a los jugadores, mucho mejor. Así lo conveniente sería; variedad de opciones a la hora de jugar, en las que el jugador pueda decidir cual es la opción que prefiera para la partida y se adapte mejor a sus dotes, necesidades y gustos. Incluyendo modo online para aquellos juegos que aparecieron a partir de su incursión y que lo requieran por su temática, ya que a todos no les va.


[dropcap]M[/dropcap]uy pocos juegos reúnen de una manera sobresaliente estos 14 apartados, por lo tanto, si encuentras uno que los reúna, valóralo y consérvalo contigo, pero sobre todo, juégalo y disfrútalo las veces que haga falta y te lo pida el cuerpo. Y si no es considerado por los medios, la crítica u otros jugadores una obra maestra pero sí lo es para ti, es suficiente y lo verdaderamente importante, porque al fin y al cabo, eres tú quien lo va a jugar.

A título personal tengo varios que considero juegos 10. Y quisiera terminar este artículo de opinión confesando y escribiendo aunque sea, el nombre de uno de ellos: ‘Legacy of Kain: Soul Reaver’.

“Juega siempre a lo que te llene de manera personal, nunca a lo que te hagan creer los demás que deberías jugar… investiga, prueba, decide por ti mismo, no te guíes únicamente por notas ni por puntos de vista, tus gustos no son los de otros, ni esos otros eres tú”

*Este reportaje fue publicado en el número cinco de la revista digital PowerUps.