Vampire: The Masquerade – Swansong – Análisis PS4

Vampire: The Masquerade - Swansong

La Mascarada ha vuelto y lo hace de una forma bastante elegante. El baile de poderes ha empezado y habrá que estar al loro para no caer en el abismo.

Big Bad Wolf Studio nos trae esta entrega de Vampire: The Masquerade – Swansong y no lo hacen nada mal. Si te gusta el rol, el misterio, la intriga o simplemente una buena historia, este es tu juego.

Las redes de poder

Igual no todos lo sabéis, pero Vampire: The Masquerade nace como juego de rol. Este dato es bastante importante ya que, en el juego, aunque no tenemos dinámicas de partida de rol como tal (no es un Tiny Tina) sí que la historia está tratada de esta manera y si os pasa como a mí, que no sabéis nada sobre ella, estáis perdidos.

Dos personajes interactuando

En esta realidad ficticia, los vampiros conviven con los humanos, pero obviamente ocultando su naturaleza en lo que denominan La Mascarada. En el momento en que empezamos el juego, hay un Código Rojo activado y los vampiros están llamados a esconderse puesto que ha habido una masacre en la que el secreto de los vampiros se ha visto comprometido.

Así, nuestros tres personajes, Emem, Leysha y Galeb acuden ante la Príncipe, Hazel Iversen donde cada uno recibirá una serie de instrucciones.

Llegados a este punto, es importante conocer los entresijos de La Mascarada porque si no, estaremos perdidos. El juego no explica de manera directa cómo van las familias de vampiros o sus relaciones, aunque nos facilita un glosario donde podemos conocer algo sobre ellas. A pesar de eso, es recomendable hacer una lectura rápida de la historia en general para conocer un poco todo lo que comento.

Mucho texto

En Vampire nos encontramos con que los vampiros son bastante civilizados. Estamos acostumbrados a que nos los pinten como seres agresivos y sangrientos y aquí cambiamos totalmente de tercio.

El desarrollo del juego se concentra en batallas dialécticas donde pondremos a prueba nuestras habilidades de convicción, persuasión o incluso nuestra capacidad para amenazar al otro interviniente. Así iremos descubriendo qué ha pasado y quién es el culpable.

Vampire: The Masquerade – Swansong es un juego de rol de detectives. Por un lado, puede recordarnos a Heavy Rain o LA Noire en cuanto al movimiento del personaje o la interacción con el entorno y por otro, la parte conversacional nos recordará a Mass Effect.

Funcionamiento de las conversaciones

Lo más interesante reside en esa parte conversacional puesto que intervienen diversos factores con los que debemos jugar para salir airosos de cada una de ellas. Disciplina, ansia, focalización, habilidades… estos son términos que nos introducen al empezar el juego y que intervienen en cada momento.

Unos se relacionan estrechamente con los otros y harán que podamos continuar con la investigación o que tengamos que abandonar por no tener los puntos necesarios… eso de ir a lo loco en el juego hay que olvidarlo por completo.

Mucho árbol de habilidades

Como no podía ser de otra forma, al tratarse de un juego de corte rolero y, a mi parecer, de la vieja escuela, tenemos un árbol de habilidades bastante complejo.

En primer lugar, cada personaje tendrá una personalidad que decidiremos al empezar a manejarlo. En función de esto, tendremos unas habilidades más desarrolladas que otras de base y nuestra misión nos será más o menos sencilla (igual hacemos un destrozo y nos toca repetir el juego, no pasa nada, a todos nos ha pasado).

Tras esto, accedemos al árbol de habilidades donde encontramos tres ramas principales (físico, mental y social) subdivididas a su vez. También tenemos las disciplinas (únicas de cada vampiro) que debemos ir subiendo de nivel.

Como podéis ver, no es algo que vayamos a completar rápidamente (lo cual nos facilitaría enormemente la solución del caso) sino que la mejora será lenta ya que obtenemos puntos según completemos misiones y no siempre lo haremos de la manera correcta por lo que es posible que terminemos con una ganancia de 0 puntos de experiencia (me pasó) y tengamos que seguir sin mejorar absolutamente nada.

Esta parte sin duda es la más trabajada y conseguida de todo el juego.

Mucha vieja escuela

Antes he dicho que en cuanto a como nos relacionamos con el entorno, es posible que nos recuerde a LA Noire o Heavy Rain y no lo digo solamente por el movimiento o la interacción.

Lo más chirriante del juego es el aspecto de viejuno que tiene. Las caras de los personajes en muchas ocasiones están regulares mientras que el entorno es bastante simple. Sin mucho trabajo o detalle.

Los NPC apenas aportan nada y son prácticamente iguales entre sí. Las ubicaciones, aunque distintas entre sí, terminan conteniendo habitaciones muy parecidas, pasillos iguales y zonas que al final consiguen que nos parezca todo lo mismo.

Detalle del rostro

Por su parte, las misiones son repetitivas consistiendo en ir a un sitio, investigar un poco, convencer a alguien y salir (aquí tenemos al cansino Assassin’s Creed). Como digo, lo bonito está en la conversación y en cómo la resolvemos. No hay mucho más detrás.

Es un juego bonito, pero que presenta carencias, especialmente en los rostros de los personajes que se nos quedan mirando y reaccionan con unas expresiones de lo más siniestras.

Mucha inmersión con un gran fallo (espero temporal)

Debo decir que a pesar de no conocer mucho de Vampire, el juego me ha conseguido mantener enganchada y querer saber qué ha pasado y por qué. La red que teje de intrigas y poderes es lo suficientemente poderosa como para que te atrape aun sin conocer el trasfondo.

Pero, y tiene un gran pero, el juego me ha crasheado bastantes veces. Cuando estaba interesantísimo, mi PS4 ha dicho basta y me ha lanzado un pantallazo azul indicando que había un problema con el juego.

Escenario para investigar

Espero que esto se solucione porque destruye por completo la experiencia inmersiva del juego.

Todos sabemos lo mal que sienta estar enganchado a algo y que de golpe se cierre sin saber cómo ni por qué y en Vampire me ha pasado demasiado a menudo. A pesar de eso, es un juego muy entretenido que hace que al final vuelvas a iniciarlo (aunque solo sea por ver por dónde empiezas tras el crasheo).

También ha llegado a bloquearme por completo la consola tras una pantalla verde (total pc de los 90 muriendo) que ni siquiera me iniciaba el juego.

Conclusión

Vampire: The Masquerade – Swansong es un juego de intriga e investigación bastante conseguido, aunque no es de los mejores.

A falta de solucionar el problema de las caídas, considero que es un juego recomendable si nos gusta una historia profunda y con mil hilos de los que tirar. Además, es un juego que admite totalmente una segunda o tercera vuelta cambiando nuestras decisiones y caminos, permitiendo obtener más información y quien sabe, quizá un final diferente.

No esperéis un juego espectacular en lo visual, pero sí un muy buen juego en cuanto a historia.

6

*La nota asignada queda pendiente de revisión si en un futuro solucionan los problemas crasheos en la versión para PlayStation 4.

**De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa versión 1.02 por parte de NACON España.