En verano, todo se desacelera. Las prisas dan paso a las sobremesas largas, el móvil se queda olvidado en la toalla y, por fin, parece posible desconectar de las pantallas. En medio de ese paréntesis necesario, los juegos de mesa resurgen como una forma de ocio pausado, social y tangible. Una alternativa real, y cada vez más habitual, para compartir tiempo de calidad en pareja, con amigos o en familia.
Por eso no sorprende que, al preparar la maleta, muchos viajeros reserven ya un pequeño espacio para el ocio analógico: un libro, una libreta para colorear… y uno o dos juegos de mesa compactos. Fáciles de transportar, rápidos de explicar y sin necesidad de tablero, estos juegos se han convertido en los compañeros ideales de viaje: perfectos para trayectos largos, tardes de lluvia o cualquier momento de pausa.
Pensando en los distintos tipos de vacaciones como escapadas románticas, aventuras mochileras con niños o reuniones familiares, DEVIR, editorial multinacional al servicio del entretenimiento, presenta una selección de cinco juegos de mesa que caben en cualquier mochila y se adaptan a todo tipo de planes. Porque desconectar también es esto: sentarse a jugar, reír y mirarse a los ojos.
1. Código Secreto, el juego que la cantante Aitana siempre lleva en sus viajes
Si hay un juego que no falla en cualquier reunión de amigos o familiares, ese es Código Secreto. Convertido en un clásico moderno, propone una dinámica de deducción por equipos en la que dos bandos compiten por adivinar sus palabras clave a partir de una sola pista. Sencillo en apariencia, pero con una buena dosis de estrategia, es el típico juego que engancha desde la primera partida y saca a relucir la creatividad de cada grupo.
Su formato compacto y la facilidad con la que se explica lo convierten en una opción ideal para llevar en tus viajes este verano. Y no lo decimos solo nosotros, la cantante Aitana, en una entrevista con Vogue, confesó que Código Secreto es su juego favorito. “Ha viajado conmigo a todas partes porque es un juego que me obsesiona”, contó entre risas. Y no es para menos, ya que pocos títulos ofrecen tanta diversión en tan poco espacio.
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2. Para escapadas en pareja o con amigos, escoge TRIO
Irse de viaje con tu pareja o con amigos es uno de los planes estrella del verano. Y este año, hay otro imprescindible que se suma a la maleta, Trio, el juego que combina lo mejor de la temporada —cartas, risas y buena compañía— en partidas rápidas y adictivas. Ganador del premio As d’Or, Trio es un juego rápido y divertido donde los jugadores buscan formar tríos de cartas antes que sus rivales, utilizando memoria y agudeza visual, y solo preguntando por la carta más alta o la más baja. Con dos modos de juego —sencillo y picante— y la opción de jugar en equipos, promete diversión en partidas de 15 minutos para grupos de 3 a 6 personas.
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3. Fantasma Blitz, ideal para tardes en familia con niños
Si hay niños cerca, Fantasma Blitz es la apuesta segura para las tardes de verano. Este juego de reflejos y observación convierte cualquier momento en una competición divertidísima: cinco objetos de madera (un fantasma, una botella, un libro, un sillón y un ratón) están sobre la mesa, y en cada turno hay que ser el más rápido en coger el correcto según la carta que se revela. ¿La trampa? A veces hay que elegir el que no aparece ni en forma ni en color… y eso descoloca a más de uno.
Con partidas cortas y reglas muy fáciles de aprender, Fantasma Blitz consigue enganchar por igual a niños y adultos. Su formato compacto lo hace perfecto para llevar de viaje, y su propuesta combina diversión con beneficios como la mejora de la concentración y los reflejos. Ideal para reír, competir y repetir.
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4. Jungo, ideal para meter en el bolsillo de tu mochila
Si te gustan los juegos de cartas con un punto de memoria, emoción y un toque de caos, Jungo va directo a tu mochila este verano. Cada jugador debe conseguir el mayor número posible de tríos de animales, pero para hacerlo no basta con tener buena mano: hay que estar muy atento a lo que hacen los demás… y saber cuándo arriesgar. ¿Tu carta más alta o la más baja? ¿Confías en tu memoria o te la estás jugando?
Este título combina mecánicas tan simples como adictivas con un formato ultracompacto, ideal para meter en la mochila junto al cargador del móvil o las gafas de sol. Sus partidas duran apenas 15 minutos, lo que lo convierte en el juego ideal para sacar entre chapuzón y chapuzón, en el tren, o mientras esperas que empiece el concierto. Diversión, tensión y muchas risas en un mazo que ocupa menos que una libreta.
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5. Polilla Tramposa, el juego más travieso del verano
En la mayoría de juegos de mesa hacer trampas es motivo de penalización. En Polilla Tramposa, en cambio, es la esencia del juego. Aquí, ganar no depende solo de tu habilidad con las cartas, sino de tu capacidad para colarlas sin que te pillen: esconderlas en la manga, dejarlas caer al suelo o deshacerte de ellas mientras el guardián no mira. Porque sí, uno de los jugadores será el Chinche Guardián, encargado de vigilar a los demás y frustrar sus intentos de hacer trampas.
Con una mecánica tan original como divertida, Polilla Tramposa se ha convertido en un favorito entre los que buscan partidas rápidas y llenas de carcajadas. Su pequeño formato lo hace ideal para meter en la mochila y sacarlo en cualquier rincón: una terraza, en la piscina, en el bus, o en la playa.
Más información del juego, aquí.