Infernax – Análisis PS4 (PS5)

Un metroidvania pensado en la rejugabilidad.

El mercado de videojuegos independientes está plagado de aventuras plataformeras de estética clásica, muchas logran hacerse un pequeño hueco entre los mejores, otras, no llegan a las espectativas planeadas, ya sea por falta de presupuesto, o una campaña de marketing no lo suficientemente buena como para que capten la atención de suficientes usuaarios como para que el título sea sonado. The Arcade Crew es una de esas editoras que todo lo que toca lo convierte en éxito, es el caso de Infernax, de Berzerk Studio, su nueva aventura de corte metroidvania que antes de su lanzamiento prometía toneladas de acción y sobre todo, mucho, mucho gore. ¿Habrá cumplido con lo prometido? Lo veremos a continuación.

Infernax nada tiene que ver con lo que Berzerk Studio nos había traído con anterioridad; Just Shapes & Beats Channels, un bullet hell multijugador, así como alguna que otra aventurilla para navegadores o de estrategia para PC (Steam) como Zombidle: REMOSNTERED. Su nueva apuesta va mas allá de lo que el estudio canadiense nos tiene acostumbrado, trayéndonos un videojuego plataformero en 2D de estética pixel-art de 8-bits y sangre a borbotones, así como una pequeña exageración en las muertes de su protagonista, y que rinde homenaje a clásicos de los 80’ de NES como Castlevania 2: Simon’s Quest o Ninja Gaiden.

La venganza de Alcedor, o como quieras que se llame

La premisa de Infernax nos pone en la piel de Alcedor, o como queramos llamarlo, ya que al comenzar se nos dará la oportunidad de bautizarlo como bien nos de la gana. El protagonista se trata de un joven duque de Upel que, cansado de las continuas cruzadas en tierra santa, se encuentra con un panorama un tanto sobrecogedor al volver su tierra natal. Su querida tierra queda sometida a las fuerzas de la oscuridad por culpa de un misterioso libro creado por un loco y cuyo deber básicamente se trata de erradicar todo demonio que se encuentre en ella. A partir de aquí recorreremos una tierra llena horrores que están más allá de todo el conocimiento que posee el hombre y, con suerte, los licuará con su fiel maza, mientras lidera una cruzada personal contra las fuerzas del inframundo en una aventura plagada de referencias a juegos clásicos, secretos y alguna que otra sorpresa que se descifra ejecutando el código Konami en su inicio.

Básicamente estámos ante una aventura plataformera con toques de metroidvania, en donde tendremos que ir superando una serie de castillos para continuar la aventura, consiguiendo nuevos movimientos para avanzar por nuevas zonas. En cada uno de ellos, además de enfrentarnos a cantidad de enemigos y poderosos jefes en el momento final. La superación de cada castillo supondrá la rotura de una de las gemas del sello mágico que bloquea la puerta de la Ciudadela de Urzon, y donde nos espera el ser culpable de todo lo que ocurre en esta aventura, o eso creemos, en un enfrentamiento final.

Demasiado fácil para los que busquen emociones fuertes

De primeras, el jugador podrá elegir entre dos dificultades; modo clásico o casual, que se podrán cambiar entre ellos en cualquier momento, es más, recomiendo jugar en modo clásico, es algo mas difícil pero en mi caso tampoco es que me pareciera algo descabellado, proporcionando una experiencia de juego mas cercana a los videojuegos plataformeros clásicos de 8-bits. Algo que si noté fue que la curva de dificultad es bastaste plana medida que vamos consiguiendo nuevas habilidades, y algunos jefes finales me parecieron demasiado fáciles de vencer. Así mismo el jugador podrá guardar el progreso en una especie de monolitos tras practicar un rezo, donde también se pueden mejorar habilidades a cambio de puntos de experiencia que iremos consiguiendo al matar enemigos.

En Infernax también se pueden realizar una serie de misiones secundarias que se pueden conseguir al ir hablando con los habitantes de las tierras de Upel, algunas de ellas dependerán de alguna decisión importante para poder cumplirlas, repercutiendo directamente en el desarrollo de la aventura y el de nuestro personaje. Las misiones secundarias aparecen en el menú de jugador, y siempre estarán activas hasta que se completen o cancelen por alguna decisión que afecte su desarrollo, tendremos desde realizar un exorcismo, vencer enemigos o conseguir ciertos objetos. Al cumplirlas nos premiarán con oro y experiencia y, en ocasiones, con nuevos hechizos.

Tus decisiones afectarán el desenlace, y a nuestro personaje

Hasta ahí todo bien, de primeras nos parecerá que la aventura es totalmente lineal pero, no lo es exactamente. En el progreso, se nos plantearán una serie de decisiones del tipo matar, perdonarle la vida a un enemigo o habitante, o robar un manuscrito por poner varios ejemplos, que cambiarán el rumbo de la historia, bloqueando o abriendo nuevos caminos además de llevarnos a finales distintos. Esto nos llevara a plantearnos en mas de una ocasión si estamos obrando bien o mal, creándonos algún que otro conflicto ético.

Jugablemente Infernax cumple con lo esperado, sin innovar y reciclando mecánicas retro que tanto nos hacen pasarlo mal como el knockback al recibir daño y un control bastante preciso con el que tendremos la oportunidad de usar tanto la cruceta de dirección como el stick analógico izquierdo para controlar al protagonista, yo soy algo más clásico y disfruto bastante más la experiencia con la cruceta. También tendremos las típicas acciones de salto, ataque, magia o utilización de ítem en la botonera frontal, o usar el escudo para bloquear ataques cuerpo a cuerpo y a distancia dejando parado al personaje como ocurría en The Legend of Zelda: A Link to the Past.

Atributos y equipamiento que mejorar, aunque escaso

Como ya dije, el jugador conseguirá puntos de experiencia al matar enemigos, que se podrán invertir en la mejora de tres atributos; poder, salud y maná, en los monolitos de guardado. El atributo poder mejorará el daño de nuestro protagonista, la salud, añadirá un punto mas de salud y, la maná, un punto mas de maná para realizar magias. Magias que también se van consiguiendo mediante la compra u obteniéndose en los castillos, algunas nos repondrán la salud, protegernos de parte del daño mediante un escudo defensivo, lanzar un ataque de rayos o trasladarnos a cualquier punto de guardado que hayamos descubierto en el mapa entre otras, algo que se agradecerá bastante.

Los enemigos también dejarán caer monedas de oro al morir, que se podrán invertir en la compra de armas, armaduras y determinados hechizos, así como algunas pociones en los sitios reservados para ese fin. En este aspecto Infernax está algo limitado, solo tendremos un tipo de arma, la maza, de distintas calidades, y lo mismo ocurre con la armadura y solo tres tipos de pociones; salud, maná y elixir.

Los 8-bits al poder

En lo que respecta al apartado gráfico y sonoro no tengo nada malo tengo que decir, Infernax cumple perfectamente con lo esperado y rinde la perfección. Berserk Stdios nos trae una aventura de estética pixel-art algo sangrienta al más puro estilo 8-bits, que recuerda bastante a las clásicas consolas NES de los años ’80 que funciona perfectamente en todos los sentidos, con animaciones que destacan por su vertiente gore, sobre todo cuando nos matan, y que se aderezan gracias al apartado sonoro del mismo estilo, con melodías chiptune y sonidos de 8-bits que harán las delicias a los amantes de este tipo de títulos.

* De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido analizado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Cosmocover PR.