Este artículo es para los más jóvenes y para los más mayores, ya seáis jugadores o no, seáis youtubers o no.
[dropcap]S[/dropcap]aludos a todos, para los que no me conozcáis soy Borja a.k.a Lovimank y soy manager de consumo de profesión, la cual compagino con mi auténtica pasión; actor de doblaje y locución publicitaria.Os preguntareis porque coño os cuento esto y el título de este artículo. Un título que los que tengáis ya una edad recordareis de una película de Marisol que rezaba así; “Mamá, Quiero ser artista.” En la que todo el argumento de la película se basaba en; la necesidad imperiosa de seguir las normas y convenciones sociales de la época en contrapunto a la pasión, anhelos, sueños y deseos de una chica por ser artista, logrando llegar a dedicarse al mundo de la actuación y de la farándula. Una película muy cine de barrio.
Pues esto mismo ha evolucionado y cambiando las palabras, pero no el espíritu. “Mamá quiero ser Pro Player”, “Mamá, quiero ser youtuber”, “Mamá, quiero ser influencer”.
Hoy en día muchos chavales jóvenes ven los vídeos de Rubius, Auronplay, Alexelcapo, Rush Smith, JPelirrojo, Zorman, Zazel y podría seguir así todo el día. Porque otra cosa no, pero Youtubers hay para todos los gustos y colores.
Yo a mis 31 años recuerdo cuando Twitch.tv se llamaba JustineTV, cuando YouTube usaba estrellas y medallas. Cuando usábamos Tuenti y Messenger aun triunfaba como aplicación de mensajería y Amazon aun no dominaba el mundo. Lo que por desgracia también recuerdo, es como muchos de mis familiares y amigos me decían: –Deja de jugar a los marcianitos que eso no te va a dar nada en la vida.-
Joder esas palabras a veces me destrozaban y me daban ganas de mandarlo todo a la mierda. La gente no se da cuenta de que es mucho más fácil destruir que crear. Que sería de Messi si le hubiesen dicho: “Deja de darle patadas al balón que eso no vale para nada.” Ah, pero es fútbol el único nicho intocable de este país y esta nuestra hipócrita sociedad.
Me daba rabia cuando iba a Lan Parties a Alemania, Francia o Inglaterra y veía como allí estaba empezando a estar normalizado y dejaba de estar estigmatizado el jugar a videojuegos. Programar videojuegos era una profesión y era justo cuando estaban naciendo los eSports. Soy un afortunado porque mi generación ha vivido el nacimiento de los eSports. En nuestro país por desgracia ha sido necesario que los gigantes de las comunicaciones se involucrasen en el negocio de los eSports. Si, si he dicho negocio porque solo lo han apoyado cuando han visto que era excesivamente rentable. Movistar con su canal de eSports +, La liga de League of Legends Orange, Vodafone eSports y estos incluso tienen su propio equipo Vodafone G2.
Ahora jugar a videojuegos está bien visto. Ahora jugar a videojuegos es meta para muchos. Programar videojuegos, crear videojuegos y escribir sobre videojuegos está bien visto. Recuerdo cuando era niño que leía la HobbyConsolas. Recuerdo que un periódico de tirada nacional mencionaba como iba “in crescendo” las publicaciones sobre entretenimiento electrónico. Donde decía algo como: Esos “periodistas” solo eran aficionados con un teclado. No eran periodistas serios porque hablaban de videojuegos. Ahora mismo esos periodistas serios se ven obligados en varias ocasiones a escribir sobre videojuegos y plataformas, llegando a decir auténticas burradas sin sentido.
La vida de un Streamer, Youtuber, Jugador de eSports es realmente corta.
La pregunta que me hago ahora es: ¿Qué nos espera? La verdad es que tengo miedo muchas veces de responderla. Porque realmente la vida de un Streamer, Youtuber, Jugador de eSports es realmente corta. Veo a mucha gente joven y cada vez más apostar su futuro por las nuevas tecnologías. Por querer comerse el mundo con una cámara de vídeo y sus ideas, y eso es fantástico, pero en cambio muy peligroso.
Pero, ¿Cómo podemos ayudar a esos chaval@s? Desde mi punto de vista es, jamás cortarles las alas. No les digáis a vuestros conocidos. << Déjate, ¿Qué te crees, el Rubius?>> Por dios, cuan fácil es destruir. ¿Verdad? Lo que sí es importante es que tanto tutores como padres sepan explotar las habilidades de sus hijos y fomentarlas. Lo que más necesitan hoy en día los jóvenes son guías. Vivimos en una era completamente nueva. ¿Es porque esta todo inventando? No, aún quedan billones de cosas por descubrir. El problema es que vivimos la era de la masificación.
Los jóvenes de hoy en día se encuentran en una tesitura terrible. Antes tener talento valía para algo. ¿Ahora? Para nada, de nada vale tener talento cuando todo se puede cuantificar y en base a los análisis crear pautas de entrenamiento. Michael Jordan tiene talento, Fernando Alonso tiene talento, Van Gogh tenía talento, pero por desgracia la falta de talento se compensa difícilmente con trabajo, constancia, y entrenamiento. ¿Puedo tener el talento de Michael Jordan? No, pero puedo jugar igual que el entrenando el triple. Esto es lo que esta pasando actualmente, la gente compensa la falta de talento con horas y horas de entrenamiento intensivo.
Por eso cada vez más los equipos profesionales de eSports invierten en horas de entrenamiento, en psicólogos deportivos y eso lo ven los futuros aspirantes a Pro Player de eSports. Todo para que sus jugadores no se hundan en las maratonianas sesiones de entrenamiento.
Esos hijos lo que necesitan es que sus padres den un paso al frente lean algo sobre nuevas tecnologías y entiendan el ocio digital. Les ayuden a desarrollarlo y a su vez a reconducirlo de formas productivas.
Pero, ¿En casa? En casa mientras tanto, nos encontramos a padres ajenos a las aficiones de sus hijos delante del PC o consola. Nos encontramos a padres que no entienden o valoran el hecho de que el PC y el deporte electrónico es un hecho. Como consecuencia no saben reaccionar a las aficiones de sus hijos, los cuales ya recientemente se les tacha de Hikikomoris. Personalmente considero que es un término completamente ofensivo y muy mal reacondicionado a nuestro idioma y a un hábito de ocio digital. Esos hijos lo que necesitan es que sus padres den un paso al frente lean algo sobre nuevas tecnologías y entiendan el ocio digital. Les ayuden a desarrollarlo y a su vez a reconducirlo de formas productivas. Como trabajo en equipo, mejora de idiomas, visión espacial, capacidad de gestión, o directamente a su ámbito deportivo.
Lo que es vital es que los tutores de esos chaval@s sean completamente conscientes de que tampoco deben ser “modernos”, que a veces se confunden con ser permisivo. Si tú a tu hijo, aparte de entender su afición, su ocio y eres capaz de redirigirlo a un ámbito tan importante como las nuevas tecnologías, ya sea como jugador de eSports o dentro del sector del ocio digital, comprenderéis de una vez que tiene el mundo a sus pies para poder recorrerlo. Un jugador de eSports, un Streamer, un Youtuber, un desarrollador de videojuegos o un escritorucho como puedo ser yo.
Nos desarrollamos como personas en un ámbito completamente multicultural, donde no importan nacionalidades, creencias o razas. El límite lo marcamos nosotros.
Nos encontramos en una esfera completamente global. Nos desarrollamos como personas en un ámbito completamente multicultural, donde no importan nacionalidades, creencias o razas. El límite lo marcamos nosotros. Grandes Youtubers recorren el mundo, GRACIAS A SU TRABAJO, pueden desarrollar y crear libremente el contenido que están en sus cabezas esperando tomar forma. Como cuando Miguel Angel decidió mirar un bloque de mármol de carrara y esculpió El David o Bernini y El Éxtasis de Santa Teresa.
También hace poco decía un concejal que los eSports no son un deporte. ¿Entonces el ajedrez tampoco? Observad lo exigente que es el ajedrez que después del décimo movimiento es la friolera de 165.518.829.100.544.000.000.000.000. En cristiano para que podáis gestionar todos esos números, son 165 cuatrillones y medio. Ahora entiendo porque muchos ajedrecistas profesionales acabaron desarrollando esquizofrenias. ¿El tiro olímpico tampoco? No son deportes que precisamente exijan la condición física de un héroe hercúleo. Dejemos de estigmatizar los eSports, aceptémoslos pronto, porque cada vez se están integrando más y más en nuestro día a día.
Ahora todo cada vez es más rápido, más instantáneo y vivimos cada vez más en la cultura del “ya, ya, ya, rápido, rápido, deprisa, deprisa”.
Lo que necesitamos es cada vez más padres interesados en sus hijos y orientarles en lo que nos viene encima. Ahora todo cada vez es más rápido, más instantáneo y vivimos cada vez más en la cultura del “ya, ya, ya, rápido, rápido, deprisa, deprisa”. Calma, enfocad la vista y mirad con perspectiva. A lo mejor tenéis a un gran publicista en casa o a un gran comunicador de información, que empezó en Youtube y a lo mejor lo veis en la CNN el día de mañana, porque empezó en Youtube. O al próximo Pablo Alborán, que también empezó en Youtube.
Ahora viene la llamada de atención; A lo mejor habéis destruido siquiera antes de haber sido forjado, a la próxima mente brillante, creativa o comunicadora del Siglo XXI. Todo por no haber entendido las nuevas tecnologías o por no haber comprendido las aficiones de la gente joven. Porque el “deja de jugar a los marcianitos, no te va a llevar a ningún lado”. ¿Por qué dar patadas a un balón si no?
Y la llamada de atención a los jóvenes; No os dejéis cegar por lo que promete internet. Sed cautos, no dejéis los estudios, no dejéis para mañana lo que podáis hacer hoy y, sobre todo, confiad en el valor de la experiencia. Ayudarles a entender, porque los mayores también necesitan aprender y crecer.
Recordad, hay aficiones cada vez más raras, son raras porque no las comprendemos y al no comprenderlas les tenemos miedo. No nos acercamos por la falta desconocimiento. Dad un paso atrás y usad la perspectiva de la experiencia.