STRAY – Análisis Xbox Series X

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El pasado mes de septiembre de 2022 se dio el lanzamiento de Stray en la plataforma de PlayStation 5, marcándose un éxito moderado y un poco desmedido ya que se decía que era un contendiente firme a Juego del Año.

Un año más tarde finalmente se da su lanzamiento, BlueTwelve Studio y Annapurna Interactive producen la edición de Stray para la plataforma de Xbox, así que llegó el momento de poner a prueba su rendimiento en la consola de Microsoft.

Un rendimiento muy bien pulido en Xbox Series

Mi preocupación inicial estaba en ver si el juego tendría un buen desenvolvimiento en la plataforma de Microsoft, sin embargo, todo atisbo de duda desapareció al jugar y estar en la piel del gatuno protagonista.

Stray está bien optimizado para las consolas Xbox Series X y Xbox Series S, no hay problemas de rendimiento, destacando que en ambas versiones se mantienen 60 fotogramas por segundo estables.

Tuve oportunidad de someterlo a prueba en la Xbox Series S, aquí el juego se ejecuta con una resolución dinámica de 1080p a 60 FPS, gráficamente luce bien, aunque sufre pequeños recortes visuales y leves degrados en el pos-procesamiento. En la práctica es algo poco notable y solamente es notable para aquella persona que mira los detalles de cerca, ya que la aventura poco se ve afectada y se puede jugar sin problema.

En Xbox Series X corre a una resolución dinámica de 2160p a 60 FPS, me ha gustado que luce fenomenal la iluminación con tiempos de carga bastante efímeros, por lo que puedo decir que el juego ha recibido buenos ajustes para mantener su buen rendimiento comparado al de PlayStation 5, mas, al día de hoy la edición de PC sigue siendo superior.

La aventura de un gato y un dron

En Stray, estaremos en la piel de un gato callejero que separó de su familia y en su empresa de reunirse con su familia debe desentrañar un antiguo misterio para escapar de una ciberciudad abandonada.

Nuestro protagonista perdido y separado de su familia, despierta en una especie de vertedero, mientras se adentra por los túneles descubre una antigua ciudad subterránea aparentemente abandonada y, de la que deberemos escapar para reunirnos con nuestra familia.

En el camino de vuelta nos encontraremos con B12, un pequeño dron volador que solicita nuestra ayuda mediante una serie señales que nos vamos encontrando, y que se convertirá en nuestra voz y apoyo.

En Stray, no solo nos encontraremos una serie de androides que aún habitan la ciudad tras la desaparición de los humanos, sino que también se existen los Zurks, unas criaturas que a pesar de que parezca que tienen un aspecto inofensivo, se convertirán uno de los principales problemas durante la aventura.

Nuestro tierno protagonista y B12 tendrán que ayudarse mutuamente para encontrar la manera de escapar de esta ciudad, estando obligados a resolver el antiguo misterio que la envuelve desde hace mucho tiempo y su aislamiento.

Ambos protagonistas tendrán que ir resolviendo acertijos de entorno, hablando con los habitantes de la ciudad, evitando caer en las garras de la plaga de Zurks que controlan parte de la ciudad y devoran todo ser metálico u orgánico a la vista.

Todo mientras vamos recorriendo callejones llenos de luces de neón con todo tipo de detalles y los turbios ambientes de los bajos fondos habitados por curiosos droides y criaturas que estarán al acecho allá por donde vayamos.

A título personal su conclusión me deja ligeramente insatisfecho, aunque cumple con cerrar el circulo de la aventura con la ventana a una potencial secuela. El juego no cuenta con más finales, así que la rejugabilidad es mínima.

Una gastástica oportunidad de encargar a un felino

Stray llama la atención al permitirnos encarnar a un gato, aunque estamos ante un plataformero 3D en su estilo más sencillo. Una cosa que lo diferencia ante otro tipo de títulos en los que el protagonista es un gato no humanizado, esta jugabilidad lo hace un título único, teniendo que interactuar con los elementos como si estuviéramos en la piel de un verdadero felino.

En Stray, el protagonista se mueve como un gato, se comporta como un gato y se comunica como un gato, y eso lo sentiremos en la jugabilidad de este videojuego, serás sigiloso, ágil, tonto y, a veces, lo más molesto posible con los extraños habitantes de este misterioso mundo.

Verbigracia: podremos rascar puertas, alfombras, para llamar la atención a los del interior, descubrir caminos o jugar con ciertos objetos para tirarlos desde cierta altura. También podremos maullar, correr, saltar a lugares elevados, interactuar con los habitantes de la ciudad o incluso echarnos una relajada siesta. En resumidas cuentas, jugar a Stray es sentir de primera mano cómo sería estar en el cuerpo de un gato.

Explorando una hermosa y fría ciudad futurista

Stray no se destaca por solo es manejar al protagonista gatuno a través de una ciudad llena de alturas, durante el periplo de vuelta a casa deberemos superar una serie de acertijos, ya sea por nuestra cuenta o con la ayuda de B12, que también nos apoyará con algunos de sus recursos; una linterna para iluminar zonas o un rayo para acabar con los Zurks de ciertas zonas.

B12 nos ayudará hasta en los momentos más complicados con el fin de llegar a nuestro objetivo. También contaremos con el apoyo de los habitantes de la ciudad que, en ocasiones nos hará sentir como recaderos yendo de un lado a otro haciendo recados.

El juego limita bastante la jugabilidad del protagonista, no pudiendo movernos nuestro antojo por el entorno, estando reducidos a recorrer un camino bastante intuitivo y lineal, en donde tendremos muy pocas posibilidades de exploración, con algunos acertijos que nos bloquean el camino antes de seguir y que tampoco nos van a exigir unos expertos en la materia, variando solamente cuando tengamos que utilizar alturas para llegar a ciertos lugares.

En cuanto a la acción de salto, será útil en momentos puntuales apareciendo un icono únicamente cuando podamos hacerla, por lo que el componente plataformero es bastante reducido en el juego y le resta bastante de diversión al momento de ir y venir a nuestro placer.

Por otro lado, en Stray, el combate se limita en escapar de los Zurgs o eliminarlos con el rayo de B12, si nos atrapan, tendremos que deshacernos de ellos sacudiéndonos pulsando repetidas veces el botón antes que nos devoren. En cuanto a los demás enemigos de la aventura, nuestra única arma será escapar de ellos evitando que nos vean haciendo uso de su agilidad y sigilo.

No tenemos vidas, así que, ante cualquier fallo reapareceremos inmediatamente en el lugar previo a nuestra derrota, por lo que es una aventura sumamente accesible con muy pocos coleccionables que hagan que valga la pena dedicarle muchas horas.

De acuerdo con nuestra política, informamos a nuestros lectores que este título ha sido jugado gracias al envío de una copia de prensa por parte de Fortyseven Communications. Se jugó a la versión de Xbox Series X.

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STRAY
Con ganas de algo más
Stray es una sencilla aventura de pocas pretensiones, ideal para aquellos amantes de los felinos y que desean una aventura poco exigente, donde su mayor baza está en el apartado audiovisual y el mensaje que quiere transmitir a los jugadores, aunque en esto último deja que cada uno lo interprete a su manera. Una aventura divertida, con un protagonista bastante cuqui, capaz de moverse con toda la naturalidad de un mamífero gatuno de cuatro patas Stray se queda algo corto en el aspecto jugable, con muy pocos coleccionables y poca rejugabilidad al ser una campaña demasiada lineal, con pocas posibilidades para el jugador y una duración por debajo de las cinco horas que nos deja con ganas de algo más. Su rendimiento en Xbox Series X es excelente, en ningún momento se ve comprometida la experiencia, manteniendo firmemente los 60fps gracias a su optimización, mientras que en Xbox Series S se nota levemente un degrado, sin que esto afecte la aventura y apenas notable para el ojo poco crítico.
7.5